cON DOS PIVOTES / OPINIÓN

Mercado de invierno: por pedir, que no quede

28/12/2016 - 

ALICANTE. Llega en enero, y con él la cuesta homónima, las dietas, los propósitos por año nuevo, las promesas… y los fichajes. Tras las doce uvas de la suerte (que por cierto, es costumbre nacida en Alicante, y no en Madrid como dicen algunos) se abre el mercado de fichajes para que aquellos clubes que lo deseen refuercen sus plantillas. En el caso del Hércules, suele ser un mantra aquello de "estaremos tranquilos pero atentos al mercado", cosa que no siempre se produce.

Con Dani Barroso en la dirección deportiva, pero contando con la mano activa (a veces demasiado) de Juan Carlos Ramírez, el Hércules ha ido de menos a más en sus incorporaciones durante el mes de enero. Carlos Indiano abrió el fuego la primera temporada en Segunda B, lesionándose al poco tiempo, por lo cual hubo que echar mano de un a la postre díscolo David González, que acabaría haciéndose el remolón a la hora de renovar. La pasada temporada, la entidad herculana acometió un total de cuatro incorporaciones, con los tres fichajes de Mainz, Javi Flores y Álvaro, y la cesión de Vivancos.

El resultado fue que el delantero de Sádaba trajo a Alicante la capacidad goleadora que los otros dos delanteros del Hércules hasta el momento, tanto Portillo, que acabaría retirándose, como Mariano, no podían dar. Javi Flores llenó el vacío dejado por el canario González en verano, y que Carlos Indiano no había podido llenar, mientras que Álvaro se convirtió, contra todo pronóstico, en un jugador polivalente, capaz de alternar la posición de lateral derecho y la de extremo dando más profundidad a la plantilla.

Este año los retos son diferentes para una comisión deportiva que cuenta ahora con Javier García Portillo. El principal foco de atención es intentar cubrir, que ya es hora, las fichas sub23 libres hasta el momento. Solo Iván Buigues tiene una plaza de los llamados jóvenes, aunque jugadores como Salinas, con ficha del filial, cuentan con minutos, y en este caso incluso siendo uno de los titulares habituales para Tevenet. Un entrenador que, además, ha pedido a los cuatro vientos llenar la plantilla de sub23 "que suban la competencia del equipo", palabras secundadas por un Paco Peña, que hace algunas semanas afirmaba que "es demasiado fácil entrar en las convocatorias".

Está claro que los jóvenes con talento se pagan, y no barato precisamente, pero también es evidente que para luchar con los mejores hay que tener las mejores piezas. Los filiales suelen llevarse a los talentos tempranos que más destacan, y juegan en otras condiciones al no tener que lidiar con el tope de dieciséis fichas profesionales, amén de disfrutar de unos presupuestos del equipo matriz que ayudan a formar equipos de bandera para la categoría. No es casualidad que el Barça B, el Mestalla o el filial del Villarreal estén en la parte alta de la tabla, dando más de un quebradero de cabeza a los gallitos de la categoría.

Las prioridades pues, parecen claras, e incluso tenemos algún nombre encima de la mesa. Con los delanteros teniendo más que mojada su pólvora, parece inminente la llegada de otro atacante que dé a los de Tevenet más peligro arriba. Si se consigue a un menor de veintitrés años, no habrá que acometer salidas, y en esa dirección se trabaja en busca de jugadores como Stephane Emaná o Delgado, nombre que ha salido a la palestra en el día de hoy en diferentes medios. Si toca contratar a algún veterano, Jesús Berrocal tiene las de salir, de forma injusta a mi parecer, ya que todos conocíamos que entre sus principales virtudes no está la de ser un goleador, si no la de aportar con trabajo para que otros fructifiquen las jugadas. Aquí también hay padrinos, pero no os voy a aburrir con ello otra vez.

Luego está el caso Omgba. De propuesto por Ramírez, jugador que venía de ser importante en el ascenso del Oviedo, de jugar en Segunda y llegar como un galáctico, a ser dejado de lado por Tevenet. Al camerunés le ha pesado no encontrar su hueco, ni como centrocampista destructivo, ni como organizador. Además,  algún rifirrafe que ha trascendido entre el jugador y el propio entrenador, ha debilitado las relaciones entre las partes. El club no quiere deshacerse de él, pero si no queda más remedio, y si no se encuentra a otro pivote joven, tocará ver al camerunés saliendo por la puerta cero para no regresar.

En fin, que necesitamos a un delantero y a un mediocentro. No compro lo del lateral derecho, donde tampoco comprendo las críticas a un Dalmau que está adaptándose al juego del Hércules, y que cada día está mejor. Si tiene que parar para algo está Olmedo, que haría bien en escuchar más al entrenador, y que debe aprovechar sus convocatorias con la Selección Valenciana en las territoriales para reivindicarse. Y para acabar, os voy a ser sincero. Si me pusiera en estas líneas a enumerar los problemas del Hércules en cuanto a planificación del primer equipo, Óscar Manteca me mataría por convertir Alicante Plaza en el Muro de las Lamentaciones herculano. Me gustaría no tener que acudir a enero para mejorar al equipo de cara a un ascenso a Segunda, me encantaría poder tirar de un filial que como mínimo estuviese en Tercera, sería agradable no tener que vender el clima de Alicante como una virtud, porque no podemos convencer a nadie en cuestión de instalaciones…, pero claro, pedir todo eso sería irreal, y de tenerlo, no sería el Hércules.

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