'la última canción del verano', de roberto hurtado

¿A qué suena el final del verano? Un libro con música, drogas y escenario alicantino

1/02/2024 - 

ALICANTE. El olor a verano existe y las canciones que recuerdan a esa estación, también. ¿Pero y las qué despiden la época estival? "La última canción del verano, para mí, es como un portal que transporta mi mente a ese septiembre ya tardío, evocando recuerdos que son como tesoros enterrados en el pasado", ha descrito Roberto Hurtado, escritor del libro homónimo -La última canción del verano (editorial Cuadranta, 2023)- que sitúa la historia en el Eche y Guardamar de los 90. Una ubicación que no es aleatoria, ya que el autor la conoce muy bien: "Soy de Carrús, el lugar donde parte de la historia cobra vida". Sobre el hecho de escribir desde un lugar conocido, asegura que "la familiaridad con cada callejón, cada rincón, y la capacidad para reconocer la esencia de los lugares donde se desarrolla la trama facilita la inmersión en la narrativa".

Al hilo, Hurtado puntualiza que, seas del mediterráneo o no, "la novela tiene un carácter tan universal que puede resonar con cualquier persona". Pero admite que el "arraigo" al barrio y al territorio "simplifica el proceso de escritura" y "añade una capa de conexión emocional con la historia". Una historia que se presenta como un "cruce de caminos", en un barrio que se convierte en "testigo" del paso a la vida adulta de un joven, aporta pinceladas el escritor, quien enmarca la narración en "un verano crucial" en la vida de Jaime, el protagonista, que experimenta su primer amor, "aunque no de la índole de lo que llamaríamos recomendable".

Las drogas se introducen en la novela a través de los años 90, "una época donde se cerraba el capítulo de la transición del consumo de drogas por vía parenteral para dar paso a los estupefacientes de diseño, como el éxtasis y sus congéneres", dibuja la situación. Y desvela que la trama "se enreda con los hilos de la prostitución y los bares de carretera". De manera paralela, la música está presente a través de la conexión con Jaime, que es "músico de corazón" y "encuentra en las canciones que han marcado su vida refugio y guía ante los desafíos que enfrenta", apunta Hurtado. Las canciones que aparecen van en la línea de la novela, como Roxanne, que narra la historia de una prostituta, Hey Jude, que habla de superar y componer algo mejor, o El sitio de mi recreo, que explora la búsqueda de uno mismo, explica el ilicitano, quien adelanta que "estas canciones encapsulan las vivencias de Jaime a lo largo de la novela, tejiendo un tapiz musical que refleja sus propios descubrimientos y desafíos".

Al preguntar a Hurtado cómo es hablar de un chico de 18 años desde la voz de un adulto, el escritor responde que desde los recuerdos, las experiencias vividas y el testimonio de los años. "No hay cantera más rica para narrar la historia de un joven que las innumerables historias que he ido acumulando a lo largo de los años, ya sean propias o de aquellos que han compartido su viaje conmigo", expresa el también médico, faceta que se refleja indirectamente en la novela, con la comprensión de los efectos de las drogas y sus consecuencias, que ha ayudado a representar de manera realista ese tema en la historia.

También las aficiones de Hurtado en cuanto a fotografía y música se cuelan "de forma natural" en sus obras. "La habilidad de capturar momentos con una cámara se refleja en destellos visuales en mis historias, mientras que la pasión por la música se convierte en la banda sonora que acompaña a mis personajes y eventos". De hecho, el escritor manifiesta que son más que aficiones, dando forma y profundidad en sus relatos.

La última canción del verano se publicó en noviembre y, según garantiza su autor, la acogida está siendo "excepcional", lo que le hará enfrentarse, a partir de febrero, a una "vorágine" de firmas en ciudades como Murcia, Alicante, Albacete, Sevilla, Guardamar del Segura, Madrid y su feria del Libro, Valencia, Elche en Sant Jordi y, como punto culminante en julio, en la Semana Negra de Gijón, "un evento de renombre no solo en España sino en toda Europa", añade Hurtado.

El ilicitano es también autor de Días que gané y perdí y El mar que respiras, dos obras literarias que conectan de manera sutil entre ellas y con la publicada en noviembre. La primera es un poemario que entrelaza su poesía en cada párrafo de La última canción del verano, mientras que la segunda guarda una relación temporal y de vínculos entre los personajes. Tanto el poemario como las dos novelas se conectarán, "si todo va según lo planeado", con una nueva entrega que verá la luz "en un par de inviernos, cerrando así el ciclo de estas historias interconectadas", adelanta Hurtado a Alicante Plaza.

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