Enrique Ortiz. Foto: APALICANTE. La firma Cívica Construcciones y Contratas, de la familia Ortiz, ganó en el año 2020 unos 6,7 millones de euros, una cifra que supera los 4 millones de euros que sumó en el año 2019, según indican las últimas cuentas depositadas por la empresa alicantina, que es la 'joya de la corona' de Grupo Cívica, dedicada a la prestación de servicios mediante la concesión de saneamiento y limpieza, a la construcción y reparación de obras y la explotación de estacionamientos de vehículos. No obstante, el año de la pandemia ha pasado factura en el volumen de ventas, que pasó de los 13,1 millones de euros en 2019 a los 11, 2 millones en el año de la covid-19. En este sentido, la compañía cuyo consejo de administración preside Laura Ortiz, hija del empresario Enrique Ortiz -consejero delegado-, no realizó ERTE.
Según los datos aportados en su informe de gestión, la firma explica que la compañía ha mantenido estables sus cifras de negocio de la gestión de UTE Alicante y con "ingresos excepcionales" de la UTE Carretera Ibiza-San Antonio. En febrero de 2020, la empresa adquirió la mitad de la participación en esa UTE por un importe de 2,5 millones de euros.
Así, también exponen que los ingresos financieros por dividendos otorgados de sociedades del grupo y vinculadas disminuyeron por la política de dotar a estas filiales de más recursos financieros ante eventuales riesgos por la pandemia.
En las cuentas del año 2020, también aportaron datos de la gestión de riesgos de operaciones y de liquidez. En cuanto a las operaciones, la firma Cívica Construcciones y Contratas a pesar de la coyuntura por el Estado de Alarma durante 2020, no tuvo que parar su actividad al considerarse un sector esencial y adaptaron turnos y sus medidas de seguridad entre sus empleados. La empresa tiene un tercio de la participación en la UTE Alicante, que realiza la limpieza viaria y gestión de residuos en la ciudad alicantina. En cuanto a la liquidez, "para asegurarla y cumplir con todos los compromisos de pago" la empresa contaba con 11,1 millones de euros en 2020 (fueron algo más de 4 millones en 2019). Asimismo, preveían que en 2021, con los flujos de caja esperados, se permitiría la financiación de capital circulante y los compromisos de pago.
En 2019, como contó este diario, el constructor alicantino Enrique Ortiz, aceleró la transición de su imperio empresarial a sus hijos. Dentro de Grupo Cívica, dimitía de su cargo como administrador único de dos de las principales mercantiles de su grupo, Cívica Fomento Inmobiliario y Hormigones Tizor, y situaba al frente a sus dos hijos, Laura y Enrique Ortiz Carratalá, como administradores solidarios.
Se trataba de un movimiento formal, según explican fuentes próximas al empresario, para una transición iniciada hace ya unos años cuando sus hijos se incorporaron a la dirección de las distintas empresas que componen el Grupo Cívica. Laura Ortiz ya se incorporó con todas las atribuciones a la dirección del imperio cuando en 2017 Ortiz le cedió el control de Inusa, miembro de la UTE concesionaria de la limpieza.
