ALICANTE. El sector inmobiliario ha pisado el freno en los últimos trimestres, pero pese a todo sigue aguantando el tipo, gracias fundamentalmente a la fidelidad del comprador extranjero, que sigue protagonizando 4 de cada 10 operaciones en el litoral de la Costa Blanca. Mientras la provincia mantiene el ritmo, otros destinos similares como la Costa del Sol se descuelgan. Así lo refleja el estudio 'Vivienda en la costa, salud del sector inmobiliario español', elaborado por la proptech alicantina Sonneil, especializada en la venta de segunda residencia en el litoral sobre todo a extranjeros.
Este análisis, elaborado a partir de los datos de las estadísticas trimestrales del Colegio de Registradores de España, pone de manifiesto la situación de ambas regiones, que han experimentado una desaceleración asimétrica en cuanto a la llegada de compradores extranjeros. Así, se evidencia "una cierta ralentización de las ventas en la Costa Blanca durante 2019, con cifras inferiores a las del periodo anterior, pero mayores al nivel de las registradas en 2017". En el periodo analizado, de enero a octubre de 2019, se ha observado una tendencia de crecimiento en Alicante, marcada por la estabilidad. En cambio, en la Costa del Sol se han reducido las ventas a valores por debajo de 2017.
"Esta situación, lejos de tratarse de una ralentización preocupante, responde a un movimiento común del mercado, ya que tras periodos de gran crecimiento se tiende a una estabilidad mayor. En Costa del Sol se ha notado más en los ritmos de ventas de los promotores, fundamentalmente por unirse a una cierta ralentización. El crecimiento histórico experimentado en la Costa del Sol en lo que a visados de obra nueva se refiere, ha superado a la Costa Blanca en un 50% en el último año, un hito que no se había logrado desde 2012", ha explicado Alfredo Millá, CEO y fundador de Sonneil.
En cuanto al tipo de comprador que accede a estas viviendas, la Costa Blanca se sitúa a la cabeza en cuanto a inversión internacional, ya que el 41% de las personas que han comprado una casa durante el periodo analizado son extranjeros. Le sigue la Costa del Sol, con un 28% de residencias en manos de personas de otros países, Baleares con un 27% y Murcia con el 20%. Entre las nacionalidades más habituales se encuentran británicos, franceses, escandinavos y belgas.
"Si bien no se disponen de datos exactos sobre compra de segunda residencia, estas cifras pueden ser extrapoladas para conocer la situación del mercado en este sentido. El uso que se le da a estas viviendas suele ser vacacional, lo que pone de manifiesto tanto la apuesta a nivel internacional por el sector inmobiliario español, como la estima hacia la calidad de vida, oferta cultural, de ocio y social", ha continuado Millá. Este tipo de compradores se inclinan normalmente por viviendas de segunda mano, de entre 60-90 metros cuadrados. En cuanto al formato, suelen elegir chalés y apartamentos en residenciales entre cuyas zonas comunes se encuentren piscina y jardín. Asimismo se inclinan por viviendas próximas a campos de golf o playa y puertos deportivos.