ELCHE (EFE). El presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón (PP), ha manifestado este miércoles su compromiso de seguir adelante con el estudio de viabilidad para la instalación del tranvía en Elche, pese a la negativa del gobierno local (PSPV-PSOE y Compromís) de instar al Consell a la puesta en marcha del proyecto tras la petición de los populares ilicitanos.
Así lo ha anunciado Mazón tras la reunión mantenida este miércoles en Alicante con el presidente del PP de Elche, Pablo Ruz, en la que ha recalcado que son “ambiciosos” para Elche y ha señalado que “no" pueden "entender cómo Alicante tiene cercanías, AVE y tranvía y se coordinan bien, y Elche no pueda tenerlo".
Mazón ha reiterado que Elche “se merece” un tranvía y ha subrayado que pondrán una solución encima de la mesa para que disponga de esa infraestructura, al "igual que la tienen Alicante y el resto de capitales europeas”.
Por su parte, Ruz ha aseverado que "Elche va a tener tranvía”, un medio de movilidad que, según ha destacado, va a “completar y complementar” la red de transporte con la que cuenta el municipio. “Si Alicante puede, Elche, también”, ha sentenciado.
Igualmente ha opinado que la decisión del gobierno municipal de votar en contra del proyecto es “injustificable” y “demuestra que, por encima de los intereses de Elche, está su sectarismo”.
El martes, la portavoz de Compromís, Esther Díez, cuantificó en más de 180 millones de euros la inversión para la implantación del tranvía en Elche y consideró prioritario para la localidad mejorar la línea de Cercanías.
El pasado 9 de abril, el presidente de la Diputación de Alicante anunció la intención de impulsar un estudio de viabilidad para la instalación del tranvía en Elche, lo que provocó las críticas del alcalde ilicitano, el socialista Carlos González, quien expresó sus dudas sobre el proyecto desde el punto de vista urbano y juzgó que la prioridad en el transporte ferroviario es la mejora de las Cercanías.
Según declaró González hace unas semanas, la apuesta por la mejora de la red de Cercanías “no es una decisión política”, sino fruto del consenso y de un análisis técnico y global sobre las infraestructuras ferroviarias.
En este sentido, argumentó que, basándose en un “principio de racionalidad y gestión de los recursos públicos, apostar por dos sistemas transporte ferroviario choca”, por lo que, a su entender, hay que "centrarse en una infraestructura ya creada y mejorarla”.
