ALICANTE. La provincia de Alicante se recuperó durante 2021 en la mayoría de indicadores económicos afectados por el coronavirus (con la salvedad destacada del sector turístico), pero lo hizo a un ritmo más lento que la media de España y queda en una posición más frágil ante la siguiente crisis, provocada ya por la invasión de Ucrania y la inflación energética. Así lo concluye el informe de coyuntura del Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca) sobre el cuarto trimestre de 2021, que evidencia que la provincia ha vuelto a la posición de finales de 2017, con lo que quedan en el aire los avances de los dos años siguientes antes de la pandemia.
El presidente de Ineca, Nacho Amirola, ha señalado este miércoles que "los últimos indicadores relativos a inflación y producción publicados durante el mes de marzo hacen que estemos, obviamente, preocupados por la situación actual. Alicante sigue perdiendo, pero no solo por el complicado entorno económico, sino porque la recurrente infrafinanciación". A su juicio, "pese al valioso y variado tejido empresarial que disponemos, la provincia parte de una posición de desventaja frente a otros territorios por su elevado nivel de desempleo, baja renta per cápita y por la nimia financiación que obliga a destinar más recursos para cubrir las necesidades más básicas de la sociedad y empresas".
El presidente de Ineca ha insistido en que "en una situación tan compleja, vuelve a aparecer la falta de inversiones y una financiación que hemos denominado en diferentes ocasiones injusta y no acorde a nuestro tamaño, es decir nuestra debilidad se acrecienta en un entorno de crisis como el actual". Y ha agregado que "lamentablemente nuestro esfuerzo, que existe y es notable gracias a nuestro tejido empresarial, cuando nos comparamos con la media de España se resiente. Motivo por el cual es nuestra obligación seguir demandando un trato equitativo y una hoja de ruta anticipándose de todas y cada una de las administraciones, más importante hoy que nunca".
Amirola ha reiterado que durante el 2021 la provincia de Alicante ha ido recuperándose de los efectos de la pandemia y de la crisis económica que originó. No obstante, este proceso se muestra en la provincia con menor empuje que el logrado por el conjunto de España y con valores inferiores al 2019. "Los principales problemas que se arrastran eran la todavía falta de fluidez de la cadena de producción y logística, que se tiene que adaptar a marchas forzadas a un proceso de intenso incremento de la demanda de ciertos productos tras un periodo de inactividad, y unido a ello un proceso de elevación de los precios que está llevando la inflación a valores sensiblemente elevados".
Aunque Alicante se ha recuperado, pues el año pasado finalizó con incremento en la afiliación de trabajadores de régimen general y de autónomos, "frente a esto observamos una tasa de paro que alcanza un inasumible 18,53% y un mayor número de desempleados que en 2019 (156.407 en diciembre de 2021). La pérdida de poder adquisitivo en Alicante es relativamente mayor que la media nacional y europea, habida cuenta de la menor riqueza per cápita que muestra la provincia: recordemos que ocupamos la posición 44 en España". Además, dada la estructura socioeconómica de Alicante, "es importante señalar que nuestra provincia es poco resiliente y que cualquier recorte en el crecimiento medio nacional nos afecta siempre más intensamente".
Por su parte, el coordinador del Comité de Estudios, Quino Palací, ha recordado que "la provincia de Alicante cerró el año dando muestras de una leve mejoría pero esta situación nos ha hecho volver a cifras de finales de 2017 o, principios de 2018, en el mejor de los casos". Palací ha puntualizado que "la provincia registró 1.790 empresas más que hace un año inscritas en la Seguridad Social, las cuales contabilizan 29.925 trabajadores adicionales. Un buen dato si no fuera por el incremento en la disolución de empresas y por el elevado índice de desempleo, que no consigue situarse aún en los niveles de 2019 en la provincia, a pesar de que en el conjunto nacional estas cifras se han mejorado sensiblemente".
Palací ha mostrado su preocupación porque sigue creciendo el número de trabajadores autónomos, "lo que nos lleva a plantearnos cuál es el modelo de estructura productiva que se está desarrollando en la provincia de Alicante”. Al respecto, el presidente de Ineca ha mostrado su preocupación por la debilidad del mercado laboral de la provincia de Alicante. En este sentido, el director de Estudios de Ineca y autor del informe, Francisco Llopis, ha manifestado que en la provincia esta figura laboral representa el 21,32% del total de empleo frente al 18,2% de la media en España. Llopis ha recordado que Alicante ha sumado 113 meses consecutivos donde la figura de autónomo crece más en la provincia que en el resto de España.
Ante una menguada actividad económica, los depósitos y los créditos al sector privado se vieron reducidos considerablemente. Palací ha explicado que "la provincia de Alicante contabiliza 4.417,2 millones de euros menos que hace un año en depósitos, siendo la provincia de toda España que más reduce el volumen de depósitos del sector privado y la segunda, detrás de Murcia, que más reduce el crédito con 3.311 millones de euros menos".
Abordando el análisis por sectores de actividad, las exportaciones presentan una evolución positiva. Para Llopis, el sector industrial y agrario la pandemia ha supuesto un revulsivo importante que ha permitido registrar un notable incremento de las ventas al exterior. En materia de turismo la evolución, que también es positiva, queda todavía muy alejada de los valores prepandemia. Y en lo que respecta al sector construcción-inmobiliario, los visados de obra nueva no han llegado aún a los valores de 2019 y la compraventa de viviendas, siendo positiva, se queda muy lejos de los datos de crecimiento nacionales.