ELCHE. La plataforma cívica Elche Piensa ha vuelto a organizar uno de sus encuentros para dialogar sobre situaciones locales, de forma que se favorezca el diálogo y se fomente la inspiración. En la de noviembre, el foro versó sobre innovación, recibiendo como invitados en La Taula del Milenio a Miguel Pina y Arturo Lizón, CEOs de las empresas Mondraker y Monteloeder, respectivamente, ambas instaladas en Elche Parque Empresarial. Durante el encuentro, los dos directivos compartieron su experiencia al frente de sus compañías con los miembros del grupo.
Arturo Lizón explicó las características de Monteloder, empresa puntera internacionalmente en nutracéutica, y destacó la importancia de la “servitización” de productos para ser empleados por los usuarios como recursos en el entorno de un servicio. Miguel Pina, que dirige una empresa de producción y venta de bicicletas de montaña con presencia mundial, ha asegurado que descubrieron la necesidad de buscar la diferenciación con respecto a la competencia mediante la creación de una marca e identidad propias. Además de las exitosas trayectorias y el posicionamiento de las empresas que dirigen tanto Lizón como Pina, también hubo tiempo en la tertulia para conocer qué opinaba el empresariado sobre cuestiones estrechamente ligadas al desarrollo industrial y la innovación en Elche.
Algunas de las cuestiones que les parecieron más relevantes fueron el potencial de Elche Parque Empresarial, la capacidad de internacionalización de las compañías ilicitanas, el talento humano que genera y atrae el tejido empresarial ilicitano, o la visión comercial y personal que desde sus cargos perciben del municipio en el entorno del Área Funcional propuesta por Elche Piensa. En este sentido, aún con las lógicas diferencias derivadas los productos que ambos fabrican y comercializan, los dos coincidieron al destacar que Elche Parque Empresarial sí otorga, en el ámbito nacional e internacional, reconocimiento a las empresas que allí se sitúan. Matizaron en sus intervenciones que Elche Parque Empresarial, como espacio, no contribuye directamente al fomento de la innovación y que el tejido industrial precisa de mayor empuje innovador.
Cuestiones éstas que, para Lizón, son consecuencia del carácter poco bussiness friendly” que tienen las distintas administraciones españolas. Ambos invitados coincidieron en que el avance no es posible sin apostar por la capacitación empresarial,la inversión, la capacidad de asumir riesgos, así como la captación y generación de talento. Tanto Lizón como Pina valoraron el carácter inquieto y emprendedor de la sociedad ilicitana y lamentaron que no haya un mayor apoyo institucional. Consideraron que para el crecimiento empresarial es imprescindible la estabilidad política, económica y administrativa. Si se da ese escenario se fomenta el desarrollo de nuevos proyectos,añadieron. Los directores generales de Mondraker y Monteloeder afirmaron que disponer de más empresas innovadoras supone un refuerzo para el área funcional que, bien planificada, podría ser beneficiosa para todo el territorio vertebrado en torno a Elche y Alicante. Como afirmó Pina, “ni Elche se entiende sin Alicante, ni Alicante sin Elche”.