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Su cocreador es jefe del Servicio de Neurología del Hospital Clínica Benidorm

Ditengloves: los guantes alicantinos que usan IA para diagnosticar Parkinson y otras dolencias 

31/10/2022 - 

VILLENA. ¿Es posible que en una cita en Atención Primaria se pueda salir con certezas sobre el origen del temblor en la mano de una persona? ¿permitiría que se agilice, en el caso de ser necesario, el derivar al especialista más indicado para indagar el origen de esa dolencia? El doctor José Javier Hernández Martínez, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Clínica Benidorm, cree que sí. Es el cocreador de Ditengloves, un guante que, a través de sensores y la guía de preguntas del médico de cabecera, puede determinar si un paciente que presenta temblor en sus manos tiene una dolencia relacionada con hernias, temblor esencial, Parkinson, hipertiroidismo u otras -al menos- quince causas. De este modo, con la ayuda del machine learning que aporta este dispositivo ideado por Hernández y un equipo formado por ingenieros y más personal experto, se puede acercar más rápidamente el diagnóstico y acortar las listas de espera. 

"Queremos reducir ese espacio de tiempo, que puede llegar a ser de varios meses, desde que el paciente llega a Atención Primaria hasta que da con el especialista adecuado para tratar su dolencia. Con el guante podemos verificar y descartar enfermedades en una primera visita", asegura el doctor. La Inteligencia Artificial (IA) juega un importante papel en esta invención y un algoritmo en el que ha trabajado Hernández ayuda a crear una red de clasificación de potenciales enfermedades -o no- ligadas al temblor que presente cada paciente. 

Los creadores de estos guantes han constituido la empresa Diten Realities, con sede en Villena, para el desarrollo y producción de este dispositivo. