VALÈNCIA. Hace más de un siglo que nació Josep Renau, convertido a la postre en uno de los grandes cartelistas de ese país del que se tuvo que exiliar, una firma marcada no solo por su militancia política, sino que también puso cara a la València de principios de siglo XX con imágenes como el mil veces reproducido cartel del balneario Las Arenas o el anuncio, encargado por el Patronato Nacional de Turismo, que vendía la ciudad como el “jardín de España”. El escenario político y social ha cambiado mucho desde entonces, pero la tradición gráfica en València se ha mantenido viva, una llama creativa que en los últimos años, además, parece presentarse más vigorosa. La naturaleza efímera de muchas de estas obras, sin embargo, ha hecho que una buena parte de este patrimonio gráfico se haya perdido en el tiempo o no esté catalogado, una ambiciosa tarea que quiere asumir el nuevo museo (virtual) del cartel valenciano.
Es la asociación cultural Russafart, con el gestor cultural Arístides Rosell a la cabeza, y la colaboración clave del diseñador Boke Bazán, que asume la dirección del proyecto, quienes han puesto en marcha una iniciativa que nace con el objetivo de generar un espacio de recopilación, cuidado y divulgación de la producción gráfica hecha desde València y para València, a través de las distintas obras, autores y entidades públicas o privadas que han engrosado el mapa de carteles en las últimas décadas. “València es epicentro internacional del cartelismo, desde Josep Renau o Manuel Monleón hasta la gente que estamos trabajando hoy en día, con un buen número de Premios Nacionales en Diseño, Cómic o Ilustración. Somos muy potentes”, subraya Bazán en conversación con Culturplaza.
En cierta medida, el punto de partida intelectual del proyecto fue la exposición Prohibido fijar carteles. REA, comisariada por el propio Bazán junto a MacDiego en el Centre del Carme, una muestra que, en el marco de la València Capital Mundial del Diseño y poco después del confinamiento, se propuso hacer una fotografía de las dos últimas décadas de producción de cartelería en la Comunitat Valenciana. Esta base de datos, teniendo en cuenta que la exposición reunió en torno a 600 carteles de más de 200 autoras y autores, ha servido como colchón para comenzar a dar forma a este nuevo museo que, en un primer momento, tratará de completar la fotografía del presente y el pasado cercano para, más adelante, sumergirse en la producción del siglo XX.
"No pretendemos hacer una falla que dure un año y ya está. Este es un proyecto que tiene ambición de largo recorrido. En una primera fase vamos a ocuparnos de la producción de los primeros veinte años de este siglo, de los que tenemos mucha documentación gracias a la exposición que realizamos en el Centre del Carme, para después ir actualizando hacia el presente. En las siguientes fases, nos ocuparemos de la década de los 90 y hacia atrás”, subraya Bazán, quien destaca que la “generosa” selección pasará tanto por autores y firmas valencianas como por instituciones que hayan podido encargar proyectos a firmas de fuera, “como pueda ser Isidro Ferrer o Pep Carrió, que sin ser valencianos han firmado proyectos para València”, señala como ejemplo.
El camino hasta llegar al museo no ha sido breve, una idea que ronda la cabeza del diseñador desde hace tiempo y que, en un momento inicial, se planteó como una Bienal del Cartel de València, una fórmula que ponen en marcha con éxito otros países. Algunos de los trabajos de Boke Bazán, de hecho, han sido recientemente seleccionados para la Ecuador Póster Bienal de 2024, que celebrará en noviembre el grueso de sus actividades. Descartada la idea de una bienal o festival local, comenzó a tomar forma la de generar un archivo que pronto derivó en la fórmula de museo virtual, un proyecto en el que llevan tiempo trabajando de manera sigilosa y cuya puesta en marcha está cada vez más cerca.
Será, previsiblemente, antes de que acabe el año cuando el museo virtual del cartel valenciano esté operativo en esta primera fase, centrada en la producción de las últimas dos décadas, un museo que, además, ha contado con la participación de la Conselleria de Educación y Cultura a través de una subvención de 25.000 euros, partida que fue aprobada hace apenas unos días. “Queremos que sirva tanto de fondo documental como de archivo y, también, de promoción de autores valencianos. Trabajamos, además, en una catalogación lo más precisa y extensa posible para estudiantes e investigadores”, relata Bazán. Con el punto de partida claro, ahora solo queda esperar un poco para abrir las puertas -virtuales- del nuevo museo del cartel valenciano.
El jurado de esta edición ha estado integrado por destacadas personalidades del mundo del diseño, entre ellas Rossana y Nicoletta Orlandi, la diseñadora y premio nacional de Diseño, Inma Bermúdez, la diseñadora de interiores Carmen Baselga, la periodista Luján Cambariere e Yves Béhar, diseñador y empresario de Fuse Project (San Francisco)