VALÈNCIA. Tirant lo Blanc renace en las tablas del Teatro Romano de Sagunto en el que será el último gran montaje teatral del festival Sagunt a Escena de este año, estrenado originalmente en el Grec de Barcelona. Lo hace a cargo de Màrius Serra y Joan Arqué frente a la propuesta. Una dupla que ha querido captar la esencia de la obra clásica y adaptarla con una mirada contemporánea que resuene con las inquietudes de la sociedad actual.
Para ello, lo primero que tenía claro Arqué es que su adaptación de una de las obras más estudiadas y difundidas de la literatura valenciana tenía que ir más allá de una simple evocación nostálgica de la obra: ”Es una obra que abarca mucho desde la perspectiva actual, por lo que cualquier adaptación tiene que resonar hoy en día más allá de una mirada nostálgica. Nos tiene que mover y conmover hoy", comenta.
La trama abandona un pilar de otras tantas adaptaciones, como es el centrarse en el aspecto casanovesco. De hecho, el montaje se centra en el capítulo del naufragio de Tirant en las costas de África. "Tirant se estructura en grandes pilares o capítulos. Nosotros hemos elegido centrarnos en este porque los naufragios nos remiten a otras orillas, nos hacen mirar con otros ojos", explica. Este episodio se convierte en una metáfora poderosa que trasciende la narrativa original, invitando a reflexionar sobre la migración y la construcción de identidades a través de relatos heroicos que a menudo están construidos desde episodios de violencia hacia los demás.
La intención era resaltar la figura de Tirant como migrante y contraponerlo con la narrativa heroica, que acaba resultando esencial para construir identidades nacionales. En este caso, se busca todo lo contrario: que la obra permita a la audiencia cuestionar la forma en que se construyen los héroes en la literatura universal y cómo estos relatos influyen en la percepción colectiva de las naciones y sus fronteras.
"Aquello que puede parecer dogma debe ser cuestionado, incluso lo más sagrado. Más allá de que los valores puedan evolucionar, hay que preguntarse por qué ciertas cosas se han vuelto sagradas", reflexiona Arqué. Para él, la obra es una oportunidad para interrogarse sobre el "otro" y despojarse de los miedos y dogmas que limitan nuestra comprensión del mundo y de los demás.
La colaboración con Màrius Serra en la dramaturgia, con el que Arqué ya ha trabajado en otras ocasiones, ha sido esencial para dar forma a esta propuesta: “Él ya hizo una adaptación de Tirant para la editorial Proa, y de ahí surgió la idea de llevarlo al teatro. Hemos estado desde 2020 dándole vueltas a esto.”
El proceso de adaptación ha sido fue minucioso y exigente. Arqué se enfocó en hacer una versión propia de la obra, añadiendo y eliminando elementos según lo requerido por su visión artística. "Nos hemos centrado mucho en hacer nuestra propia versión, añadiendo elementos y prescindiendo de otros. Hemos puesto especial énfasis en la interpretación, evitando llenar la obra de elementos escénicos que interfieran en el discurso", explica. Este enfoque minimalista en lo escénico busca poner el acento en la narrativa y la interpretación del elenco, creando una conexión más directa y poderosa con el público.
Y aunque este trabajo ha sido largo, cuando el texto llega al elenco, el director ha dejado espacio para que los actores y el equipo creativo pudieran aportar sus ideas y reinterpretar el material durante los ensayos: ”Siempre hay que dejar espacio para que el director proponga y los actores dispongan. Han tenido la libertad de deconstruir y también de reconstruir durante los ensayos", comenta.
En cuanto a su percepción personal de Tirant lo Blanc, Arqué confiesa que inicialmente no era plenamente consciente de la amplitud y riqueza de la obra. "Es una lectura obligatoria en la escuela catalana, y aún así desconocía su amplitud porque muchas veces el relato se ha centrado mucho en los capítulos amorosos, lo cual creo que ha sido un error, porque es una visión muy reduccionista de la historia", admite. Al contrario, durante el proceso de adaptación, se sorprendió por el dinamismo y la profundidad filosófica que la obra ofrece.
Este Tirant no solo mira al presente, sino que se ubica en él, han hablado con personas migrantes para enfocar bien la obra: "Hemos hablado con mucha para que el debate fuera correcto y lo afrontáramos de manera precisa y superando prejuicios", comenta.
Tirant lo Blanc se podrá ver este sábado 24 de agosto en Sagunt a Escena. Sobre las tablas del Teatro Romano, Quim Àvila, Laura Aubert, Judit Neddermann, Moha Amazian, Neus Ballbé, Clara Mingueza, Ireneu Tranis y Agnès Jabbour. Y en el equipo artístico también destaca la música original de Judit Neddermann.