DÉNIA/JESÚS POBRE. Jesús Pobre tiene claro a qué quiere destinar el convento franciscano del siglo XVIII de esta entidad local menor una vez que finalice el proceso de compra. La intención de los vecinos, del equipo de gobierno local y del Ayuntamiento de Dénia es que el histórico recinto albergue servicios “culturales, educativos, turísticos e incluso algún tipo de servicio de la administración autonómica”, como ha precisado Javier Scotto, edil de Dénia y alcalde de Jesús Pobre.
Esta población ha logrado que la compra del convento sea una de las propuestas más votadas en los Presupuestos Participativos de la Generalitat. De hecho, la idea ha logrado los 1,5 millones para la compra del inmueble, que cuenta con “elementos únicos”, ha remarcado Scotto. La idea surgió de la Asociación de Vecinos de Jesús Pobre, que quería que este centenario inmueble se conservara por alguna administración y pasara a ser de uso público.
Su tenacidad ha tenido recompensa, ya que durante los últimos meses se han recibido visitas de responsables del Consell para conocer el estado del recinto y analizar su valor artístico y su estado de conservación arquitectónico. De hecho, se está tramitando la declaración de Bien de Interés Local (BIC), ha agregado el alcalde de la entidad menor.
En Dénia, de momento sólo saben que el proyecto ha resultado ganador y que se comprará, pero se desconoce cómo será el proceso. “No sabemos si pagará directamente el Consell o tendremos que recibir el dinero en el Ayuntamiento y realizar la operación. Todo eso está por abordar”, precisó la edil de Urbanismo, María Josep Ripoll.
La titular del departamento lo que sí sabe es que habrá que realizar un Plan Director, antes de cualquier actuación, aunque avanzó que el “recinto está habitado por los propietarios y está bien conservado”. Scotto, por su parte, ha añadido que las negociaciones con la familia vienen de lejos, de más de un año
“El propietario falleció y los cinco herederos quieren venderlo, pero que pase a manos de la administración para asegurar su conservación en los tiempos venideros”, ha aseverado. A todo esto ha agregado que los próximos meses y el año 2022 serán claves para abordar el traspaso de la propiedad.
Lo que está claro, añadió, es que tendrá usos educativos y culturales, hay muchas estancias “antiguas celdas”, que están en buen estado”, y pueden tener muchos fines. Pero Scotto entiende que al ser la Generalitat quien paga tendrá que ser un recinto de “servicio comarcal”. “Es probable que se estudie ubicar algún tipo de servicio como una oficina de turismo o una sede del PROP, esto puede ser muy útil para toda la Marina Alta”.
Scotto ha resaltado la relevancia del recinto: “La iglesia se queda fuera de la compra. El convento tiene un claustro rural y destacan los azulejos y las composiciones del Barroco más tardío. Cuenta con muchos exvotos, donaciones de fieles de gran belleza, también en cerámica”.
El refectorio conserva el púlpito, la cocina tiene la campana original y hay una bella escalara de acceso a la ‘cambra’, donde la construcción presenta forma de ‘L’ y crea una bonita composición de vigas de madera y cañizo. Los jardines típicos valencianos también se quieren conservar, donde además de las especies destacan los muros de piedra seca.