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vivir en comunidad en la tercerda edad

La comunidad de ‘oro’ empieza su andadura en Alicante City

Más esperanza de vida, más independientes, activos y dueños de sus decisiones para determinar cómo vivirán la etapa dorada. El movimiento cohousing inicia esta semana el primer taller de su andadura para convertirse en comunidad. Con esta nueva acción, la provincia será de las primeras del país en tener dos proyectos. Elche ya mira suelo y estudia modelos de gestión. Los séniors toman el mando de sus propias construcciones.

11/09/2017 - 

ALICANTE. La Organización Mundial de la Salud estimó este año que la esperanza de vida en España podría situarse en 83,47 años en el caso de los hombres y 88,07 años en las mujeres para 2030. Las mejores expectativas han traído nuevos planteamientos de vida y los que ahora son jubilados no se reconocen bajo esa denominación. El cohousing es una de las respuestas que han cogido auge, porque representa la opción de vivir en comunidad de acuerdo a unas normas y a un planteamiento de vida que pasa por la actividad, la vitalidad, la sostenibilidad y la convivencia con valores.

La ciudad de Alicante empieza esta semana a trabajar con su primer taller del que podría salir la segunda comunidad de ‘oro, pues el grupo de Elche ya se encuentra en fase avanzada. Sus protagonistas apuntan a una sencilla razón: Elegir cómo y con quién envejecer. El incansable trabajo de Prudencio López, portavoz y alma mater de la Organización No Lucrativa Senior Vida Sostenible, se va consolidando a través de un grupo de trabajo que cree firmemente en que es necesario cambiar modelos para contar con un futuro sostenible, un futuro factible que rompa los malos hábitos y estándares.

Las estructuras familiares se han diversificado y los nuevos mayores quieren romper, no sólo con la tradición de que sus hijos los cuiden, sino con la idea de asumir roles estáticos. No quiero jugar a las cartas o que me arrinconen”, dice Amparo Tesisio.

“Las estructuras familiares se han diversificado y los nuevos mayores quieren romper, no sólo con la tradición de que sus hijos los cuiden, sino con la idea de asumir roles estáticos. No quiero jugar a las cartas o que me arrinconen”, dice Amparo Tesisio, madrileña de origen y ahora afincada en Guardamar. Ella forma parte junto a Lola Varcárcel y María Luisa López del grupo de personas que van a formar parte de la primera comunidad cohousing de la provincia.

Las tres asistieron en junio a la charla de presentación que Prudencio López impartió en El Claustro de Alicante el pasado junio ante una sala totalmente llena, a pesar del sofocante calor, y dispuesta a escuchar que hay alternativas a las residencias de mayores que hoy conocemos. Junto a ellas el arquitecto Javier Alfonsea y Antonio Coll, responsable social en Elche y el que ha puesto su experiencia de empresario al servicio de este proyecto en calidad de socio fundador de la ONL.

El “fenómeno de la madurez” lo expone con claridad matemática y prospectiva López: “En 2015, el 43% de la población española tenía más de 45 años, hablamos de 20 millones de personas y la previsión es que para 2020 ese grupo suponga el 59% de los habitantes del país”.

Aquella charla coge forma esta semana y supone empezar a construir una comunidad desde abajo. El “Manual de Senior Cohousing” de Charles Durrett es una guía que se traduce en talleres y contrariamente a lo que se pueda pensar el primer capítulo no es el dinero o el suelo. “Es un proceso difícil”, apunta Amparo, quien desde que se jubiló no ha perdido su vitalidad, sino que la ha alimentado con este grupo embrionario donde no conocía a nadie. “El modo de cómo lo vamos a hacer es lo que se consensua. El dinero no es lo más espinoso”, asegura.

Sus compañeras de aventura coinciden en este aspecto a pesar de tener claro que estamos ante una opción diferente. “No vamos a envejecer, vamos a convivir”, matiza Lola Valcárcel, una administrativa aún en activo reflexiona sobre la pérdida de la cercanía en las relaciones, pero también apunta a la lucha por su independencia. “A mi hija y a mi hermana le parece genial”, comenta. En este sentido, María Luisa, también ilicitana, da una de las claves: Independencia. “No quiero una vejez de estar en casa. Me la imagino muy activa” y lo piensa cuando aún no ha cumplido los 60 años.

