ALICANTE. El Hércules aumentaba la mañana de este domingo a seis sus jornadas consecutivas sin ganar, emborronando todavía más su trayectoria con Jesús Muñoz en el banquillo.
El técnico moteño, el último en llegar y el que menos culpa puede tener de la dramática situación de los blanquiazules, se encontró un equipo roto y aunque pareció por un momento que lograba recomponerlo (de hecho las únicas tres victorias que ha logrado el Hércules en lo que llevamos de curso han llegado con él en el banquillo) hace tiempo que desapareció el efecto Muñoz: en los 11 partidos con este al frente del equipo, los blanquiazules han ganado los citados tres encuentros, empatado también tres y perdido cinco. Doce puntos de 33 que tienen al Hércules en la tabla en mejor posición que lo dejaron José Vegar y Lluís Planagumà pero no solo también en descenso, es que ve la salvación más lejos: concretamente, a cuatro puntos.
El momento más dulce del Hércules de Muñoz llegó tras la jornada décima, cuando se impuso por la mínima en Cornellà, enlazando dos triunfos consecutivos y logrando escapar de la zona de peligro. Sin embargo, desde entonces, el equipo y el propio entrenador se han deshinchado a marchas forzadas. Si los resultados son fiel reflejo de lo anterior en lo que a la plantilla se refiere, las comparecencias de prensa lo son también en el caso de Muñoz al que hace tiempo que se le ve desbordado y sin soluciones.
Este domingo, en la Ciudad Deportiva Dani Jarque, el entrenador hablaba una vez más "de fragilidad en defensa", "de competividad" pero "falta de contundencia en ambas áreas": "Es un quiero y no puedo (...) hemos vuelto a demostrar que el equipo pelea, lucha, pero llega hasta donde llega (...) cualquier equipo nos hace daño, defensivamente nos desangramos, hemos marcado dos goles pero encajando tres y así es muy difícil", decía Muñoz que abogaba por enésima vez por "el partido a partido", por no pensar más allá del domingo que viene.
El técnico, que lamentaba (con razón) los problemas añadidos que habían representado las lesiones de Benja y Jona, insistía en no perder tiempo en valorar la posibilidad de que sea destituido aludiendo una vez más a que "son decisiones no dependen de mí".
Portillo
Hace dos semanas, con la continuidad de Muñoz tras la derrota en La Nucía, parecía que el club tenía decidido que llegaría con él en el banquillo al parón de invierno, pero ahora mismo eso ya no parece tan claro. No obstante, teniendo presente que el gran valedor para que Muñoz fuera el elegido para hacerse cargo del equipo fue el director deportivo, Javier Portillo, y que Enrique Ortiz y Juan Carlos Ramírez tampoco tienen intención de invitar al madrileño a dejar el cargo, parece que todo depende de que los empresarios decidan volver a variar el guión y tomar ellos las decisiones deportivas (como cuando renovaron a Planagumà) o que sea Portillo el que cambie de opinión y opte por prescindir de Muñoz (lo de dejar la dirección deportiva a estas alturas no parece que esté en su hoja de ruta, precisamente).