ALICANTE. Un mercado de 35 millones de personas, que durante la crisis mundial logró crecer al 5,5% anual y que ahora lo sigue haciendo al 4%, que ha apostado por la industrialización y las energías renovables para superar al tradicional sector primario. Y con vocación de ejercer como puerta de entrada de las empresas españolas al resto de África. Así se presentó Marruecos este lunes en el VI Encuentro con Países Mediterráneos organizado en Alicante por Casa Mediterráneo, y que se inauguró con un foro empresarial en el que participaron el secretario de Estado de Exteriores, Fernando Valenzuela, y los respecttivos embajadores de España y Marruecos, Ricardo Díez-Hochleitner y Karima Benyaich.
La embajadora del Reino Alauí destacó que Marruecos es en estos momentos un Estado moderno, más dinámico y abierto, que ha iniciado un camino de consolidación del estado de derecho y que ofrece por tanto una gran estabilidad y seguridad jurídica para las empresas. De ahí que sea el principal destino de las inversiones de los países europeos fuera de la Unión. A 14 kilómetros de España, Benyaich destacó la vocación de puerta de entrada a África de su país, para lo que abogó por establecer alianzas entre empresas de las dos orillas para aunar el know how español y la influencia marroquí tanto en el Magreb como en el África subsahariana. Un mercado de 1.300 millones de consumidores espera.
Entre los sectores económicos más pujantes, la diplomática destacó la automoción, con 400.000 vehículos fabricados al año y el objetivo de alcanzar un millón el año que viene; el aeronáutico; el textil; o las energías renovables, con un plan de la monarquía alauí para alcanzar el 40% de energía de fuentes renovables en 2020, y el 52% una década después. Sin olvidar el turismo: el año pasado vinieron 900.000 marroquíes de turismo a España, más que españoles hicieron el camino inverso (800.000). También hay oportunidades en el sector inmobiliario, con una fuerte demanda de construcción de viviendas sociales, y por supuesto en el sector primario, con un plan también para modernizar las pequeñas explotaciones.
Todo ello aderezado con la inminente mejora de la conectividad entre Alicante y Marruecos, como se destacó durante el foro tanto por las autoridades marroquíes como por las españolas. En junio empezarán a operar dos conexiones aéreas desde el aeropuerto de Alicante-Elche con Nador (precisamente la región donde opera la empresa alicantina Vectalia, cuyo consejero delegado, Antonio Arias, estaba entre el público) y con Casablanca, que se suman a la línea entre València y Marrakesch.
Además de Vectalia, cuyo caso de éxito protagonizó la intervención de la embajadora, Benyaich citó otros ejemplos de empresas alicantinas que vienen operando en su país desde hace años, como Confectionary Holding, el grupo propietario de los turrones El Lobo y 1880, que desde 2005 tiene en Marruecos plantaciones de almendros y olivos; o Asacpharma, que cuenta con una planta de fabricación en Casablanca desde 1993. Otras firmas de la Comunitat Valenciana con una intensa relación con Marruecos son la propia Mercadona, que realiza compras de varios productos en el Reino Alauí, o Jobelsa, que fabrica interiores de automóviles.
Las exportaciones de la Comunitat Valenciana a Marruecos alcanzaron los 722 millones de euros en 2018, un 11% más que el año anterior. El país es el octavo destino mundial de las ventas al exterior de la Comunitat, que envía sobre todo cerámica, automóviles, y piel y cuero para calzado. A la inversa, el 23% de los productos que se importan desde Marruecos son pescado y moluscos, según explicó la embajadora. "Este será el séptimo año como principal socio comercial de Marruecos, se puede hablar ya de una relación estructural". El saldo de la balanza comercial es de 242 millones de euros a favor de la Comunitat.
El secretario de Estado de Exteriores, por su parte, destacó que España y Marruecos llevan una década trabajando en una relación estratégica, y consideró que el futuro de los dos países está ligado. Valenzuela recordó la visita de los Reyes de España al país vecino en febrero de este año, cuando se firmaron 11 tratados, seis de ellos de índole ecomómica. "Estamos en el inicio de una nueva fase de la relación que tiene que ser más innovadora y añadir el término 'global'", señaló. Entre las áreas que abren dichos acuerdos destacó la energía (España vende a Marruecos el 15% de la electricidad que consumen), las interconexiones aéreas y marítimas, o la creación de un consejo empresarial. El secretario de Estado destacó que 17.000 empresas españolas comercian con Marruecos y 800 están implantadas allí.
El embajador español en Marruecos, por su parte, calificó al país de "socio económico" y consideró que las empresas españolas deben aprovechar el dinamismo que muestra la economía marroquí, con "un clima de negocios cada vez más favorable a España". Díez-Hochleitner destacó que Marruecos es el segundo mejor país del mundo árabe para hacer negocios, según el ranking del Banco Mundial, donde ha subido 70 puestos en siete años, y puso como ejemplo grandes inversiones como la de Siemens Gamesa, que ha abierto una fábrica de palas, o las plantas termosolares que va a construir un consorcio de empresas españolas. Entre los sectores más pujantes, enumeró la automoción, el textil, las renovables, el agua (también es española la mayor desaladora mixta del país), el agroalimentario y el turismo.
