Foto: RAFA MOLINA.BENIDORM. La patronal hotelera de la Comunitat Valenciana, Hosbec, hizo publico este lunes el último monitor para conocer el comportamiento del turismo durante los meses de julio, agosto y septiembre. Momento que coincide con los de mayor actividad este año debido a que ha estado en pleno funcionamiento tras el desconfinamiento que se inició a finales de junio. Sin embargo, la pandemia ha hecho estragos en los alojamientos, como ha ido informando este diario, y esto se ha notado en la rentabilidad de los hoteles.
Así, según los datos aportados por Hosbec, los ingresos de los establecimientos por habitación disponible (RevPar) de Benidorm se quedaron este verano en 35,38 euros. Esto es un 58,86% menos de lo que obtenían en 2019, cuando la cifra estaba en 85,99 euros. Se sitúa no obstante por encima de la media nacional, que cayó de los 78,57 euros a los 33,78 euros, es decir, un 57% menos por la crisis sanitaria, lo que significa que la ciudad de los rascacielos sigue la tendencia del conjunto de destinos del país.
Por lo que respecta a los precios, no cambia tanto: la tarifa media estaba en 99,08 euros y pasa a 93,9 euros. Así, teniendo en cuenta la ocupación media durante estos meses, la rentabilidad podría haber quedado lastrada en gran parte por la caída de clientes.
La patronal destacó que en general, la actividad hotelera ha caído un 80,7% con respecto a 2019, ya que solo se han registrado 730.643 pernoctaciones en el destino, frente a los cerca de 3,8 millones del tercer trimestre de 2019. El número de establecimientos abiertos cayó a la mitad, de ellos, un 45,3% de las habitaciones de hotel disponibles en Benidorm fueron ocupadas, frente al 91,2% que se alcanzó en el mismo período del pasado año.
La caída más acuciada y que ha perjudicado a gran escala en al capital de la Costa Blanca es el turismo internacional, que bajó un 86,8% y las pernoctaciones un 91,4%. Además, las estancias también se acortan: este año han sido de 3,3 días de media, lo que supone casi dos días menos de las realizadas el pasado año.
Uno de los efectos más crueles de la pandemia está en los empleados. Durante estos tres meses analizados, un 64,3% menos de trabajadores han prestado servicio en los 69 establecimientos hoteleros abiertos, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
La Costa Blanca, sin Benidorm, ha tenido un comportamiento parecido al de la capital turística. En cuanto a la rentabilidad, ha caído un 52,25%, pasando de los 83,85 euros de 2019 a los 40,04 de este año. Hay que tener en cuenta que la provincia ha recibido un 55,4% menos de viajeros alojados en hoteles, lo que ha supuesto una reducción del 71% de las pernoctaciones hoteleras en los meses de julio, agosto y septiembre de 2020 con respecto a 2019.
Asimismo, según los datos del INE, 334 hoteles de media han estado abiertos al público durante los meses de julio, agosto y septiembre, es decir, un 19,3% menos. Con todo, la ocupación hotelera media del conjunto de la Costa Blanca (incluyendo Benidorm) ha sido del 47,6% y las estancias se han acortado hasta los 2,7 días de estancia media.
Como en la ciudad turística, el 80% de las pernoctaciones hoteleras registradas han sido realizadas por viajeros españoles. Como se recordará, el turismo internacional se ha visto muy afectado por la crisis de la pandemia y solo registra 353.000 pernoctaciones. A mediados de temporada el gobierno británico decretó confinamiento para los pasajeros de los vuelos procedentes de España, lo que mermó las posibilidades de viaje.
Finalmente, la patronal destacó que el empleo se ha visto seriamente afectado y el número de trabajadores en hoteles es un 52,1% inferior al del tercer trimestre de 2019.
