concierto de despedida

Paco Muñoz llega al Arniches para despedir su carrera, dedicada a la terreta, la tradición y los niños

2/03/2018 - 

ALICANTE. Es una de las voces más importantes dentro de los cantautores valencianos. De la generación de aquella época, mezclados en canciones populares y ligadas a su tierra, como Ovidi Montllor o José Antonio Labordeta, Paco Muñoz (València, 1939), afronta ahora los últimos conciertos de su carrera. Tras los problemas de corazón que le detectaron en 2008, la idea de esta gira de despedida llega el año pasado, cuando el corazón empieza a responderle mejor. Antes de llegar al Teatro Principal de Valencia, donde tiene ya las entradas agotadas para recitar sus últimos versos en directo, pasará por el Teatro Arniches el sábado.

Una ciudad, Alicante, en la que ha cantado poco, aunque sí lo hizo en alguna ocasión para niños, una de las vertientes por las que se hizo conocido. Le preocupa la afluencia que pueda haber, ya que él se ha movido más al norte. “Lo más al sur que he estado ha sido Benidorm”, confiesa, y los últimos conciertos que ha hecho han sido más bien por la zona de Valencia, en Bocairent, Almussafes, Aldaia o la Marina. En cualquier caso, dice sentirse ilusionado por cantar en Alicante, precisamente por no haberlo hecho lo suficiente.

A pesar de pertenecer a otra generación está muy al tanto de lo que se hace hoy, de hecho para su concierto en Valencia ha invitado a varios cantautores, como Miguel Gil o Aitana Ferrer, entre otros. Indica de hecho que la figura de los y las cantautoras no se ha perdido, y señala a poblaciones como Alcoi o Castalla como algunas en las que hay importantes artistas de este estilo. En ese sentido, explica que el problema no es que no hayan, “es que no se les promociona ni nadie habla de ellos”, y piensa que con las canciones populares, ligadas al territorio que tanto promulgaron los de su generación, pasa lo mismo. De hecho, la propia Ferrer también señala que hace versiones de esas canciones tradicionales.

Ferrer está además expectante con À Punt, espera que pueda servir para que se les dé más difusión, “ahora allí se escucha mucha música valenciana en la radio”. Un medio que se podría aprovechar ya que como comenta, “hay premios de música en valenciano, pero se presentan sólo sobre 100 artistas, es algo muy subterráneo, no hay una promoción”. Sin embargo, luego explica que en conciertos en Denia ha tocado ante 2000 personas “y nadie ha dicho nada ni se ha hecho eco”. Sí se hacen eco artistas jóvenes, de hecho quieren hacerle un homenaje 10 o 12 grupos con canciones para niños, de las que grabó más de cien.

Una faceta, la de la canción infantil, a la que llegó de una forma un poco casual. “Me pidió una discográfica de Barcelona si podía grabar un cassette con diez canciones tradicionales de niños. Los grabé y se los regalé a Joan Fuster, él era muy apasionado y me hizo grabar más bajo amenaza de no volver a su casa”, comenta entre risas y nostalgia. Esas canciones no habían de tocarse en un principio en directo, sólo grabarlas, pero en las actividades para los más pequeños como el teatro por ejemplo, siempre había pocos en los jardines de infancia de Valencia, porque estaban jugando y la forma de atraerlos era cantar dos o tres canciones al principio. “Vimos que aquello tenía resultado y cantar para niños me dio libertad para poder hacer mis discos de poetas, me dio una financiación. Toqué en la plaza de toros de Alicante para 18.000 niños, aquello era una locura”.

La huella que ha dejado el tiempo

Este concierto de Alicante, en el que estará con Hugo Mas i Lluís el Sifoner —para cantar 'El Vell Montgó'—, tiene un especial valor, ya que van dedicados a la memoria del imprescindible Ovidi Montllor, de quien piensa que los cantantes jóvenes han hecho que se revalorice al interpretar temas famosos suyos. Sin ir más lejos, uno de los mejores discos del año pasado, de María Arnal i Marcel Bagés, hacían lo propio con ‘La Vida’. “Ha habido como una especie de resurrección”, explica, “la aceptación ha sido impresionante. Yo también he participado en homenajes suyos”. Y claro, teniendo en cuenta su figura, la carga política no se puede obviar. Cree que si siguiera vivo “no acabaría de creer, como yo, la situación marciana que estamos viviendo”. Y hace referencia a Catalunya y al famoso artículo 155. “Es impensable que sin juicio tengan a dirigentes encerrados, parece mentira que estemos en democracia”, y esgrime que “estamos un poco amenazados, yo he cantado toda la vida lo que me ha dado la gana”. 

Y continúa indignado que es increíble lo que ha pasado con varios raperos, “que además no tienen mucha repercusión, tocan ante 40 o 50 personas, no tiene mucho sentido, es algo desproporcional”. Una cuestión política a la que no es ajeno y que ahora, incluso en sus últimos instantes de carrera, le acompaña. Recuerda cómo no le dejaron tocar en el Principal de Valencia ni en ningún teatro público por los cambios políticos, después de haber llenado el Principal en 1984 junto a Luis Eduardo Aute. Una entrada llena como la que tendrá en ese mismo teatro 34 años después para despedir su carrera.


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