Jesús Villar.Soy de la opinión de que en la vida y en política, hay un tiempo para cada cosa y de que todo ocurre en el momento preciso en el que tiene que ocurrir, ni antes, ni después. Tras la renuncia del que fuera el último secretario general del PSOE en San Vicente del Raspeig y su también dimisión como concejal y portavoz en el Ayuntamiento, en un claro ejercicio de falta de responsabilidad política con los vecinos del municipio y con los compañeros de partido, ha llegado el momento de afrontar una nueva etapa socialista con ilusión, pero sobre todo con estabilidad, honestidad, renovación y un elevado sentido de la responsabilidad.
Tomar la decisión de presentar mi candidatura a secretario general de los socialistas de San Vicente ha sido sencillo porque parto de la convicción de que en política, y más si cabe en el Partido Socialista, ejemplo de democracia y participación, somos las personas las que debemos estar a disposición de la ciudadanía, con el objetivo claro de servicio público, y alejarnos en la mayor medida posible de personalismos egocéntricos que tanto daño hacen a cualquier proyecto. Y por esta razón estoy convencido de que es ahora el momento de acabar con la bicefalia, que tan malas experiencias nos ha proporcionado en San Vicente, y de unir la voz orgánica con la institucional, para sumar puntos de vista, trabajo y esfuerzos, de cara a continuar con el proyecto que tantos apoyaron cuando se gestó en el año 2015.
Aquí y ahora no vale huir, ni esconder la cabeza, ni ponerse de perfil, ni mirarse el ombligo. Ahora sólo cuenta el compromiso, sumar desde el trabajo, la lealtad y la generosidad con todo un pueblo que necesita políticos comprometidos que aporten soluciones a sus problemas y no salgan corriendo a las primeras de cambio.
Somos muchos los que creemos en este proyecto ganador y sí, tengo claro que es la hora de capitanear el barco para llevarlo a buen puerto y de hacerlo con una tripulación compacta y de confianza, que se involucre y consiga ilusionar no sólo a nuestros militantes, sino a todos los vecinos de San Vicente.
Es cierto que ningún mar en calma hizo experto a un marinero. Hemos cumplido tres años de duro trabajo orgánico y municipal; hemos sorteado tempestades y mareas; hemos superado incluso motines internos, y todo ello ha dado como resultado que ahora seamos más fuertes y tengamos más experiencia. Aprovechémonos de ello.
El trabajo bien hecho siempre da sus resultados y me enorgullece decir que San Vicente del Raspeig está recogiendo el fruto de todo lo cosechado. Es el momento de darlo todo. Ahora toca seguir trabajando en equipo. Si la militancia socialista de San Vicente decide que sea su nuevo secretario general, conformaré secretarías que se conviertan en un auténtico foro de debate, donde se escuche la voz del pueblo y la militancia, y de donde salgan propuestas reales que llevar a efecto, con grupos de trabajo mixtos y con presencia del tejido social.
El proyecto de 2015 está más consolidado que nunca en San Vicente del Raspeig y ha llegado el momento de que el Partido Socialista sea la voz rotunda y honesta de todo un pueblo, porque nosotros hemos demostrado que otra forma de hacer política es posible.
