de la mano del equipo Three Monkeys en el hotel Odissey Rooms

Highbar renueva el concepto 'rooftop' en Alicante: piscina, coctelería premium y una gran panorámica

8/07/2022 - 

ALICANTE. El equipo de Three Monkeys acaba de inaugurar la que será una de las rooftop más visitadas este verano: Highbar, en la azotea del hotel Odissey Rooms, en la calle Gravina. Una terraza con aforo para setenta personas, piscina y el servicio de coctelería de un equipo galardonado durante tres años seguidos con el premio Top Cocktail Bars. “Este proyecto nos hace especial ilusión por el emplazamiento, porque estamos en un lugar emblemático”, confiesa Guillermo Albert, uno de los socios de este equipo de cocteleros. Todo lo bonito de Alicante se ve desde esta terraza: el castillo, el barrio de Santa Cruz, el Ayuntamiento, la cúpula de la concatedral e incluso un trocito del Postiguet. “Nosotros somos muy de la terreta y eso es precisamente lo que más nos gusta de este sitio”, apunta.

Tienen su centro de operaciones en Three Monkeys Cinema, en la calle Bailén, pero allí dejaron de atender al público durante la pandemia, por las restricciones, e iniciaron un nuevo proyecto: coctelería embotellada para distribuir a diversos establecimientos. Ahora gestionan el servicio de combinados del hotel Hilton de Alicante, en la Casa Alberola, una de sus sedes fijas a las que se suma la nueva azotea de Highbar tras dejar La Milagrosa, pero no abandonan esa apuesta por la coctelería envasada que han puesto en marcha con éxito en los locales del Grupo Gourmet y en establecimientos como Code o el restaurante MY, en la playa de San Juan.

Ese proyecto innovador de coctelería es el que implementan también en la rooftop de Highbar. “La decisión se debe al espacio de barra y almacenaje en la azotea, que es reducido, pero con nuestro servicio se puede salvar esa dificultad”, explica. El proceso de fabricación se realiza en lo que denominan su Monkey Lab, el centro de operaciones de la calle Bailén, que también volverá abrir al público en septiembre. Como en cualquiera de sus proyectos, siguen sus estándares de producto natural, sin usar nada artificial, y dando un paso más allá en los sabores. Una vez embotellado, lo distribuyen, también a su nueva sede fija en Highbar. En el local se sirve y decora.

“Se nos ocurrió durante la pandemia, pensando en llevar nuestro servicio a domicilio, pero no funcionó en particulares”, explica. Una vez ha regresado la normalidad, la opción de ampliar los servicios de calidad en los establecimientos que no cuentan con coctelería especial ha resultado tener mayor acogida. “Sobre todo en aquellos sitios donde ya nos conocen y saben lo que hacemos”, apunta. Un concepto que facilita el trabajo a la restauración y amplía su oferta de calidad, con un rango de precios que oscila entre los nueve y los doce euros. “Se trata de un producto premium a un precio muy razonable”, explica Albert.

“El feedback que estamos recibiendo es muy bueno, pero, además, si percibimos algo que es mejorable, cambiamos lo que haya que modificar para ir adaptándonos a las características de cada clientela y establecimiento”, describe el coctelero. De hecho, este innovador servicio no cuenta con experiencia similar en el sector, así que están abriendo el camino y adaptándose a las condiciones paso a paso. “Ahora volvemos a una azotea con la intención de subir el nivel de todo lo que hemos hecho antes”, afirma. Un ático con una gran panorámica de la ciudad en el que, como primera mejora añadida, cuentan con una piscina que estará abierta a partir de las 17 horas para clientes ajenos al hotel que hayan contratado botellas de destilados o su coctelería premium.

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