ALICANTE. Cuando un tipo con cara de Buddy Holly se sube a un escenario, la tentación es pensar en una más de las doscientas mil reencarnaciones vintage de los tiempos postmodernos. Cuando se cuelga una Fender Telecaster y puntea como un Johnny Cash redivivo los acordes del Walk de Line, imaginas que eso lo tiene que haber mamado en algún sitio para que suene tan auténtico. Cuando abre la boca y suena Walking Along the Lane, sabes que nada le es ajeno, desde Hank Williams a Roy Orbison, el sonido Tennessee o las sonoridad oscura de un Ike Turner.
De Knoxville a Memphis, un solo estado, Tennessee, 5 horas y media de viaje sonoro que John Paul Keith ha amortizado para acumular sonidos de raiz folk al repertorio country y r’n’b, para destilar un disco mayúsculo de rock & roll sin adjetivos, este Memphis Circa 3AM, después de los soberbios Spills and Thrills (2009) y The Man That Time Forgot (2011).
Acompañado por sus The One Four Fives, con el bajista Mark Edgar Stuart y el baterista John Argroves, se metió en el Sam Phillips Recording Service a grabar una cinta analógica de 2 pulgadas que, con la producción del legendario Roland James, ha dado perlas imperecederas como You Really Oughta Be With Me, la balada que podría haber firmado el mismo Elvis Coltello She's Almost You, el romance hungover de Ninety Proof Kiss (“No one ever looked finer still wearing last-night’s eyeliner / I’m sure gonna miss that ninety-proof kiss”), o la contundente Baby We’re A Bad Idea.
“Las canciones sugieren que el tiempo se va, en algún lugar entre la medianoche y la mañana, de sentirse perdido y en el lugar correcto al mismo tiempo, de estar desconsolado y feliz, optimista y temeroso, inspirado en seguir adelante mirando hacia atrás. La habilidad de Keith para dejar estas contradicciones juntas sin resolver ha creado una obra de gran y sutil complejidad”. Esto dice de sí mismo en su página oficial. También dice que son las mejores canciones que ha grabado nunca. Y decir eso después de You Devil You es mucho decir, incluso con un cambio de look desde la estética paulwelleriana de The Man That Time Forgot (y no sólo estética barbera, sino melódica, sólo hace falta escuchar Somebody Ought to Write a Song About You) hasta la más acorde y pulcra gafapasta de la actualidad.
El péndulo entre el mod y el rocker deriva ahora mismo hacia el tupé y las arenas del desierto. No vamos a decir que no echemos de menos algún fraseo de hammond por algún rincón, pero tampoco nos haremos los exquisitos ante momentos de inocencia como Everything's Different Now, que evocan una E Street Band de pequeño formato.
Para este Spanish Tour November 2016 cuenta con Shawn Zorn a la batería, Preston Rumbaugh al bajo y Gerald Stephens a los teclados, inmejorable compañía, según el propio Keith.
El Jueves 24 en la Sala Stereo, momento para mover pies y tupés.
