ELCHE (EFE). La campaña de hortalizas de invierno en el campo de Elche alcanzará los 19,5 millones de kilos con una merma de dos millones respecto al año anterior debido a la “incertidumbre” en la disponibilidad del agua del trasvase Tajo-Segura, las temperaturas elevadas y el encarecimiento de los inputs que los agricultores emplean para sacar adelante los cultivos.
La estimación de la campaña este año es de 19,5 millones de kilos, un 10% menos que la cosecha de la temporada anterior, cuando se alcanzaron los 21,5 millones, según ha explicado el presidente de Jóvenes Agricultores Asaja Elche, Pedro Valero, junto con el alcalde ilicitano, Carlos González, durante la presentación de la campaña en el restaurante Nugolat.
Entre los factores destaca el aumento de costes por el encarecimiento de los inputs que los agricultores emplean para sacar adelante sus cultivos. Destaca la crecida del precio de los abonos, que han registrado un aumento de más del 70 por ciento.
También las temperaturas inusualmente cálidas durante este otoño-invierno, que no han favorecido al desarrollo de las hortalizas de las distintas pedanías ilicitanas.
En este sentido, el cultivo estrella de la zona, la alcachofa, es la que más ha acusado estos problemas. Esta campaña tan solo se cultivarán 600 hectáreas, un 25 por ciento menos que una campaña normal y la producción no pasará de los 10 millones de kilos.
Otro de los factores de la merma de la cosecha es la incertidumbre en la disponibilidad de agua para riego del trasvase Tajo-Segura ante la aprobación inminente del nuevo plan hidrológico del Tajo que contempla el aumento de los caudales ecológicos.
Según Valero, el trasvase Tajo-Segura es “esencial” para el mantenimiento de la agricultura del Camp d´Elx, una actividad que además de “aportar un importante valor económico a nuestra ciudad, es fundamental en el dinamismo, la vida y la fijación de la población en nuestras pedanías”.
Por su parte, el alcalde ha mostrado su apoyo a los agricultores del campo ilicitano que “realizan un trabajo con un extraordinario valor para la dinámica económica del municipio”. Además, considera que el Gobierno debe tomar una decisión sobre el trasvase que tenga como “referencia el posicionamiento fijado por el Consejo de Estado que propicia el equilibrio entre la cuenca cedente y la receptora”.