el sur del sur / OPINIÓN

La responsabilidad de la CHS

6/10/2019 - 

El fair play político suele durar poco. Y en el caso de las catástrofes, lo peor que le puede pasar a su gestión es que caiga en el olvido. Es decir que las ayudas no lleguen a su destinatario. De momento, en el caso de los municipios de la Vega Baja, el aparato administrativo de la Generalitat tiene tensión y funciona. Pero no cabe duda de que la Vega Baja va a ser un campo de batalla electoral entre PP y PSPV por la gestión. En el caso de los populares porque es uno de sus principales feudos electorales; en el caso de los socialistas porque quieren patrimonializar (y entiendo, que rentabilizar) la gestión: no ha dejado que entre nadie de Compromís, por conseller que sea, y de Podem a cuenta gotas (sólo por la cuestión de Vivienda y posiblemente por la buena relación entre Martínez Dalmau y el president). La estrategia del PP ha sido más clara: los alcaldes se han movido en el margen institucional, con agradecimientos a todos aquellos que los han visitado; los azotes los ha soltado la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, con mejor o peor suerte.

El otro gran debate es político y ha versado en analizar qué grado de responsabilidad tuvieron los gestores de la Confederación Hidrográfica del Segura para que los efectos de las lluvias causaran más o menos daños o qué fue inevitable. No voy a entrar en la cuestión técnica porque no entiendo, pero recomiendo el análisis elaborado por nuestro compañero Carlos Pastor a raíz de las opiniones de varios expertos. 


El presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, ha querido monopolizar el debate de la investigación de la CHS. ¿Con mejor o peor suerte? El tiempo lo dirá, en caso de que esa investigación se consume -creo que después del 10N comienza otra partida, muy diferente a la que estamos viviendo-, pero desde luego si se hace será con mucho riesgo. ¿Por qué? Más allá de que los actuales gestores asistieran o no a una reunión o hicieron caso de las advertencias de los regantes sobre la limpieza del río, aquí el debate son las infraestructuras y la inversión que se ha hecho en los últimos años porque es lo que verdaderamente ha fallado. Y creo que en ese debate, quien puede salir más escaldado es el PP. La duda que tengo es si el fin es que el PP se reconcilie con ese electorado, el de los regantes, que hayan mutado a Vox, o en menor medida a Cs, o quiere que el asunto se cuele en campaña electoral. O es eso, o tiene poco que ganar. Bueno, sí: votos.

La propia denuncia de los representantes de los juzgados de agua de la Vega Baja advierten de la peligrosidad de algunas infraestructuras que pudiera haber complicado más los efectos la gota fría, como es el caso de la construcción de la vía rápida de acceso a Orihuela, que convirtió la rambla de Abanilla en un talud mortal para las industrias de Puente Alto. Esa obra fue inaugurada en 2010 y su promotor, la Generalitat, estaba en manos del PP. La otra es la situación de la motas de los ríos: los regantes vienen advirtiendo de su fragilidad desde 2017, después de la riada de 2016; es decir, que llueve sobre mojado. ¿Qué pudo hacer algo más la actual CHS de lo que hizo? Claro que sí. Mañana lunes, Alicante Plaza publicará una entrevista con el alcalde de Guardamar, el socialista José Luis Sáez, donde se revelan algunos fallos de coordinación, previsión y emergencia. Pero no de ahora, de hace mucho tiempo.

Pero visto lo visto esta semana, y de la manera que se ha encajado, hasta el punto que el texto que incita a la investigación a la CHS es de Compromís en la Diputación de Alicante, da la sensación de que esto es más política que otra cosa. Y que había que encajarlo ahora y al precio que fuera.

Y que incluso los regantes, que son o han sido los más beligerantes en esta cuestión, porque son los que conocen mejor el río, han sabido marcar distancia y en su texto han puesto en el mismo saco a PP y PSOE.

Es lícito que se haga política, la duda es toca hacerlo ahora o cuando la normalidad se haya recuperado. Y ¿hacerlo en campaña electoral? Pues esa es la cuestión. A la vista de lo ocurrido, está claro que fallaron muchas cosas, pero sobre todo que los gobiernos nunca se acordaron en demasía por un verdadero mantenimiento del río, con infraestructuras con garantías. La responsabilidad es de la CHS, pero de hace años.

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