TRIBUNA LIBRE / OPINIÓN

Ojalá que la covid-19 no borre el talento

7/10/2020 - 

ALICANTE. La juventud es, explicándolo de una manera algo terca, como la gripe. Todo el mundo la ha pasado, o está en proceso de hacerlo, pero, con el paso del tiempo, nos olvidamos de esta época. Quizá la más especial y efímera de nuestra vida, pues ustedes echarán la vista atrás y seguro la recordarán.

A esta juventud viene ligada el ocio, el disfrute, el querer hacer, el expresarse, el comerse mundo, todo ello de la mejor forma que sabemos, pues es el talento innato de cada uno de nosotros aquello que marca nuestras decisiones y nuestro camino. Todos lo tenemos, sí. Sin embargo, el buen talento es algo extraño, por no hablar del talento joven, bendita maravilla, un don que últimamente es poco usual en las calles de Alicante.

En este tiempo de pandemia, la sociedad (y me incluyo en ella) clavamos los ojos en los sanitarios y sanitarias, en los trabajadores y trabajadoras sociales, además de en los educadores y educadoras, entre otras profesiones que han continuado moviendo la rueda de la economía, la sanidad y el bienestar social, por su maravillosa labor durante esta época tan oscura. Gracias, gracias y una vez más gracias por vuestro esfuerzo diario, por exponeros ante un ‘bicho’ - aún desconocido por y para muchos - para que el mundo pueda continuar y por mantenernos con vida. Una vez más, gracias por vuestro tesón diario.

No obstante, estos últimos meses no he podido dejar de pensar en cómo el arte ha olvidado las calles de mi ciudad. O, tal vez, en cómo las calles de mi ciudad se han olvidado del arte. ¿Dónde fuiste que aún no has vuelto?

A veces pienso que el arte es como un barco gigante sin rumbo a través de una tormenta que, simplemente, busca ser el reflejo de la luz de un faro. Hace tiempo que no veo muchas luces en el puerto. Necesitamos solamente un foco para que el arte salga de nuevo a las calles, para que las llene de color, de música, de alegría, de gente y de armonía. Pero, sobre todo, de talento. De talento joven, de ese que marca nuestro camino hacia el futuro y que nos guía en los buenos y malos momentos. En definitiva, ese talento que, con nuestro don personal, se convierte en arte y nos deja ser.

Sin ir más lejos, hoy las calles de Alicante, de su Casco Antiguo, vuelven a contar con música y color gracias al trabajo de cuatro jóvenes fotógrafos que, unidos por el arte de la música, han decidido plasmar su trabajo y compartirlo con ustedes a través de una exposición que servirá como faro para alumbrar aquel barco gigante que es el arte.

Y es que desde Música Zero seguiremos apoyando y apostando por los jóvenes talentos. Les invitamos a que formen parte de su obra a través de esta exposición puesta en marcha, con la colaboración del Centro14, en los exteriores de El Claustro. Con ella, les invitamos a reflexionar porque no permitiremos que la covid-19 sirva como excusa para borrar la ilusión y el potencial que tenemos en los jóvenes talentos de nuestra ciudad.

Ahora, les pregunto a ustedes, ¿dónde se fue el arte? El arte se marchó porque no le cuidaron.

Carlos Congost, director de Música Zero

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