ALICANTE. Desde los años 70 el pop escandinavo es una apuesta segura. Empezaron los suecos y ahí siguen, con su modelo entre kitsch y mainstream. Pero en lo que llevamos de siglo, sus primos-hermanos noruegos les están comiendo el terreno a marchas forzadas. En diez añitos, bandas tan heterogéneas como MØ , The Knife o Of Monsters And Men, divas de la electrónica de la altura sonora, vocal y la presencia escénica de Robyn, Lykke Li o Annie, o cacharreros digitales del nivelazo de Röyksopp, están teniendo la presencia en circuitos comerciales y también en los festivales indie de medio mundo, en las pistas de baile más cool y en los clubs más exquisitos.
A toda esta fauna se les unieron, allá por 2007, unos chavalines de 15 años, con su disco de debut, Down to the earth, que utilizaban el eufónico nombre de Kakkmaddafakka. Hasta donde yo sé, eufónico también en noruego y en sueco. Con reminiscencias de ese motherfucker tarantiniano, parado por el cedazo del buen rollo. Lo suyo no era epatar, ni sorprender, ni fascinar, lo suyo era hacer bailar y poner de buen humor. Unos Franz Ferdinand preadolescentes que todavía no conocían ni a The Cure. Años más tarde, dos discos más a sus espaldas, Hest (2011) y Six months is a long time (2013), el descaro sigue presente, también la bullanguería que les aporta ser un grupo numeroso encima del escenario, pero ya conocen a The Cure, a Talking Heads, Dire Straits, el tecno, New Order, Joy Division. Sus hits Restless y Forever Alone ya suenan a acné adolescente al lado de los temas del nuevo disco que vienen a presentar, este KMF (2016), y los dos cortes que les han servido de avanzadilla, Galapagos y Young You. Punteos, ritmos lentos y evocaciones que, sin llegar al nivel onírico del Hollow Talk de Choir of Young Believers, sí los aleja de la alegre camaradería de las fiestas veraniegas de San Juan, los lagos ya no tan helados y los fiordos regados por el sol del norte.
Tal vez esta madurez les otorgue el lugar en la primera división del pop escandinavo que de momento su candidez les había escamoteado. Yo sigo apostando por la diversión.
Para la presentación de este KMF , la gira española se encuentra dentro del Budweiser Live Circuit . Y sólo aquí los podrás encontrar. El viernes 25, en la sala The One de Sant Vicent del Raspeig.
“Este año se cumplen 5 años de programación del Budweiser Live Circuit, y hemos decidido celebrarlo con la banda que más nos ha hecho reir, bailar y disfrutar en directo: los noruegos KAKKMADDAFAKKA. Será su única visita a España en 2016 –no los busques en los festivales de verano- y además presentarán en directo su nuevo disco KMF. Un trabajo donde los noruegos levantan ligeramente el pie del acelerador tras una década ofreciéndonos hits rompepistas como Restless, Forever Alone o Touching, incendiando los grandes escenarios de festivales por medio mundo, y revolucionando los modales de la escena indie-pop”.