ALICANTE (EP). Los tres acusados de haber provocado la muerte a tiros en octubre de 2007 del alcalde de Polop de la Marina, Alejandro Ponsoda, han negado este martes ser los autores materiales del crimen y han defendido a. Uno de ellos, Raúl Montero, ha asegurado que inculpó a los otros dos "bajo presión polical y amenazas de todo tipo", mientras que sus compañeros de banquillo han afirmado que el día de los hechos estaban en Sueca en casa de un amigo.
En este juicio se sientan en el banquillo los tres acusados del asesinato, Raúl Montero, Robert Franek y Radim Rakowski; así como el exconcejal de Urbanismo, sucesor de Ponsoda y considerado principal instigador del asesinato, Juan Cano; el empresario Salvador García Ros y los dos responsables del local de alterne Mesalina de Finestrat donde supuestamente se urdió el crimen, Pedro Hermosilla y Ariel Alberto Gatto.
El asesinato tuvo lugar el 19 de octubre de 2007, sobre las 21.20 horas, cuando, según la investigación, los supuestos autores materiales del asesinato, acudieron al domicilio de Ponsoda, en la pedanía de Xirles, y dispararon en tres ocasiones sobre la víctima, a través de la ventana de su vehículo, de los cuales un casquillo le impactó en la cabeza.
Montero, que ha negado la existencia de una reunión con García Ros, Gatto y Hermosilla ha asegurado no conoció a Juan Cano hasta que le enseñaron una foto en los interrogatorios. Asimismo, ha explicado que las tres declaraciones ante el juzgado de la Vila Joiosa, las realizó "bajo el síndrome de abstinencia de cocaína y con la presión de tener una petición de cárcel de diez años por una causa anterior por tenencia ilícita de armas".
Además, a preguntas de las defensas, ha indicado que durante el tiempo que estuvo en prisión provisional fue presionado para que inculpara a Juan Cano, y bajo las "amenazas" de la UCO: "que me iba a comer yo el marrón, que iban a encontrar a mi familia y a contarle lo que había hecho" o "que me iban a matar en algún control".
El acusado, que ha reconocido que fue condenado por tenencia ilícita de armas, ha negado, sin embargo, que se dedicara a la compra-venta de armas y que haya vendido un arma a Salvador Ros.
Por su parte, los también acusados, Radim Rakowsk y Robert Franek, que han trabajado en tareas de seguridad desde 2005 en varios clubes de Altea, Benidorm y València, han afirmado a preguntas del Ministerio Fiscal, que el día del asesinato de Ponsoda se encontraban en casa de un amigo en Sueca.
Ambos han negado a preguntas de la acusación que les encargaran el asesinato, que les pagaran por el asesinato y no saben quién lo pudo hacer. Han reconocido, sin embargo, que fueron detenidos por tenencia ilícita de armas, y una segunda vez con Montero, cuando, según la investigación, iban a cobrar una deuda. Asimismo, han negado la existencia de la reunión en el club Mesalina, donde trabajaron en varios periodos desde 2005.