VALÈNCIA (EP). Beatriz Roger y Luiso Soldevila son madre e hijo y, además, los autores de 'Marismas', un thriller que "huye de verdades absolutas" para "relatar una historia humana, con emociones, con luz y oscuridad". La novela, que publica Planeta, arranca con la misteriosa desaparición de una niña en las marismas del río Ter. Un detective marcado por su pasado y una mente perturbada son los principales reclamos de este criminal escrito a cuatro manos.
Los autores cuentan a Europa Press cómo ha sido escribir un libro manteniendo este parentesco. "Escribir a dos manos --dice Luiso-- tiene ventajas y desventajas. Las primeras son la compañía, la complicidad y el hecho de compartir una aventura excitante. También es más difícil caer en el desánimo. En nuestro caso, si mi madre se venía abajo, yo la animaba y al contrario. No estás solo. Eso es bueno. Tienes más ideas porque hay dos cabezas pensando. Por el contrario, como desventajas, podríamos decir que requiere de mucha más organización. Hay que buscar huecos, encontrarse, cuadrar las ideas, la hoja de ruta". Por su parte, Beatriz comenta que para ellos ha sido fácil llegar a acuerdos. "Nos conocemos mucho y coincidimos en lo importante. Los dos teníamos claro que íbamos a trabajar mucho, pero que lo más importante era que disfrutásemos".
A partir de esa premisa, fijaron una hoja de ruta que, es cierto, después fue sufriendo variaciones (sin perder el hilo de la trama de vista) e improvisaciones. Cada uno escribía un bloque de varios capítulos y el otro, otros tantos. Intercambiaban el material y opinaban o corregían lo del otro. Así durante meses, hasta que satisfechos, lo juntaron en un único documento y trabajaron juntos usando el "Control de cambios", su gran aliado. Preguntado por su opinión sobre el debate abierto sobre la autoría colectiva a raíz del fenómeno Carmen Mola, señalan que ellos acabaron su manuscrito poco antes del principio de la pandemia. "En ese momento, no podíamos imaginar que en octubre de 2021 saltaría el notición de que Carmen Mola eran tres hombres. Tres autores. Nosotros simplemente decidimos hacerlo, sin detenernos a pensar en la opinión que eso merecería porque ni siquiera soñábamos con que 'Marismas' viera la luz. O sí. Quizás soñar era justo lo que hacíamos cuando nos lanzamos a esta aventura", reflexionan. Sobre la trama de 'Marismas', Beatriz Roger recalca que, aparte de ser "trepidante", intenta plasmar "situaciones muy humanas". Partiendo de algo tan angustioso como una desaparición --ese "no saber", que todos entendemos como lo peor-- se quiere reflejar "la humanidad absoluta de todos los personajes". "Los que más van a gustar porque puedes encariñarte con ellos, pero también la de los que más rechazo pueden provocar", apostilla.
En esta línea, Soldevila agrega que su voluntad era ofrecer una historia "donde todos pudiésemos vernos reflejados y, de no hacerlo, comprender qué les sucede a algunas personas para volverse oscuras, para hacer cosas indeseables". "Somos los dos de fibra tierna y cuando leemos, nos gusta sentir que casi conocemos a esas personas cuyas vidas o experiencias nos están relatando", afirma. Por otra parte, el escritor pone de manifiesto que formación cinematográfica y carrera profesional ha influido en el ritmo con el que se narra la acción. "Soy un devorador de cine y series y enseguida me sumerjo en el paisaje, en el ambiente. Me imagino a nuestros personajes moviéndose en la zona, casi actuando, como si un 'travelling' les siguiese rodando. El objetivo era que cada final de capítulo te dejará con ganas del siguiente, como nos sucede con las series de televisión que nos gustan", dice. También es fundamental en el libro el paisaje, que adquiere "un protagonismo absoluto". "De hecho, nos pareció superimportante que el lector pudiese empaparse del lugar, imaginarlo, casi palparlo y olerlo. El invierno, la humedad, el viento, la playa, el mar revuelto, el río, los arrozales, la neblina... queríamos que fuese un poco mágico, diferente", describe Beatriz.