ALICANTE. El cierre de la startup alicantina de origen belga Pingvalue Spain, adelantado por Alicante Plaza la semana pasada, ha dejado sin cobrar más de dos meses de salarios a la treintena de ingenieros que trabajaban en la firma hasta su cese de actividad, a mediados del pasado mes de febrero. Según ha confirmado a este diario un portavoz de los damnificados, los exempleados de la empresa han iniciado una reclamación judicial para cobrar los meses de diciembre, enero, y medio febrero. En estos momentos, están a la espera de que se pronuncie al respecto el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa).
La desaparición de Pingvalue, que se declaró en concurso de acreedores voluntario hace diez días, cogió por sorpresa a toda la plantilla, aunque en los últimos meses se acumulaban los impagos. La enfermedad del fundador de la startup, Luciano Scatorchia, motivó que el fondo de inversión basado en Luxemburgo que había impulsado el crecimiento de la firma retirase su apoyo, lo que finalmente ha desembocado en el cierre de la empresa. De esta forma, Pingvalue pasó de ser considerada la gran promesa del Big Data aplicado al comercio local a desaparecer sin dejar rastro. Hace seis meses, trasladó su domicilio social desde el Parque Científico de la UMH a un domicilio particular en la ciudad de Alicante, por lo que el concurso ha recaído en el juzgado de lo Mercantil 1.
Pingvalue llegó a Elche en 2016 de la mano de otra empresa del Parque Científico, BranchCreation, especializada en apoyar la implantación de firmas extranjeras en la zona. Hace dos años, obtuvo una subvención de 200.000 euros del Ministerio de Economía, a través del ICEX-Invest in Spain, para financiar sus investigaciones. Tres meses antes, LAR España había galardonado con uno de sus premios Wonderful su proyecto para aplicar el Big Data al comercio. Y la firma se preparaba para lanzar una operación de financiación con criptomonedas.
La idea de la empresa, creada por Scatorchia en Bélgica en 2014, era utilizar el Big Data para que los comercios conociesen mejor los hábitos de sus clientes. A través de una plataforma de software online y app móvil, conectaba al vendedor y los clientes de centros comerciales, de forma que podían interactuar de forma personalizada. De este modo, perseguía acercar el mundo digital al mundo físico, al integrar un sistema de fidelización y gestión sencilla de campañas de marketing y ventas. Antes de entrar en barrena, Pingvalue tenía como objetivo la creación de seis ecosistemas abiertos de innovación continua o Living Labs en Alicante, Elche, València, Mallorca, Madrid, Castellón y Murcia, para alcanzar una población potencial de 16 millones de ciudadanos residentes y más de 25 millones de visitantes extranjeros.