ALICANTE. Este miércoles regresa el Hércules al trabajo para preparar el encuentro ante el Ebro del próximo domingo.
Los tres puntos ante el conjunto maño, que cuenta con seis más que los blanquiazules (tiene 10 puntos y viene de endosarle un 3-1 a un Atlético Levante con el que el Hércules no pudo), son innegociables para el equipo de Jesús Muñoz que esta semana, entre otras patatas calientes, tiene sobre la mesa la de la falta de intensidad defensiva de la que hicieron gala los suyos el pasado domingo en Andorra.
A diferencia de lo ocurrido en el encuentro frente al Barça, en el que el equipo no solo se mostró muy intenso a la hora de ahogar la salida del balón del rival, también muy solidario en tareas defensivas (especialmente en el segundo tiempo, cuando el filial azulgrana puso cerco a la portería de Falcón en busca de un gol que le metiera en el partido), en el duelo del Prada de Moles todo lo anterior brilló por su ausencia, siendo el propio técnico el primero en ponerlo de manifiesto en su comparecencia tras el mismo. Volver a la versión más guerrera, agresiva del Hércules 2019/20 parece ahora mismo primordial para un equipo que en Andorra, teniendo en general más calidad que su rival se vio superado en todo momento mientras este contó con 11 jugadores.
Cambios, cambios
Ahora bien, el domingo también hubo varios futbolistas que demostraron que siguen sin estar en su mejor momento precisamente: es el caso de Alejandro Alfaro, Yeray González o Samuel Llorca. El Hércules solo se mostró temible por el costado en el que se desenvolvía el mayor de los Alfaro cuando este fue sustituido en el arranque del segundo acto por Borja Martínez (cuya ausencia por sanción, curiosamente, no se había notado frente al Barça B); además, hasta la entrada de Diego Benito (por Fran Miranda) a la hora de partido, el Hércules protagonizó una posesión estéril, con Yeray muy desdibujado (después de ser uno de los mejores siete días antes); y en cuanto a Samuel, llueve sobre mojado, si bien en Andorra su pareja en el eje de la zaga, Pablo Íñiguez, no anduvo mucho mejor, amén de que el Hércules sigue teniendo un problema en el lateral derecho, con Álvaro Pérez a modo de parche ante la ausencia de Felipe Alfonso en lugar del recambio natural de este, Víctor Olmedo.
Los problemas de pubis del futbolista vallisoletano le seguirán impidiendo ejercitarse con normalidad también esta semana (y van siete); así lo precisaban desde el Hércules este martes, dejando entrever que no se contempla que Felipe Alfonso pueda trabajar al mismo ritmo que sus compañeros antes de la visita a Cornellà (eso después de pronosticar que el futbolista tenía muchas opciones de entrar en la convocatoria para recibir al Barça). Lo anterior unido a la sangría de goles en contra que arrastra el equipo (en ocho jornadas, solo el Orihuela con 16 tantos ha encajado más que los blanquiazules que llevan 14 (casi un 200% más que los recibidos con ocho partidos el curso pasado: cinco), hace que no parezca descabellado que en el once del domingo haya varias caras nuevas: por ejemplo, ahora mismo no se puede descartar de antemano que Olmedo recupere el lateral derecho y que Álvaro Pérez sea quien acompañe a Pablo Íñiguez en el centro de la zaga. Además, parece claro el regreso de Borja Martínez a la titularidad en el flanco derecho del ataque.