Las conclusiones del informe el Estado de la biotecnología en la provincia de Alicante, impulsado por la Asociación de Empresas de Biotecnología de la Provincia de Alicante (AEBA), revelan que se trata de un sector de alto valor añadido, basado en la investigación y el talento, con capacidad de generar empleo estable y bien remunerado, que está empezando a tomar el relevo a los sectores tradicionales de la provincia y apunta a convertirse en un factor clave en la diversificación económica, como complemento a corto y medio plazo de la estructura industrial actual, e incluso podría tomar el relevo, a largo plazo, a los más intensivos en mano obra poco cualificada.
Este trabajo de análisis realizado por el equipo de ATAMA Estrategia Responsable, con el patrocinio de la Diputación de Alicante, el primero que aborda estas cuestiones, muestra que el 58,33 % de las nuevas empresas creadas provienen de la iniciativa privada, empresarios de sectores tradicionales que ven la oportunidad de invertir en biotecnología, mientras que el 33,33% son Spin off de universidades o centros de investigación.
Otros datos relevantes sobre las posibilidades que ofrece la biotecnología es que la facturación media está entorno a los diez millones de euros, frente a los 13 de la media nacional. Estos datos dejan claro que existe margen de crecimiento, como se puede constatar en lo ocurrido desde 2015, cuando la facturación media de la provincia de Alicante era de 8,8 millones, lo que evidencia una progresión relevante.
La biotecnología se segmenta en cuatro áreas: roja (salud humana), azul (marina y acuicultura), blanca (industrial) y verde (salud animal, medio ambiente y forestal). De todas ellas es, sin duda, la roja la más representativa con el 57,14% de las empresas que operan en el sector; le sigue la verde con el 32,14%; después se sitúa la azul con el 7,14%; y, finalmente, la blanca con el 3,57% de empresas.
El estudio hace algunas propuestas para el futuro, entre las que sobresalen que para su consolidación y transformación en un clúster necesita generar más masa crítica de compañías del sector y auxiliares. También considera que es preciso avanzar en la colaboración público-privada, sobre todo para realizar una transferencia más fluida del conocimiento y las investigaciones al sector productivo, en este sentido los proyectos que apuesten por el valor añadido y el talento deben encontrar un mayor respaldo institucional.
Para el desarrollo de las empresas, es necesaria una financiación, puesto que en la actualidad su ausencia es el factor que más fracasos causa en el sector. En esta línea, es necesario mejorar los procesos de financiación pública y privada para las empresas, puesto que los actuales no se adecúan a las necesidades de las firmas.
Para un mayor reconocimiento, hay que realizar un proceso de identificación de las empresas para generar un registro específico del sector y de los subsectores, puesto que la falta de datos agregados en los epígrafes empresariales en la exportación impide conocer la incidencia real del sector en la economía.
Pero el área que mas llama la atención, en una provincia donde la precariedad laboral e inestabilidad en el empleo está muy relacionada con la estacionalidad propia de la actividad , son los datos sobre empleo. En el 2017 , el 93,70% de los trabajadores, lo eran a jornada completa y el 90,29 tenían un contrato indefinido.
Los altos niveles formativos y de experiencia que requiere el sector , para ser una característica muy importante para esta estabilidad del empleo , baste decir que el 4,72% de los empleados son Doctores y el 23,58% Grados Universitarios, y el porcentaje de trabajadores con educación secundaria es del 38%.
Es necesario que mejore el marco de ayudas a la I+D, tanto en volumen como en calidad. Los planes de apoyo deben ajustarse a los requisitos del sector, como la plurianualidad, las especificidades del proceso investigador y los recursos que necesita para que los apoyos sean estables y coherentes con el sector.
Son necesarios más incentivos fiscales, equiparables a los de otros países desarrollados con los que compiten las empresas. Las empresas de biotecnología tienen una tendencia natural a la internacionalización y hay que facilitarles el proceso de salida al exterior.
Es necesario aprovechar la existencia de casi 1.000 grupos de investigación de vanguardia y de unos equipamientos adecuados en sectores como el de la salud humana.
Por último, sería necesario aprovechar que las universidades de la provincia de Alicante aportan recursos humanos bien formados y cualificados, para generar un sistema que permita salvar las dificultades que tienen las empresas para retener el talento porque no pueden asumir los sueldos ni generar las oportunidades de investigar que se ofrecen en otros centros con más presencia del sector como Madrid y Barcelona o en el extranjero.
Andrés Antón es presidente de la Asociación de Empresas de Biotecnología de la Provincia de Alicante.