ELCHE. En la sesión plenaria del pasado lunes el pleno aprobó de forma unánime la ampliación de la tutela arqueológica a la zona del Recinto Histórico Artístico (RHA), es decir, toda la Vila Murada hacia el Este incluyendo el Convento de la Merced y la Casa Palacio de Jorge Juan, y la zona del Raval y el Salvador. En definitiva, a los barrios que conforman el 'casco histórico' de la ciudad, es decir, el Núcleo Histórico Tradicional (NHT). Sin embargo, además de obligar a realizar excavaciones arqueológicas antes de hacer cualquier remoción de tierras, esta modificación del Plan General en ciernes supone dos cuestiones: la primera, que se armonizarán urbanísticamente las nuevas viviendas acordes al casco histórico, y la segunda, que se incluirán los Baños Árabes del mercado y los dos refugios bajo el mismo como elementos protegidos.
Tras la aprobación en el pleno queda la última exposición pública antes de la luz verde definitiva por parte de la Conselleria de Cultura, que venía ejerciendo esa vigilancia de facto en obras de la zona. Ya se tenía que solicitar permiso en el caso de aparición de restos antes de autorizar las obras. Eso sí, esta modificación va más allá de solo esta tutela arqueológica. De una parte, esta modificación del Plan General dota de protección ambiental a esta zona "no permitiendo la sustitución indiscriminada de edificios y exigiendo que su conservación, implantación, reforma o renovación armonicen con la tipología histórica", indica, y tampoco permite la demolición de edificios, salvo la declaración de ruina o que esté programado el inicio de las obras de nueva construcción del solar en el plazo de un mes.
El expediente señala que el Recinto Histórico ha sufrido un proceso de sustitución "indiscriminada" de las tipologías tradicionales y que su principal característica de esta zona es la imagen y calidad urbana de la trama edificatoria, "ya que es en ella donde se concentra la casi totalidad de los edificios protegidos como de interés artístico, histórico y cultural de la ciudad". No es el único plan en trámite que abordará estás cuestiones, aunque sí el que a priori se aprobará antes. En este sentido, el nuevo Plan Especial para el Bien de Interés Cultural (el actual es de 1968) del casco histórico de armonizará su urbanismo: no permitirá alterar edificabilidad y procurará la adaptación morfológica de aquellos inmuebles que resulten disonantes con la caracterización propia del conjunto.
Por la otra parte, se modificarán los artículos 15, 17 y 18 del Plan General. En el 15, relativo al catálogo de protecciones, quedará reflejado que figuran en él las Áreas de Vigilancia Arqueológica del Recinto Histórico Artístico y del Raval-Salvador, pero también los Baños Árabes de la Vila Murada de la Plaça de la Fruita, y los dos refugios de la Guerra Civil bajo el mercado: el 3B y el 3C. Junto a las dos áreas de tutela arqueológica, el Catálogo de Protecciones del ámbito urbano pasaría por el momento a tener de 21 a 26 elementos según el Plan General.
Así mismo, en ese Artículo 17 se añade que respecto a la existencia de restos arqueológicos, y las dos áreas arqueológicas:
Para obtener la licencia en los solares incluidos en algunas de estas Áreas de Vigilancia Arqueológica, el promotor deberá aportar ante la Conselleria competente en materia de cultura, un estudio previo arqueológico que determine la posible afección arqueológica de las mismas y proponga, en su caso, las cautelas técnicas a adoptar. El Ayuntamiento no concederá ninguna licencia o permiso sin que se haya obtenido la autorización de la citada Conselleria.
Y en el 18, sobre el Recinto Histórico Artístico:
Para la obtención de licencia de obras en los solares ubicados en el interior del recinto Histórico-Artístico de la ciudad, serán preceptivos los informes de la Conselleria competente en materia de cultura, en lo referente a la integración de la edificación en el entorno arquitectónico. Respecto a la existencia de restos arqueológicos, la totalidad del Recinto histórico artístico está incluido en el AVA 1 “Recinto Histórico”, en consecuencia, el promotor deberá aportar ante dicha Conselleria un estudio previo arqueológico que determine la posible afección arqueológica de las mismas y proponga, en su caso, las cautelas técnicas a adoptar. El Ayuntamiento no concederá ninguna licencia o permiso sin que se haya obtenido la autorización de la citada Conselleria.
No obstante, como apunta el expediente, por ahora en esta modificación del Plan General se incluirán las fichas de sendas áreas arqueológicas al catálogo de protecciones, pero no aún las de los Baños Árabes y refugios, que están aún en trámite junto con la Conselleria de Cultura. Eso sí, mucho más retrasados de lo que se preveía. No obstante, ya se incluirán en el Plan General y se mencionarán como parte del catálogo de protecciones.