El rector de la Universidad de Alicante, Manuel Palomar. Foto: APALICANTE. La Universidad de Alicante (UA) se prepara para el nuevo curso que empezará tras el verano, el primero postcovid, y ya tiene diseñadas las líneas maestras de su nueva oferta. El campus alicantino quiere 'huir' de las clases por turnos según apellidos u otras fórmulas similares, y para ello trabaja en un modelo híbrido de clases presenciales y online, según explican fuentes del centro.
Esta propuesta se concreta en mantener las clases presenciales con la limitación de aforo correspondiente (aún por definir) en función del aula, y que al mismo tiempo la clase se pueda seguir por videoconferencia. De esta forma, una vez completado el aforo del aula, si se da el caso, los alumnos que se queden fuera podrán asistir a la clase desde su propio portátil o con un equipo de la universidad. Las mismas fuentes consideran que esta fórmula no será necesaria en todas las clases, dado que estiman que muchas no completarán su aforo.
Pero para el caso de que sí se agote el espacio permitido, con este modelo no se establecerían cuotas o listados de asistencia para cada día, sino que se seguiría el orden de llegada: una vez alcanzado el cupo, el siguiente alumno que llegase ya tendría que recurrir a la videoconferencia para seguir (y participar) en la clase. Para ello, la UA estudia habilitar espacios próximos a las aulas donde se pueda utilizar el terminal correspondiente para conectarse, según estas fuentes.
Y para ello, el actual equipo directivo de la universidad (cabe recordar que las elecciones a rector eran en mayo pero se aplazaron por la pandemia) quiere ser lo más independiente posible de las grandes multinacionales que ofrecen los servicios más populares de videoconferencia, cuyo uso se ha disparado con el teletrabajo durante el confinamiento. Así, la UA ha creado su propio servicio, al estilo de Zoom, Microsoft Teams o Google Meets, al que ha bautizado como Aula Virtual (de hecho, los alumnos matriculados podrán acceder al servicio desde su perfil del Campus Virtual).
El rector de la UA, Manuel Palomar, pidió hace unos meses al Vicerrectorado de Tecnologías de la Información que desarrollase su propio servicio de videoconferencia para no depender de las licencias de los grandes desarrolladores. Las mismas fuentes explican que, en previsión de que este curso (y de ahora en adelante) esta forma de impartir clases pase a ser habitual, el centro no quiere ser cautivo de un eventual aumento del precio de las licencias que descuadre su presupuesto.
El Aula Virtual ya está en fase beta desde hace unas semanas, y se prevé que en breve comience a implementarse la versión definitiva, según estas fuentes. Disponer de su propio servicio de videoconferencia no solo permite a la UA ofrecer el citado modelo híbrido de clases, sino también afrontar posibles confinamientos selectivos, si llegara el caso, para aquellos alumnos afectados que no puedan desplazarse hasta el campus.
Para ponerlo en marcha, como contó en su momento este periódico, la UA aprobó a finales de abril destinar 2,3 millones de euros a la mejora de la capacidad TIC del campus (entre otras medidas, con el Aula Virtual), así como a poner en marcha distintas medidas de acción preventiva y a un 'fondo covid' para distintas contingencias. Tras anular las elecciones a rector en mayo, está previsto que el centro vuelva a convocarlas en el primer consejo de gobierno del próximo curso.
