La UTE Urbahormar ya puede crear la nueva unidad en el vertedero de Els Cremats de Elche

ELCHE. En la Junta de Gobierno de este viernes el bipartito se han concedido varias licencias de obra mayor, entre las que destaca la que se le otorga a la UTE Urbahormar (formada por Urbaser y CHM), actual adjudicataria de la gestión de la planta de
residuos de Els Cremats. Como adelantó este medio, se trata de una licencia para modificar y ampliar la fase 5 y fase 6 de la Celda 2 del vaso de vertidos —el vertedero— número 2 y para la ampliación de la balsa de lixiviados —los líquidos que generan los residuos—.

Esta nueva celda supondrá una unidad para acumular los residuos y en las que una vez finalizada su vida útil, la montaña de residuos se sellará. Durante este año se va a sellar la que ya está colmatada y se abrirá esta Celda 2 para la que la UTE solicitó la licencia. Como explicó Alicante Plaza, tienen un plazo de ejecución de cuatro meses y medio para dejar lista esta celda. Para ello se invertirán 1,7 millones de euros.  “Lo que se pretende es facilitar el
desarrollo de la actividad de la planta”, señalaba el portavoz Héctor Díez. Como ya ocurrió con la Celda 1, se diseña el vaso de vertido —el volumen total del vertedero— de modo que el balance de tierras (extracción-terraplenado) sea mínimo pero el suficiente como para generar suficiente excedente para acopios que servirán como material de cobertura, bien de las fases en explotación, bien para la construcción de nuevas fases. Para la actual se aprovechará material excedente de la excavación para la formación del propio vaso de Fase V-VI o sucesivas.

Esta Fase V-VI ocupa un total de un total de 33.443 m². En cuanto a la cota prevista de residuos, ésta será de 243 metros, que tras el sellado a realizar una vez que se haya alcanzado la cota máxima de vertido será de 245,60 metros. Se espera que el sellado tenga una vida de al menos 30 años. En total, la explotación durará 9 años y la previsión es que el vaso se llenará en 2030. Entonces habrá que sacar a concurso la gestión del mismo. Una vez finalizada la vida útil de esta fase y la capacidad de almacenaje de residuos de este nuevo 'vertedero', será íntegramente restaurada paisajísticamente e integrada en su entorno, "por lo que la alteración del paisaje será prácticamente nula", defiendía el estudio de integración paisajística.