Obras en el PAU-1 de Alicante, durante el pasado mes de agosto. Fotos: PEPE OLIVARESALICANTE. La inflación no está impactando en todos los sectores por igual, y en el caso del inmobiliario, se puede decir que el ladrillo ha estirado el 'momento dulce' que vive desde finales de 2021 ya no a pesar de la escalada de precios, sino precisamente gracias a ella. Aunque el sector está preocupado por cómo afectará esta escalada al producto nuevo, es decir, a aquellas promociones que van a comenzar ahora, lo cierto es que en el caso de las ya terminadas, la inflación se ha conjugado con otros factores previos para espolear las ventas.
Así, por ejemplo, la Estadística Registral Inmobiliaria elaborada por el Colegio de Registradores refleja un crecimiento anual del 11,2% en la compraventas de viviendas en el mes de julio en la Comunitat Valenciana, mientras que en España se ralentiza. El total de compraventas totales (viviendas e inmuebles) en España registró en julio un ligero aumento del 0,1% en comparación interanual, hasta un total de 92.962 operaciones, mientras que las hipotecas totales registraron una caída del 2,9%, hasta 43.702 operaciones.
En el caso de la Comunitat Valenciana y de la provincia de Alicante, la tendencia positiva del sector resiste en los primeros compases del segundo semestre por varias razones que han confluido a la vez: de un lado, sigue cristalizando en compraventas la demanda embalsada durante 2020 y 2021 por las restricciones a la movilidad, que además se ha visto reforzada por la guerra de Ucrania, al disparar el interés por adquirir una vivienda en la costa valenciana de compradores en el entorno del conflicto (polacos, alemanes y suecos).
De otro, el comprador nacional con posibilidades de adquirir una vivienda ha optado por realizar la inversión antes de que el dato de la inflación empeore aún más, tanto en busca de un valor refugio como para evitar que dicha inversión se encarezca con el paso de los meses. Máxime cuando los alquileres se han disparado y resulta menos gravoso afrontar una hipoteca (en caso de tener acceso a la financiación). De esta forma, tal como confirman fuentes de la asociación de promotores Provia, "las ventas del producto terminado se han disparado" mientras crece la incertidumbre sobre "cómo reaccionará la demanda al inevitable incremento de precios en el producto nuevo".
Ejemplo de esta 'alegría' en las ventas es la promoción Lerena, de la cotizada Aedas Homes, en el PAU-1 de Alicante. Según explican fuentes de la promotora, en cinco meses ha vendido la mitad de las viviendas que ha puesto en comercialización, "un ritmo que confirma la fortaleza de la demanda de vivienda de obra nueva de calidad en la ciudad". De las 54 viviendas que se han puesto a la venta en Lerena -en total, el proyecto constará de 138 inmuebles-, 27 ya han sido ya reservadas. "Hablamos de un ritmo de comercialización realmente excepcional", señalan. Lerena es el tercer residencial de Aedas en el PAU-1, tras la buena acogida de Eliza e Irala.
Todo ello en un contexto de incremento de precios en la zona mediterránea, pero de forma menos acusada que en otros mercados, según el último barómetro de la tasadora Tinsa. En agosto, la variación interanual del precio de la vivienda en la costa mediterránea era del 6,8%, mientras que en la comparativa mensual caía un 0,1% respecto a julio. En general, el precio medio de la vivienda nueva y usada es un 8,5% superior al de hace un año y se mantiene un 21,2% por debajo de los máximos de finales de 2007. Donde más crece la comparativa anual es en las áreas metropolitanas, con un 9,5%.
