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EL SUR DEL SUR / OPINIÓN

Lo que nos espera en 2019

30/12/2018 - 

Comienza un nuevo año, y como aquel que dice, una nueva vida para los proyectos pendientes para la provincia de Alicante y para el resto de la Comunitat Valenciana. Se van a despejar muchas incógnitas -al menos, esa es la esperanza-. La más irremediable, la electoral: tendremos nuevos gobernantes en junio del año entrante. Pero más allá de la pugna de bloques ideológicos, como se va a plantear la contienda electoral, hay otras cuestiones se deberían dilucidar en estos meses.

La unidad patronal

Con la caída de Coepa, Alicante tiene patronales. La CEV, liderada en Alicante por Perfecto Palacio, y Uepal, con Juanjo Sellés como presidente. La gran diferencia que hoy dificulta la unidad es la estructura que debe tener la provincia de Alicante: CEV ya tiene definido su organigrama, con tres virreyes. Sellés es partidario de la unión, pero con Alicante con estructura propia, algo que CEV, por el momento, no está dispuesto a tolerar. Además, hay otro componente de visión de conjunto: CEV opta por no mirar atrás y con un mensaje de construcción; a Uepal, o alguno de sus miembros, todavía les pesa la nostalgia del pasado, y de Coepa, pese a sus desastroso final. 

Las infraestructuras, esa gran asignatura pendiente

El 2019 supondrá el fin de la autopista AP7 de pago, si no hay cambio de criterio. Las elecciones de mayo marcarán ese discurso: el peaje blando no está descartado. Pero pese a ello, la provincia sigue teniendo grandes asignaturas pendiente para ganar en competitividad económica y modernidad. Es verdad que en este mandato se ha desatascado algunos proyectos que la crisis dejó aparcados, como el túnel de la Serra Grossa, o la recuperación de las Cercanías Alicante-Villena. Están encarrilados los accesos al aeropuerto de El Altet, pero la mejora de la red ferroviaria, tanto de Alta Velocidad, como interna, sigue teniendo un horizonte algo oscuro. No sabemos a ciencia cierta cuándo estará la conexión con Murcia, ni con València a través del Corredor Mediterráneo. Ambas conexiones pueden incrementar y multiplicar las posibilidades comerciales.  Y el tren que conecte con el aeropuerto, que sigue siendo una incógnita, por no hablar de la unión con Torrevieja o el tren de la costa hasta Dénia y Gandía. El servicio entre Alcoy-Xàtiva mejora, pero a cuenta-gotas.

Y desgraciadamente, muchas de estas obras dependen de unos Presupuestos Generales del Estado que se sabe qué pasará con ellos. 

La lucha por la Diputación de Alicante

Más allá de los ayuntamientos y el Consell, la gran batalla de 2019 será la Diputación de Alicante. El PP la puede mantener, pero nunca será gracias a disponer de un mayor apoyo electoral. En todo caso, por la suma del bloque de centro-derecha, o inclusive, la hipotética irrupción de Vox en ciudades como Alicante o Elche, que pueden amortiguar la caída del voto popular. La elección de los candidatos de Ciudadanos en Elche y Alicante será crucial para medir su representación y, por tanto, su poder de influencia en la futura corporación. 

La izquierda confía en mantener los resultados -aunque el diputado de Esquerra Unida-Podemos en L'Alacantí también está en el aire- y llevarse el diputado del partido judicial de Villena.

Debate de ideas, personas o territorial

La otra cuestión es saber en qué clave se moverán las elecciones locales y autonómicas: si será un debate de ideas y, por la tanto, de gestión; o, por el contrario, si lo será territorial e identitario, o de personas. La derecha querrá ir a la cuestión territorial; la izquierda, que ha gobernado la mayoría de las ciudades importantes, a la gestión, o incluso a las personas. Ahora bien, en ningún caso habrá mayorías absolutas, o muy pocas. Será una pugna de bloques derecha/izquierda, a no ser que se produzca la coalición PSPV-Ciudadanos en algunos ciudades, como podría ser Orihuela, Benidorm sin descartar la misma Alicante capital. Pero estos comicios ya acaban con muchos dogmas: la lista más votada, sea de derechas o izquierdas, deberá sumar partidos si quiere gobernar. La pugna, insisto, será la suma de bloques. 

El turismo, obligado a 'pescar' en otros destinos emisores

Ante la incertidumbre que puede generar el Brexit, el sector turístico de la Comunitat Valenciana está obligado a compensar posibles fugas en otros mercados emisores. Además de afianzar el mercado centroeuropeo, Rusia, Italia y Portugal se erigen como las principales alternativas, sin olvidar el turismo nacional. El aeropuerto Alicante-Elche sigue sin siendo una puerta de entrada que no para de crecer, pero le siguen haciendo falta buenos partners en el transporte público para que la llegada a los destinos finales sea más rápida y cómoda. Lo que parece claro es que sólo por precio no se podrá competir: hay destinos, como Turquía, más competitivos en ese ámbito. A cambio, la Comunitat ofrece un intangible como la seguridad y tangibles como la calidad de los servicios, el trato y la gastronomía, por citar algunos.

Además de todo es posible que haya otras cuestiones que se conviertan en cruciales para el futuro de la provincia de Alicante, pero la volatilidad que imprime la tecnología a la economía y a la política lo pueden cambiar todo. Nadie puede hacer planes más allá de lo que está marcado en el calendario. Lo único que hay, la negociación del Brexit, y la próxima convocatoria electoral, son una incógnita, como casi todo.

Feliz año, bon any. 

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