DÉNIA. "En los últimos tiempos se ha notado un descenso paulatino -y preocupante- del llamado Turismo Residencial en la Marina Alta", así comienza su comunicado el Cercle Empresarial de la Marina Alta. Se trata de personas -en su gran mayoría extranjeros- que disponen de una vivienda en la comarca y viven en ella durante buena parte del año, mientras que en verano la alquilan. Según estos empresarios, este tipo de turismo está perdiéndose, lo que repercute negativamente en todos los sectores. Achacan esta sangría a factores fiscales y burocráticos , entre otros, que es posible solventar desde las administraciones públicas.
Esta ha sido una de las principales peticiones que realizadas este miércoles por el Cercle Empresarial de la Marina Alta, entidad que preside Sonja Dietz, al secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, en una Jornada de Convivencia celebrada en el CDT de Dénia, y que también ha contado con la asistencia de los alcaldes de Dénia, Vicent Grimalt; Teulada-Moraira, Carlos Linares; Xaló, Joan Miquel Garcés, y el concejal de Hacienda de Xàbia, Antoni Miragall.
Hay dos asuntos fundamentales. Por un lado, siguen los retrasos y las demoras en la tramitación de los NIEs, documentos identificativos obligatorios para extranjeros que deseen tener actividades legales (como el alquiler turístico), o adquirir propiedades, automóviles, etc. "Las citas para obtener el documento se están dando a cuatro e incluso cinco meses vista, la web no siempre funciona y, además, existe un 50% de absentismo: citas que se dan y a las que llegado el día las personas no acuden bien porque se ha desistido, bien porque se ha gestionado de otra manera, por ejemplo a través de los consulados", afirman en el escrito los empresarios.
"El otro gran factor es la complejidad de la burocracia", afirman. Pasado el trago del artículo 65 de la Ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad de la Comunidad Valenciana, gracias a las aclaraciones introducidas recientemente, ahora planea el fantasma de la reforma de la Lotup. Según ha expuesto el presidente de la Asociación de Empresas de Alquileres Turísticos de la provincia de Alicante (AEA), Mariano Espinosa, con esta nueva normativa se obliga a las casas en suelo rústico que quieran destinarse a alquiler turístico, a pedir una Declaración de Interés Comunitario (DIC) y una licencia de apertura, “aunque estén legalizadas y lleven dadas de alta desde hace años”. El peligro, dado que estos trámites conllevan tiempo y gastos, es que se vuelva a trabajar desde la alegalidad, o se interpongan demandas en los tribunales por parte de particulares contra los ayuntamientos, demandas que se ganarían ya que “si una casa se puede habitar, se puede alquilar”.
El secretario autonómico se comprometió a mediar en la medida de lo posible en estos asuntos, lo que fue acogido con esperanza por parte del sector. Además, contestó también a las demandas formuladas desde otras de las asociaciones que componen CEDMA, como es el caso de la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Marina Alta, AEHTMA, cuya presidenta, Cristina Sellés, pidió que se diera prioridad a los profesionales sobre particulares en el caso de viviendas de alquiler turístico; que se priorice a las empresas turísticas en la adjudicación de los servicios de playas y que se mejoren las señalíticas de las ciudades.
Otro asunto de gran interés para todo el sector fue el planteado por el vocal de CEDMA y representante de Balearia, Josep Vicent Mascarell, quien pidió que ya que está establecido el grado Medio de FP en Hostelería y existe ya un grado Universitario, gracias a Gasterra y la Universitat de Alacant, que se establezca también en la comarca el grado superior de FP. Al parecer, según comentó el secretario, es una cuestión de falta de instalaciones, por lo que el director del CDT, Pepe Vidal, aseguró que si ese era el problema, basta con dotar al centro de más personal y equipo por la tarde, lo que fue acogido con agrado por todos los presentes.