ALICANTE. Josep Antoni Duran i Lleida (Alcampell, 1952) ha visitado esta semana Alicante para presentar su libro, El riesgo de la verdad (Planeta), dentro de las veladas literarias del Maestral. Quien fuera en su día uno de los políticos mejor valorados de España, repasa sus vivencias políticas, cómo ve el conflicto catalán, su posible solución, el resultado de las elecciones del 28A y la Comunitat Valenciana, con la victoria de Ximo Puig. Esta fue la conversación con Alicante Plaza.
-¿Qué trata de transmitir en su libro?
-El libro son unas memorias, y por lo tanto, unas memorias de una actividad política, desde el final del franquismo, yo entro en política, a militar en un partido política en 1974, hasta el colapso del independentismo, que conlleva mi salida de la política. Y eso es la sinopsis que quiere ser el libro, con el riesgo de la verdad, la verdad siempre tiene riesgo. En estos momentos se amplifican los riesgos por dos razones: primero, porque estamos ante una sociedad muy polarizada, y por tanto, de entrada, una parte de la sociedad no está predispuesta a lo que se diga es cierto; y segundo, porque ya nadie sabe dónde está la verdad.
-¿Ve alguna solución al conflicto catalán?
-Los bloques están muy distanciados, si hablamos de la situación política catalana en particular, que está muy condicionada por la española, donde los bloques también están muy distanciados. Llevará mucho tiempo. Como toda crisis, la catalana necesita decantarse del todo. No habrá decantación total hasta que no haya una sentencia del Supremo del juicio del procés y si no hay una administración política de esa sentencia. No imagino una posible solución con dirigentes con condenas de 8, 10 ó 12 años de prisión. Por tanto, será necesario buscar, y no será fácil, una salida política a la sentencia del procés. Y a partir de aquí, mucho diálogo, reconocer la realidad, y los errores. Y lo que digo siempre: la política es siempre que todas las partes pierden para ganar todos. La política es diálogo, y el diálogo es sentarse a una mesa, ceder, concertar y pactar.
"Tras el juicio del procés, debe haber una administración política de esa sentencia"
-El resultado de las elecciones del 28A han ayudado a solventar algo la cuestión…
-No ayudan a resolver nada, pero indican que se tienen que resolver porque, evidentemente, Cataluña condiciona la gobernabilidad de España. No hay mayoría, no hay una mayoría sólida que garantice estabilidad en España si no se cuenta con el independentismo. Y aquellos que han hecho de la aplicación del artículo 155 su primera medida, ahora están litigando entre ellos para ver quién lidera la derecha. El 28-A consagra la división de la sociedad, de la catalana y de la española. En esta segundo, es verdad que el PSOE gana por pocos votos no se reproducen las dos España de Machado. El sistema electoral le permite a la izquierda tener muchos más diputado que el otro bloque.
-Qué solución ve, entonces, para Cataluña. Si descartamos la independencia, ¿pacto fiscal? ¿volver al Estatut inicial? ¿Referéndum?
-La solución en Cataluña no es sólo una cosa. Deberá ser un status político global, donde una propuesta de financiación, que Cataluña debe entender que no será solo para Cataluña. El concierto no lo ve posible: los independentistas deben ser conscientes de después de su aventura frente a España, será mucho más difícil negociar lo que antes ya se negociaba. Pero si debe haber una propuesta de financiación, de la que Comunitat Valenciana también debe salir beneficiada. Otros deben entender que no pueden seguir el mismo nivel de gasto.
"Para Cataluña, hay que buscar una solución con el reconocimiento de una realidad nacional desde un punto de vista cultural-lingüística"
Está claro que no puede haber un referéndum, y estaría bien extraerlo como una como una de las condiciones para la autodeterminación porque no lo prevé la Constitución española, ni la europea; ni la práctica internacional de Naciones Unidas tampoco sitúa a Cataluña de los casos posibles. Pero habrá que buscar una solución con el reconocimiento de una realidad nacional desde un punto de vista cultural lingüística. En su día cuando se incluyó el término nacionalidades en la Constituciones no fue porqué sí, detrás hay una realidad política. Habrá que buscar una mayor consagración de la España plural respecto a esta realidad y al mismo tiempo aceptando que España es una nación, aunque realmente es una nación de naciones. Estaría bien aplicar una enmienda constitucional, que la planteé en su día y que su autor es Miguel Herrero de Miñón, que no consagrara un status diferente para que no perjudicara a nadie, pero que reconociera esta especificidad nacional-lingüística de Cataluña.
"El político tiene la obligación buscar el equilibrio permanente entre el sentimiento y la razón"
Se pueden hacer muchas cosas, pero primer nos tenemos que sentar a una mesa y llegar a un acuerdo. Las posturas están muy distanciadas, y en el caso de Cataluña se ha explicado cosas que no podrán hacerse realidad. La gente está muy inflamada. El sentimiento y la pasión es un elemento cosustancial de la política, pero la razón también. Pero el político tiene la obligación buscar el equilibrio permanente entre el sentimiento y la razón, y lo que ha hecho es subirse al caballo del sentimiento y de la pasión, y no sólo eso: pegarle y avivarlo. Y en este contexto de la inflamación, todo costará muchísimo.
