VALÈNCIA. Atraer inversión y mejorar la competitividad de la Comunitat Valenciana. Esas son las bases sobre las que se asienta la creación de la nueva figura de Proyecto de Interés Autonómico (PIA), que ha creado la Generalitat Valenciana y que viene a sustituir y unificar a las consideraciones como Proyectos de Inversiones Estratégicas Sostenibles (PIES) y a los Proyectos Territoriales Estratégicos (PTE) del Botànic. Una nueva declaración que, de igual modo, permitirá agilizar aquellas iniciativas empresariales con gran impacto en la región, pero de forma más rápida. De esta forma, una vez sea declarada como PIA una actuación, automáticamente y "desde ese mismo día, se podrá ejecutar, es decir, se podrá poner la primera piedra".
Así lo subrayó el conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus, en una intervención en una jornada organizada por Broseta Abogados, donde puso en valor las reformas normativas de la Generalitat Valenciana en el primer año de legislatura para promover inversiones e implantación de empresas que generen "nuevas oportunidades y empleo en nuestro territorio".
Cabe recordar, que los PIA son un instrumento que está incluido en el decreto ley de simplificación administrativa del Consell y que exige una serie de requisitos para que los proyectos sean declarados como tal. Entre ellos, una inversión mínima de 50 millones de euros en activos productivos y 200 empleos. Eso sí, solo serán admisibles para usos de carácter terciario, industrial o logístico y, en el caso de las instalaciones energéticas, la inversión tendrá que ser de mínimo 75 millones de euros. Unos proyectos que tendrán que tener congruencia con el plan industria de la Comunitat y que no podrán plantear actuaciones referidas a usos residenciales.
Por tanto, para su declaración se tendrá en cuenta su contribución a la dinamización y el desarrollo de la economía regional en términos de empleo, riqueza y sostenibilidad. En el caso de que la iniciativa de inversión se proyecte en algún municipio o zona en riesgo de despoblación, el proyecto llevará implícito el carácter de interés autonómico, sin que sea necesario cumplir con los requisitos mínimos de inversión o de generación de empleo.
Una figura de la que ya se han beneficiado grandes inversiones como la multinacional Edwards Lifesciences, que ha elegido el municipio valenciano de Moncada para su sexta fábrica mundial de fabricación de válvulas cardíacas. Unas instalaciones, cuyas obras ya han empezado para arrancar la producción en 2027. La planta contará con una inversión de 150 millones y generará cerca de 1.200 empleos directos.
En este sentido, el conseller destacó la creación de esta herramienta como "instrumento ágil para poder canalizar el impacto sobre el territorio, incrementando la competitividad territorial de la Comunitat". Y es que señaló que con la regulación anterior, el Consell debía acordar la declaración de un proyecto como inversión estratégica para la Comunitat Valenciana, pero ello "sólo era el documento de inicio de la Evaluación Ambiental y Territorial Estratégica, es decir, más bien poco". "Se obligaba al máximo órgano de la Generalitat a pronunciarse, pero después su pronunciamiento no pasaba de ser un mero deseo que tenía que sufrir un complicado procedimiento", subrayó.
En cambio, remarcó que ahora cuando se declare una iniciativa como PIA, "desde ese mismo día, ese proyecto se podrá ejecutar, se podrá poner la primera piedra". Esto quiere decir que tendrá una validación express, que funcionará similar a una declaración responsable, lo que permitirá al promotor avanzar con la inversión sin necesidad de esperar a los informes preceptivos, como hasta ahora. Ello no implica que la actuación no se estudie al detalle, sino que esa evaluación será posterior para ir adelantando trabajo.
Por su parte, el director general de Urbanismo, Paisaje y Evaluación Ambiental, Miguel Ángel Ivorra, que también participó en la jornada, avanzó que el PP ha presentado una enmienda al decreto-ley de simplificación administrativa para modificar los avales que se exigen a los promotores al inicio del expediente en este tipo de desarrollos estratégicos. "Se ha revelado excesivo para proyectos de inversión económica", comentó. En cualquier caso, remarcó que no pretende "renunciar a una garantía financiera", pero se han rebajado las condiciones de exigencia.
Asimismo, defendió la idoneidad de exigir unos requisitos y límites tanto de numero de empleos como de mínima inversión para que un proyecto sea considerado de interés porque éstos "no pueden ser una estructura del planteamiento, sino una figura singular para proyectos estratégicos", remarcó.
Por otro lado, Martínez Mus recordó que se trabaja en una nueva ley de urbanismo, que sustituirá a la LOTUP, y que permitirá una simplificación de trámites; la eliminación de cargas burocráticas en la tramitación de los planes; y "la superación de incongruencias técnicas o contenidos marcadamente ideológicos no soportados en la legislación básica estatal". "Convertirá a la Comunitat Valenciana en un territorio competitivo, más atractivo para las inversiones y con mayor seguridad jurídica", incidió.
El objetivo, aseguró, es aprobar una legislación "mucho más sencilla, más participativa e inspirada en la colaboración público-privada". "Una buena ley será beneficiosa para todos, por eso queremos que cada voz sea escuchada para consolidar una norma que aporte seguridad jurídica, desarrollo y progreso a la Comunitat Valenciana”, concluyó.
Desde el sector, valoraron los nuevos cambios introducidos en materia de urbanismo en la autonomía valenciana, aunque también pusieron deberes a la Administración: generar suelo industrial para atraer empresas. Pero no solo para que venga una única compañía, sino que se pueda generar un parque de proveedores o prever posibles expansiones.
"Estamos viviendo de rentas y de suelos del periodo 2000-2008, que están aprobados, muchos reparcelados, pero no urbanizados. Por eso vino Edwards, porque había un plan en Moncada aprobado, pero en la chistera no quedan más conejos y en el área metropolitana no existen suelos para grandes parcelas. Hoy en día las inversiones piden 200.000 y 300.000 metros cuadrados y eso no existe en la Comunitat", advirtió el urbanista Alejandro Escribano.