ALTEA (EFE). La sexta edición de la Costa Blanca Bike Race (CBBR), carrera de ciclismo de montaña que se disputa en las modalidades de pareja e individual, arranca este jueves en Altea con más de novecientos participantes, récord histórico de la competición.
En la competición, enmarcada en el calendario de la Unión Ciclista Internacional (UCI) nivel S2, conviven ciclistas profesionales y aficionados y se ponen en juego, en la categoría élite, puntos para optar a la clasificación para los próximos Juegos Olímpicos de Tokio.
La CBBR ha sido presentada este miércoles en Altea con la presencia de los ediles de las localidades de Polop, Altea, Alfaz y Finestrat, las sedes principales por los que trascurrirá la carrera, de cuatro etapas.
El director de la prueba, Fermín Egido, destacó que este año se va a vivir “la mejor edición” de todas tanto por el número de participantes como por el recorrido, que ha tenido que ser rectificado como consecuencia del reciente temporal Gloria.
“Sin embargo, aún nos ha salido un trazado mejor”, dijo Egido, quien destacó el aumento de un treinta por ciento de la participación y la gran presencia extranjera, ya que estarán presentes corredores de treinta países.
Las etapas, que serán más largas de lo habitual, con distancias de sesenta kilómetros, tendrán salida en Altea y finalizarán en Finestrat, las antenas de la Sierra Helada, Polo y, por último, el Altea el próximo domingo.
El acto de presentación también ha contado con personalidades del deporte y participantes, como el ex ciclista profesional Joaquim ‘Purito’ Rodríguez, o los pilotos de motociclismo Héctor Barberá y Jaime Masiá.
Entre los ciclistas élite destaca la presencia del portugués Tiago Ferreira y el holandés Hans Beking, los noruegos Martin Siggerud y Erik Haegstad y los españoles Pablo Rodríguez y Carlos Coloma, medallista en los últimos Juegos Olímpicos de Río.
En mujeres, la bosnia Lejla Tanović y Rocío del Alba parten como las máximas candidatas al triunfo final.
Egido agradeció a todos los municipios su colaboración, pero lamentó la poca implicación de otras instituciones, ya que desveló que, pese al altísimo nivel y el impacto turístico y mediático de la prueba, la Diputación ha reducido la subvención de 50.000 euros a 8.000.
“Nos lo comunicaron hace unos días y ha sido un varapalo grande. Hemos tenido que hacer un esfuerzo muy grande para no perder un ápice de calidad y seguir creciendo. Vamos a hacer la mejor edición, pero con menos apoyos”, lamentó el organizador, quien indicó que en otras zonas de España las instituciones sí se están volcando con este tipo de eventos.