ALICANTE. Un año y medio ha pasado desde que se estrenara en Elche La mort i la donzella. La multipremiada obra de danza que ha sido un auténtico revulsivo para el sector de las artes escénicas en la provincia de Alicante y en la Comunitat Valenciana. El balance es arrollador. La producción del Institut Valencià de Cultura dirigida por la coreógrafa ilicitada Asun Noales vio la luz en el festival Abril en Danza, también coordinado por la bailarina, y desde entonces no solo arrasó en los últimos Premios de las Artes Escénicas Valencianas con el montaje más galardonado, sino que más tarde cosechó tres premios MAX, siendo también la obra más reconocida junto a El bar que se tragó a todos los españoles, de Alfredo Sanzol.
En todo este tiempo ha pasado por Elche, Alcoy, Valéncia y otras muchas ciudades de la Comunitat, pero ahora se podrá ver por primera vez en la capital de la provincia. Por un lado, se representará el espectáculo de danza La mort i la donzella este jueves, 10 de febrero, en el Teatro Principal de Alicante. Por otro, el documental Intramur: el procés de creació de La mort i la donzella, que se proyectará en Teatre Arniches un día antes, este mismo miércoles, 9 de febrero. Así lo ha explicado este martes la delegada territorial del IVC, Alicia Garijo, que ha presentado estas citas junto a la coreógrafa y al cineasta Pepe Andreu, de Suica Films.
El espectáculo transita en el cuarteto de cuerda n.º 14 en re menor de Franz Schubert, La muerte y la doncella, del que hace una revisión contemporánea en la que vida y muerte se cruzan. Así, la coreógrafa se plantea el paso prematuro de un estado a otro partiendo de un cuerpo orgánico en el que la vida persiste con sus latidos hasta que se convierte en un frágil suspiro. Un encargo que le llegó en plena crisis sanitaria por el coronavirus. Momento en el que la muerte estaba presente más que nunca. "Ha sido una oportunidad para mostrar todo el potencial creativo que llevaba silenciado muchos meses tras el confinamiento", describe la autora. Salió, según explica, "como un torrente de creatividad". Un proceso que fluyó y que, a la vista del resultado, le ha permitido vivir "uno de los grandes momentos" de toda su trayectoria.
Con coreografía y dirección de la ilicitana, que esta vez opta por no subirse al escenario y permanecer en un segundo plano para centrarse en las tareas de coordinación, la obra cuenta con Alexander Espinoza, Rosanna Freda, Mauricio Pérez, Juliette Jean, Salvador Rocher, Carmela García y Eduardo Zúñiga en el elenco. Una pieza que incorpora en su equipo artístico a figuras de la talla de Gustavo Ramírez como asistente y Luis Crespo para la escenografía, así como el iluminador Juanjo Llorens, galardonado también en los Premios MAX con el reconocimiento a la mejor iluminación, además de añadir el vestuario de Victoriano Simón.
"La mort i la donzella es el bellísimo resultado de la ilusión, el esfuerzo y el trabajo de muchas personas", afirmaba Alicia Garijo durante la presentación, en la que se ha mostrado muy orgullosa de poder recibir en Alicante esta producción propia del IVC que se gestó en Elche y que, además, llega por partida doble. "Desde Cultura de la Generalitat se sigue apostando año tras año por dar voz, luz y escenario a nuestros artistas a través de las producciones propias, que a veces tienen más de una vida", a afirmado. Y es que "tenemos la oportunidad de abrir boca en el Arniches con esta pieza audiovisual que nos permite colarnos en las tripas del espectáculo", ha añadido.
El documental, dirigido por Pepe Andreu y Rafa Molés, hace una inmersión en el proceso de creación de esta pieza de Asun Noales. "Nuestra intención era mostrar este viaje y hacer también partícipe al espectador, para que conozca lo que hay detrás del espectáculo, detrás de ese muro que vemos en la obra y lo que desvela de sus creadores, principalmente de Asun, que nos abre su mente y su corazón para ver como esa idea inicial se convierte en movimiento, en forma, en luz y en oscuridad", ha descrito Pepe Andreu.