VALÈNCIA. Los ejercicios despiertan la mente, hacen que reflexionemos y sin duda nos plantean cuestiones que no habrían pasado jamás por nuestras cabezas de no ser por haberlas visto reflejadas en un papel. Por lo general si en un ejercicio las respuestas no se asemejan a las de aquella persona que es la primera de la clase mal asunto. Pero… ¿qué pasaría si el ejercicio es de autoreflexión?, desaparecen las respuestas incorrectas y aparece una nueva conexión. Una forma de enfrentarse a uno mismo a través de pequeñas claves, que lejos de pautar un camino que seguir esclarecen algunas cuestiones sobre uno mismo. Es el caso de los cuadernillos de Tat y Cloto (que detrás lleva a Sofia Zaragoza), estas dos artistas valencianas han confeccionado dos pequeños “libritos” que lejos de emplear la tarea que haría un terapeuta o un instructor ayudan a relajarse y conocerse a uno mismo a través de las emociones y los sentimientos.
“Dentro de este cuadernillo encontrarás algunos ejercicios que te harán reflexionar sobre la conciencia que tienes de ti mismx”, con esta advertencia comienza la artista Tat a confeccionar el work (on yourself) book que está plagado de pequeñas preguntas (algunas más difíciles de contestar que otras) que buscan que el lector sea capaz de enfrentarse a ella en una reflexión individual. Esta idea nace de un ejercicio propio, en el que Tat se veía todos los días escribiendo pequeñas afirmaciones y mantras para llevar el día a día, así nace una “plantilla” más o menos generalizada de algunas de las cuestiones que surgen a lo largo de sus meditaciones: “Es una manera de llevar el diseño a la mejoría de la vida delas personas. Quería compartir estas afirmaciones que a mi me han ayudado mucho con los demás, como una especie de prueba para ellos mismos”. En la primera página del cuaderno ya aparece un mensaje sobre este: “No hay respuestas correctas o incorrectas, esto es para tí. Es personal, es único”.
En el interior de este workbook se pueden ver ejercicios que plantean preguntas como: “¿Qué creencias tengo sobre mi mismx? De forma objetiva, ¿son ciertas?” e incluso alguna un poco más intensa como “Si pudiera reprogramar mi mente, ¿qué cosas metería?”. Son solo alguno de los ejemplos de cómo el diseño puede configurar la visión de uno mismo: “Hay personas que me han dicho que hacerlo les ha resultado como ir al psicólogo”, asegura Tat, “hacerlo en sí supone ya un acto de silencio y paz, para que de paso la reflexión”. Lo mismo sucede con el Cuaderno y pack de escritura de Cloto que se compone de autorreflexiones, propuestas al libre pensamiento y un llamamiento al hábito: “En el arte es muy necesario conocerse, para saber qué visión aportas tú. Ya que vas a ser tu quien aporta el arte hay que saber que quieres contar con lo que vas a crear”, y aclara Cloto, “conocerse es crucial para que lo que puedas transmitir tenga un sentido para ti primero que para los demás”.
Dentro de este sentido ambas artistas generan creaciones que contienen partes muy personales de ellas mismas. Una especie de diálogo que lejos de residir nunca más en el pequeño diario con candado de una adolescente ahora se acerca a perfiles adultos que buscan algunas pautas para conocerse y expresarse. Para ambas artistas sus “tareas” eran una manera de desahogarse y entenderse, sin embargo Cloto insiste en la necesidad de poder generar un hábito de este ejercicio, ya que así puede llevar a las personas a entenderse mejor y sanar. Tanto Cloto como Tat aportan a los que los que adquieren el producto su visión, experiencia y años de autoconocimiento, con el motivo de que los demás se beneficien de ello.
Si bien ambas artistas han recibido este aprendizaje con el paso del los años también les resulta crucial saber que lo están haciendo y comunicando bien. Tat cuenta de forma anecdótica que alguna de sus amigas le confesó que era “o comprarse el workbook o decidir ir a terapia”. Si bien obviamente esto solo se trata de una pequeña herramienta para el autoconocimiento en muchos de los casos supone una voluntad directa a sentirse mejor con uno mismo: “Es una especie de plan que tiene una continuidad. Invita no solo a reflexionar sobre lo que quieres cambiar, sino a mantener, agradecer y manifestar lo que está por llegar”. Todo ello con un estilo de lo más teenager con pequeños dibujos y colores pastel que recorren los libros generando un espacio seguro en el que explayarse, donde no hay respuestas incorrectas y en el que el autoconocimiento está por bandera. Una forma de compartir procesos introspectivos y sentirse acompañado y cuidado aunque sea solo a través de un papel.