ELCHE. La ilicitana Simplicity Works se convierte en una de las compañías seleccionadas por la Comisión Europea para acceder a los 627 millones de euros del programa Accelerator, la mayor ronda de financiación impulsada hasta el momento por el Consejo Europeo de Innovación (EIC). De esta forma, la firma con sede en Elche se suma a la reducida lista de 99 startups y pymes seleccionadas entre más de 4.000 candidaturas para llevar nuevas y "prometedoras" tecnologías al mercado, con el objetivo de impulsar avances en ámbitos como la industria, la medicina o la revalorización de residuos, entre otros.
Gracias a esta nueva inyección económica, compuesta de una subvención de más de 1,8 millones de euros y la entrada en un fondo del Banco Europeo con participación privada de otros 15 millones de euros, la compañía alicantina seguirá avanzando en el desarrollo e integración industrial de su tecnología 3D Bonding, un sistema creado para sustituir la costura y el pegado de las distintas partes del calzado por un proceso de unión mediante la inyección química de polímeros. Esta tecnología ha recibido recientemente el reconocimiento a la mejor tecnología Next Textile Generation en los premios Open Call for Deep Tech and Deep Science Startups del Foro Transfiere 2021, tras situarse como finalista en la categoría “Industria 4.0” en Hello Tomorrow, el mayor evento sobre deep tech del mundo.
"Estamos muy satisfechos de poder formar parte de un programa como Accelerator, no solo por la importante inyección financiera que aporta a nuestro proyecto, sino porque supone reconocer el valor estratégico y el enorme impacto que nuestra tecnología puede tener para la industria del calzado, impulsando la relocalización de la producción en Europa, y en particular, en España", explica Adrián Hernández, fundador y managing director de Simplicity Works. "Además, la financiación de este programa nos permitirá completar la construcción de nuestra planta piloto con mayor rapidez, por lo que podremos adelantar nuestro primer gran evento con inversores y fabricantes de calzado de toda la Unión Europea", añade el directivo.
La designación de la Comisión Europea también sitúa a Simplicity Works como una de las 11 startups y pymes españolas beneficiadas por este fondo, la única que ha presentado un proyecto focalizado en la industria 4.0. En su evaluación del proyecto, el jurado del programa manifestó "haber quedado impresionado por la novedad de la tecnología, sus aspectos medioambientales y sociales positivos, el historial de la compañía, la motivación de su equipo y su capacidad de tracción con sus socios y primeros clientes". Los miembros del organismo también han destacado el impacto positivo que la tecnología de la compañía española tendrá en la industria del calzado, así como en la creación de puestos de trabajo en la Unión Europea.
La llegada de financiación europea está teniendo un papel clave para la industria española del calzado, cuya apuesta por tecnologías disruptivas como la creada por Simplicity Works se ha materializado en proyectos de gran calado como Eco Challenge. Esta iniciativa, que pretende volver a traer a Europa buena parte de la producción de calzado que se fabrica en Asia, cuenta con la participación de más de 50 empresas y organizaciones del sector, entre las que se encuentran destacadas compañías como Pikolinos, Jeanología, Zahonero, Hilaturas Ferre, Asti o Grupo Soledad, además de entidades como Fice, Avecal, Aecc e Inescop. Eco Challenge se encuentra a la espera de conocer si su participación en la convocatoria del Ministerio de Industria para la identificación de los Perte (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) para el sector dotan al proyecto de un impulso aún mayor, tras conseguir el apoyo de la Generalitat Valenciana, que ha identificado la oportunidad de apoyar esta iniciativa sectorial del calzado.
"En un momento en el que la falta de suministros ya está teniendo impacto en distintos sectores, es fundamental apostar por tecnologías innovadoras que nos ayuden a tener procesos productivos autosuficientes. Un tejido industrial competitivo pasa, más que nunca, por la integración de avances que realmente supongan un salto respecto a la forma de fabricar que hasta ahora conocemos", concluye Hernández.