ALICANTE. Fueron solo tres partidos y apenas 30 minutos en total, pero el pasado mes de enero, a sus entonces 21 años, Pau Miguélez debutaba en el fútbol profesional con la camiseta de Las Palmas: Pepe Mel le daba minutos en el tramo final de los duelos ante el Mallorca (victoria, 0-1), Leganés (victoria 2-1) y Mirandés (derrota, 2-0) correspondientes a las jornadas 21, 22 y 23 del curso liguero 2020/21 en Segunda División A.
El extremo nojeño, hoy en las filas del Hércules, tenía en ese momento ficha del filial de Las Palmas, después de haber puesto fin a una etapa en la que sus derechos pertenecían al Girona, pero jugaba a préstamo con el filial del Sevilla.
Este jueves, en su presentación como nuevo jugador blanquiazul, Miguélez no solo se esforzaba en restarle importancia a la diferencia de categoría entre la Segunda A o B y la actual Segunda RFEF (el cuarto escalón del fútbol patrio al que, gracias a las ocurrencias del presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, han ido a parar los blanquiazules entre otros ilustres), también recordaba que el Hércules no deja de ser "un club histórico": "Es verdad que nuestra aspiración como futbolistas es jugar en la máxima categoría que nos sea posible, pero el Hércules es un histórico que por circunstancias está en una división que no le corresponde; cuenta con unas instalaciones, una ciudad y una afición que lo hacen atractivo para la mayoría de jugadores, pues es perfecto para que uno ofrezca lo máximo y de ahí que me decantara por su oferta", explicaba el futbolista formado a caballo en las canteras del Racing de Santander y de los citados Girona y Sevilla.
Miguélez se siente incluso motivado por las urgencias, en la forma de necesidad de ascenso, que tiene su nuevo club: "No hay excusa para hacer las cosas lo mejor posible. A un grande se viene a hacer cosas grandes", señalaba el extremo que, preguntado por cómo se define como futbolista, apuntaba que se desenvuelve "en cualquiera de las posiciones del ataque", aunque reconocía que se siente más cómodo en el costado izquierdo de la segunda línea, jugando a pierna cambiada (es diestro, aunque este jueves aclaraba que la izquierda no la tiene solo para apoyarse).
Miguélez, que se mostraba satisfecho a nivel personal y colectivo con lo que llevamos de pretemporada, ha sido internacional con las divisiones inferiores de La Roja, tiene licencia sub-23 en el filial y su contrato contempla la posibilidad de ampliar su duración en una segunda temporada, en función de la consecución de diferentes objetivos.
Apuesta de futuro
El Hércules conoce bien la evolución de Miguélez en las últimas tres campañas; al menos así los aseguraba el director deportivo, Carmelo del Pozo, cuando se refería a su "buena trayectoria en filiales" y a "las muchas virtudes de las que ha hecho gala estos años", que espera que saque también a relucir con la camiseta blanquiazul, pero puntualizaba que viene a ser "un complemento", a aportar "frescura en ataque" en momentos concretos de los partidos.
En los despachos del Rico Pérez no esconden que con fichajes de futbolistas jóvenes como Pau Miguélez, que están en pleno crecimiento, de entrada no se renuncia a un rendimiento inmediato, pero se piensa más en el medio plazo: que continúen con su progresión de blanquiazul, permitiendo al club obtener no solo un beneficio deportivo, también económico.