Llega el final de dejar a los hijos un pisito

“La gente confunde el cohousing con una comuna; pero es un concepto muy distinto”, señala esta ilicitana con dos hijas que ven la idea de maneras muy distintas. Su profesión –administrativa en una notaría- la convierte una buena conocedora de la realidad y del apego español por la propiedad; sin embargo, cree firmemente en el futuro de este movimiento. “Pienso que la propiedad se va a quedar obsoleta. No estamos trabajando para comprar un piso, sino para disfrutar y dejarles a nuestros hijos una buena educación y que aprendan a buscarse las castañas”.

En 2015, el 43% de la población española tenía más de 45 años, hablamos de 20 millones de personas y la previsión es que para 2020 ese grupo suponga el 59% de los habitantes del país

Pero ellas son parte interesada, en el buen sentido de la expresión del grupo embrionario ilicitano; no obstante, su visión coincide con la de Javier Alfonsea, un arquitecto técnico que ha querido diferenciar a su empresa AC Ingeniería y Arquitectura con valores diferenciales. “El código ético es una cuestión de confianza, de valores internos. Soy de la opinión de que el modelo está cambiando, al igual que el familiar. El esquema va girando. Esto de comprar una vivienda con veinte y pico y de aquí no salgo hasta que me muera… está cambiando”, asegura desde su experiencia. Alfonsea, quien trabaja en la ciudad ilicitana, enumera las dudas del grupo y avanza que ya se han estudiado algunos solares.

La transparencia y la ética presiden cualquiera de los proyectos de cohousing, según sus principios. Es el urbanismo sostenible y, sobre todo, no especulativo al que Prudencio López decidió dedicar toda una nueva etapa de su vida. En este camino, entró Antonio Coll, ex gerente de una empresa. A sus 61 años es uno de los cofundadores de la plataforma que agrupa a los séniores que como él se niega a tirar toda su experiencia a una zanja o a olvidarla sobre una mesa de dominó. Su papel es uno de los más delicados y difíciles porque es el velador de los dineros, además de formador en este proceso de creación de los grupos.

Empieza, pues, la aventura de la comunidad de ‘oro’ en Alicante con la motivación de ver cómo ya funciona en la plaza de América un centro intergeneracional. Un modelo, según Prudencio López. Pero para quienes tengan en su memoria a las televisivas “Chicas de Oro”, Lola y Amparo advierten: “Hay que tener muchísimas ganas. Es un trabajo interno y con el grupo. No cambiamos el mundo, pero sí nuestra realidad cercana”.

Red Vida Sostenible

El origen del cohousing se sitúa en el norte de Europa, en concreto, en Dinamarca. El movimiento se extendió y se adaptó en los Estados Unidos, donde series de televisión como Las Chicas de Oro. Esta propuesta empezó a coger forma en la provincia de Alicante de la mano de Prudencio López y un pequeño grupo de personas que se agrupan en la Organización No Lucrativa «Sénior Vida Sostenible”.

El equipo fundacional es multidisciplinar formado por arquitectos, ingenieros, coachers y publicitas. Nombres como Javier Alfosea, Antonio Coll, Manuel Alfosea, Carmen Ojeda, María A. Sánchez, Francisco Rosser, Romana Tiozzo, José Bobecik y el arquitecto José Luis Campos, quien recibiera hace poco menos de un año el Premio Architizer al Mejor Edificio del Año por su edificio administrativo de La Nucía.

“Pienso que la propiedad se va a quedar obsoleta. No estamos trabajando para comprar un piso, sino para disfrutar y dejarles a nuestros hijos una buena educación y que aprendan a buscarse las castañas”, dice María Teresa López

Su web es un recopilatorio de experiencias y artículos que tiene varios ejes sobre los que se sostiene el movimiento. En primer lugar, la puesta en valor de la persona que tiene más de 50 años y mira hacia esa nueva segunda o tercera fase de su vida. Acciones de mentoring, talleres y actividades trabajan sobre un mensaje de autoestima y mucho más.

El bien común es la otra pata de la mesa. Una columna de la propuesta de vida sostenible por la que apuesta el cohousing. Prudencio López es un conferenciante reconocido en este campo y sus intervenciones se pueden ver en videos y recortes de prensa.

Los ejemplos y las experiencias muestran una realidad factible. El ejemplo más conocido en nuestro país está en la localidad de Torremocha del Jarama (Madrid) promovida por Trabensol. La red la completan espacios situados en Málaga, Valladolid, Horcajo de Santiago en Cuenca, San Miguel de Meruelo en Cantabria, Jaén, El Vendrell en Tarragona y en distintos puntos de la provincia de Madrid. Todo apunta a que Elche puede ser la próxima.

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