Una de las fábricas de áridos y gravaELCHE. Desde 2014, después del boom inmobiliario y épocas pretéritas en las que la ley urbanística no estaba tan desarrollada, la Generalitat Valenciana permite a los propietarios de viviendas o compañías en suelo no urbanizable regular sus construcciones. Una forma de aflorar las mismas para devolverlas a la legalidad sin recurrir a sanciones o demoliciones. Este año, el director general de Urbanismo, Vicente García Nebot, acudía a Elche para abordar la situación con los técnicos municipales y recordar que el plazo de la normativa se ha ampliado y los interesados pueden acogerse a este plan de minimización para reducir el impacto ambiental de sus construcciones. Hasta entonces, de las 300 firmas que el Seprona ha localizado en terreno rústico en Elche, tan solo una quincena han solicitado su regularización, aunque poco a poco van goteando nuevas empresas que se interesan por la iniciativa, sean talleres, fábricas de calzado o empresas vinculadas a la construcción.
Ambas administraciones han optado por un punto intermedio para no perjudicar actividades ya asentadas, aunque el asunto generó polémica en algunos colectivos por el agravio comparativo hacia quien empezó su negocio o vivienda con todo en regla. Durante estas fechas, progresivamente algunas firmas han ido solicitando esta regularización en el servicio territorial de Alicante. Como ya dio cuenta este medio, lo hizo Levantina de Mezclas Bituminosas, en Torrellano, hay otras fábricas del sector, así como otras de calzado, talleres de coches y otros establecimientos los que también están en trámite para conseguir la Declaración de Interés Urbanístico (DIC) que permita regularizar su situación. Tienen que presentar estudios paisajísticos y en los casos en los que proceda, ejecutar algunas actuaciones en sus instalaciones o la recuperación del entorno inmediato.
Entre las compañías que lo han solicitado y que son conocidas está por ejemplo Zapatilleria Ilicitana, conocida comercialmente como Berevëre, ubicada en Matola, que lo hizo en septiembre de 2019. Está en una parcela de más de 14.000 metros cuadrados y es una firma de más de 40 años de antigüedad. Como otras fábricas de calzado ubicadas en el Camp d'Elx, la costumbre durante los 70 era ubicar los negocios junto a las viviendas de los propietarios. Era una época en la que apenas había polígonos industriales y normativa sobre ordenación o planeamiento urbanístico. La compañía propone un canon anual de 3.214,77 euros, que suele calcularse en base al 2% del valor de las instalaciones.
No es la única firma de calzado que ha solicitado la regularización. Ha hecho lo propio Dplantex, de fabricación de plantillas anatómicas, ubicada en Daimés en un terreno de más de 20.000 m2, con un canon propuesto de 5543.34 euros y un valor de las instalaciones de más de 277.000 euros. La compañía lleva en activo desde 1975, elaborando plantillas anatómicas de caucho y corcho para la elaboración de sandalias tipo Bio. Relacionada con el calzado, también se ha acogido a esta normativa Adornos Digital Rótulos, dedicada a la fabricación de rótulos y carteles publicitarios para el sector, así como la fabricación, compra, venta y comercialización de toda clase de apliques y fornituras para el calzado. Está en Maitino, en una parcela de 70.000 m2, solicitando la DIC y un canon de 4797, con unas instalaciones valoradas en menos de 240.000 euros.
Por otra parte, otra compañía veterana que está entre las que ha dado el paso al frente es Materiales Cano, que lleva más de 30 años en La Hoya. Una planta industrial de valorización de residuos de la construcción, demolición, y podas para fabricación de áridos reciclados y pelets, ubicada en un terreno de 31.000 m2. Propone canon de 5.765 euros y la valoración de sus edificaciones es de 288.299 euros. También son varias las empresas de áridos e importantes, que están en estos trámites, como Aglomerados del Sureste, dedicada a la fabricación de hormigón y aglomerados asfálticos y contratista habitual de Elche y alrededores. Está ubicada en Alzabares y fue fundada por Francisco Serrano Aznar en 1984. Está en una parcela de 60.000 m2, con instalaciones de un valor de casi 380.000 euros y con un canon de 7.582 euros. Otras del sector que lo han pedido son Excavaciones Transperiquín, de áridos y gravas, que tiene 87.000 m2 de terreno en La Hoya, o Transportes y Áridos El Papá, en Daimés, con una parcela de 36.000 metros.
En cuanto a otras empresas, destaca Desguaces Hurtado en Vallongas, de los propietarios de Recyfruit (compañía de transporte cítricos para industria); Plastinher Urban en Alzabares, de productos plásticos; Polirecuperados, también de plásticos en el Pla de Sant Josep; la Cerrajería Durá, en Valverde; Agromecánica Maciá, en Algorós, y distintos talleres vinculados también al uso agrícola en otras partidas rurales.
