La CEV pide a Puig que se vuelque para acompasar los cambios de fase y no crear dos economías

ALICANTE/VALÈNCIA. La patronal autonómica, y especialmente sus miembros alicantinos, no oculta su preocupación por la dicotomía que se ha creado en la Comunitat Valenciana al dividir el ámbito del desconfinamiento en áreas de salud, y posibilitar con ello que algunas comarcas hayan avanzado a la Fase 1 mientras las más pobladas permanecen en la 0. Así se lo trasladaron empresarios alicantinos al jefe del Consell, Ximo Puig, en la reunión mantenida este jueves.

Según explican fuentes conocedoras del contenido del encuentro, la CEV Alicante pidió al presidente de la Generalitat que se vuelque para garantizar el mayor acompasamiento posible en los avances de fase durante el desconfinamiento: esto es, que toda la Comunitat pueda avanzar (o retroceder, llegado el caso de un repunte) de forma simultánea, y no como sucedió el pasado viernes, cuando el 80% de la población permaneció en áreas confinadas: Alicante, Elche, València y su área metropolitana y Castellón y la mayoría de su provincia.

La petición, defendida por los miembros alicantinos del comité ejecutivo y enarbolada por el presidente de CEV Alicante, Perfecto Palacio, busca evitar que se genere en la Comunitat, ya bastante castigada por el cierre de la actividad terciaria (turismo y hotelería, el 15% de su PIB), una economía de dos velocidades, en la que unas zonas puedan avanzar con aperturas de negocios y llegada de visitantes, y otras permanezcan con las persianas bajadas.

"No tiene sentido que los bares de La Vila pueda abrir y los de El Campello, a 10 kilómetros, sigan cerrados", argumenta uno de los empresarios presentes en la reunión. "Hay que trabajar para que toda la Comunitat pase a la vez a la Fase 2, y lo antes posible, porque es absolutamente fundamental activar ya la economía". La CEV autonómica hizo suya la petición de los alicantinos, según estas fuentes, aunque las normas del desconfinamiento impiden 'adelantar' plazos: este viernes quienes se quedaron en Fase 0 podrían pasar a la 1, pero para avanzar otra vez deben transcurrir 15 días. 

En la reunión también se abordó, a petición de CEV Alicante, la orden del Ministerio que impone una cuarentena a los extranjeros que lleguen a España. La patronal, como la asociación de promotores, alerta de que va a desincentivar la venta de vivienda (los extranjeros compran la mitad de los inmuebles que se venden en la Costa Blanca), y pide derogarla "inmediatamente". El ministro de Sanidad matizó este jueves que la medida es temporal mientras dure el estado de alarma, pero en cualquier caso la restricción a la movilidad postergará la firma de escrituras como poco hasta julio, a juicio del sector.

Carta a Pedro Sánchez

Por otro lado, la patronal autonómica ha dado cobertura al Consell con el envío de sendas cartas al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al ministro de Sanidad, Salvador Illa, para expresarles su disgusto por la escasez de rigor y transparencia en el tratamiento a la Comunitat. Los argumentos coinciden con los manifestados públicamente por el jefe del Consell durante la primera mitad de esta semana sobre la supuesta falta de motivación objetiva en el tratamiento diferenciado de los veinticuatro departamentos sanitarios. 

De hecho, como el president, los empresarios de la Comunitat reprochan al Gobierno que aún no haya revelado los criterios por los que parte de la Comunitat sigue en fase cero. Según trasladan fuentes de la organización empresarial, en la misiva también se quejan del escaso margen de maniobra con el que cuentan para adaptarse a decisiones que afectan de forma relevante a sus negocios publicadas en el BOE a escasas horas de su entrada en vigor y, con frecuencia, en fin de semana.

Sin ir más lejos, la decisión ha supuesto un importante quebranto para los empresarios de las zonas en Fase 0, cuyos comercios ya contaban con poder reabrir desde este lunes. Además, la CEV pide al Gobierno que los empresarios sean tenidos en cuenta en la comisión de reconstrucción del Congreso y que los argumentos económicos o empresariales pesen tanto o incluso más que los sanitarios en las decisiones que aún haya que tomar hasta la superación de la pandemia del coronavirus.