-¿El independentismo dará un paso atrás en algún momento? ¿Alguién de ese sector lo hará?
-En un artículo mío, publicado en La Vanguardia, digo que pactar es de valientes. Hay mucho cobarde, que sabe que no hay otra salida que volver a recuperar el hilo, pero no se atreve a expresarlo, lo tildarán de traidor (botifler). Hay un factor importante que le perjudica: si el independentismo sólo lo representara una fuerza, sería más fácil gestionar. Como hay dos y se miran de reojo, eso lo hace más difícil. Lo mismo pasa en el resto de España: si la carta de la unidad de España la jugara solo el PP, no tendría necesidad de exagerar tanto. Pero como la juegan tantos...
"Lo patriótico es ver el problema (catalán) y abordarlo políticamente"
-¿Ve a la derecha española capaz de alcanzar un acuerdo constitucional sobre Cataluña?
-No, no la veo en otra cosa que no sea retroceder un poco. Unos quieren suprimir la autonomía de Cataluña, otros quieren recuperar competencias…nadie piensa en una solución que pase en un aspecto competencial positivo o de financiación para Cataluña, nadie en la derecha. Pero los patriotas españoles deben saber que deben velar por el interés de España: es verdad el procés perjudica a Cataluña, pero también a España. Le hace daño, especialmente en el exterior. También por la inestabilidad de un gobierno, por lo que afecte a la economía. Lo patriótico es ver el problema y abordarlo políticamente.
-El procés también se ha contagiado en otros territorios. Ahora, el País Vasco se fija en la vía catalana…,¿cómo lo ve?
-Es lógico que vayan a remolque de Cataluña. Hay una cuestión importante: el mundo de Bildu se está blanqueando con su alianza con ERC. Importa al País Vasco una actitud mucho más exigente, parecida o que quiere superar la de ERC. Al PNV, al que nadie le puede cuestionar que es soberanista, pero que es un partido inteligente, sabe que no es posible salir de España, y lo que hace es luchar por las mejores condiciones para estar dentro. Ahora tienen un proyecto para reclamar un nuevo status, pero confío mucho en la inteligencia política del PNV. La propuesta de Ibarretxe fue una vacuna para el PNV porque perdieron el Gobierno después de esa aventura.
"El PNV es un partido inteligente, sabe que no es posible salir de España, y lo que hace es luchar por las mejores condiciones para estar dentro"
-Como ve la situación política de la Comunitat Valenciana. ¿ve factible el cambio del sistema de financiación con el tema de Cataluña?
-No será inmediato ese cambio. No se puede tocar el sistema de financiación para la Comunitat Valenciana, Murcia y el resto de España, menos Cataluña, que además no asiste a las reuniones. Necesitamos incluir a Cataluña. La Comunitat Valenciana tiene razón en exigir un cambio: se deberán introducir nuevos mecanismos que son tan favorables para la Comunitat Valenciana como para Cataluña. Se puede resolver, se debe resolver, pero irá muy condicionado a la evolución del tema catalán. Ni se puede excluir a Cataluña ni se puede hacer un algo exclusivo para Cataluña.
"Con la financiación, ni se puede excluir a Cataluña ni se puede hacer un algo exclusivo para Cataluña"
-¿Ha seguido las elecciones valencianas? ¿cómo las ha visto?
-Siempre dije que los valencianos miraban a Cataluña como envidia por la estabilidad política que aportaba Convergència i Unió. Ahora es al revés: yo miro con admiración a la Comunitat Valenciana. Ximo Puig es un buen gobernante. Compromís también ha sabido proyectar esta inteligencia política; ahora le falta la experiencia y los años de gestión del PNV, pero se ha notado el cambio. Las urnas han premiado un buen trabajo de Puig.
-Ahora, Puig también va a pactar con Podemos en el futuro de Gobierno valenciano. ¿Ve riesgo de radicalización?
"Tenemos que normalizar la cultura de la coalición, que no lo está, ni lo que comporta eso"
-No conozco tanto la realidad valenciana para opinar. Pero siempre digo lo mismo, la política es pactar y ceder. Los políticos deberíamos acostumbrarnos a explicarlo así a la ciudadanía. Ahora bien, si se hace una campaña en la que se dice que unos son los buenos y los otros malos, la gente no entiende que los buenos se junten con los malos . A la gente le tiene que decir: "Mi programa este éste". Pero si para aplicarlo necesitas mayoría absoluta, y no la tengo, pues se pacta. Y eso lo que hizo la señora Merkel con los socialistas alemanes y a cambio hizo concesiones a los socialistas, y a su programa. No se traiciona al elector, lo que pasa es que no se tiene todo el apoyo para aplicar su programa al 100%. Debemos revertir el tono de las campañas políticas. No hay que tener miedo a decir este es mi programa y necesito complementarlo con otro. Tenemos que normalizar la cultura de la coalición, que no lo está, ni lo que comporta eso.