Finestrat actualiza los criterios de estética de los edificios del casco urbano

FINESTRAT. El casco urbano de Finestrat es uno de los más singulares de la Marina Baixa, y como tal, el Ayuntamiento ha iniciado una serie de cambios para establecer cierto orden estético y añadir nuevos materiales más actuales y eficientes, según explicó a este diario el concejal de Urbanismo, Víctor Llinares. De este modo, el Consistorio aprobó el informe ambiental y estratégico de la modificación puntual número 14 de las normas subsidiarias. Cuando entre en vigor, se aplicarán a las fachadas de los nuevos edificios y a las reformas de los existentes.

El borrador al que ha tenido acceso Alicante Plaza recoge que se trata de puntualizar dos aspectos en concreto. En primer lugar, en las carpinterías que cubran huecos exteriores se limitarán los materiales a emplear a madera u otro material con acabado similar.
"Se pretende con ello recuperar una imagen de conjunto tradicional, sin renunciar a materiales más novedosos que consigan dicho efecto", reza la propuesta.

El segundo punto es relativo a los acabados de fachada. De este modo, se mantiene la prohibición explícita de fachadas de ladrillo cara vista, de revestimientos de mármol y de cualquier otro tipo de chapado, salvo la piedra natural tallada. Además, se introduce una puntualización en cuanto a que en zócalos de fachada se permitirán chapados de piedra natural típica de la zona, siempre que tengan un acabado rústico, limitando la altura de dichas bases decorativas a una altura de 1,20 m como máximo.

Según explicó el edil del área, habían detectado últimamente que en ciertas reformas los propietarios estaban usando materiales que distorsionaban la armonía de la estética del casco urbano, como puede ser el empleo de planchas de mármol listo en los zócalos de las fachadas. Y como determina el propio texto pendiente de aprobación, esta modificación "trata de evitar que surjan actuaciones de reforma o rehabilitación, e incluso de obra nueva, que puedan desvirtuar esta panorámica por el empleo de materiales poco acordes con el entorno".

Por tanto, la norma en cuestión seguiría estableciendo el resto de medidas, como es el caso de prohibir las celosías de fábrica o prefabricadas que recaigan a fachada, o los antepechos cerrados de altura mayor de 40 cm. 

El Ayuntamiento busca adecuar la normativa incluyendo nuevos materiales pero que "no altere la imagen tradicional que debe primar, y que forma parte de los valores que caracterizan este tipo de núcleos históricos". En este sentido, el regidor reseñó que en el casco antiguo solo se permitía la carpintería de madera y hierro, pero hay otros más actuales como el aluminio o el pvc que se pueden adaptar a la estética de la zona.

Como se decía, por ahora la Junta de Gobierno Local el 4 de marzo aprobó el informe ambiental, que concluye que esta modificación no tiene efectos significativos sobre el medio ambiente de acuerdo con los criterios establecidos en el anexo VII de la LOTUP.