ALICANTE. El conflicto del ruido vuelve a hacer acto de presencia con la celebración de las fiestas de Fogueres con una derivada que no solo afecta al descanso vecinal, sino que también atañe a la actividad del ocio y la hostelería: la supuesta competencia desleal en el funcionamiento de los racós y barracas en cuanto al uso de la música. Cuando menos, así lo apuntaron fuentes vecinales y entre los empresarios del sector consultados por Alicante Plaza este martes, quienes alertaron de la presencia de ambientación musical en algunos puntos del Centro de Alicante en horario de tarde.
Y ello pese a que la exención especial con motivo de las fiestas respecto al cumplimiento de los límites previstos en la ordenanza de ruido rige solo en el periodo comprendido entre las 22:30 y las 4:30 horas de la madrugada. Es decir, que solo pueden activarse altavoces y equipos musicales en esa franja horaria para evitar posibles molestias a los residentes del entorno más allá de esa franja del día. De esa norma general solo queda fuera la actividad del conocido como Mercadito de Fogueres, en el Paseo de Soto, que sí dispone de permiso para el uso de música en horario diurno, en función de lo previsto en las bases del concurso por el que se concertó su concesión.
No obstante, las mismas fuentes recalcaron que en algunos de los racós -en los que, tradicionalmente, se suele concertar acuerdos por la colocación de barras como fórmula para contribuir a costear los gastos de las comisiones- se había llegado a promocionar a través de redes sociales la presencia de dj's en distintas sesiones vespertinas a modo de reclamo publicitario, contraviniendo esa disposición municipal sobre los horarios autorizados y convirtiendo esos espacios en "auténticas discotecas", según subrayaron los residentes. Con ello, además, según insistieron representantes del sector del ocio, quedaría sin efecto uno de los fines indirectos de esa limitación horaria: que pueda utilizarse la ambientación musical como reclamo para el consumo en esas barras dispuestas en el exterior a cualquier hora del día, en detrimento del negocio de los locales de ocio.
A ello se añadiría, además, la disposición de publicidad de bebidas alcohólicas en algunos de esos racós y barracas, espacios que se presume como de uso particular, a pesar de que el propio Ayuntamiento ha obligado a retirar en el pasado en las fachadas de algunos locales de ocio en los que se exhibían anuncios similares bajo apercibimiento de multa, según las mismas fuentes.
Lo cierto es que en los decretos municipales en los que se autoriza la instalación de racós y barracas se detalla de forma expresa esa limitación de horarios para la actividad musical. Es más, la propia Federació de Fogueres ha vuelto a remitir este año una circular a todos las comisiones en la que se recuerda la existencia de esas restricciones, según confirmaron representantes consultados. De hecho, recalcaron que la Ordenanza de las Fiestas -aprobada definitivamente en enero de 2022-, que este año es ejecutiva por segunda vez en la celebración de les Fogueres también remarca la disposición de esa exención horaria concreta para el funcionamiento de la música.
De ahí que tanto residentes como empresarios del ocio insistiesen en reivindicar este martes una mayor presencia policial para que se haga cumplir esa restricción horaria, después de constatar varios ejemplos en los que no se estaría respetando. Tanto es así que se dio traslado de esas situaciones concretas a la Policía Local con el fin de que se actuase. Por lo pronto, al menos entre el lunes y el martes, no se habría registrado ningún incidente de consideración relacionado con las fiestas, más allá de alguna intoxicación etílica, según confirmaron fuentes de la Concejalía de Seguridad.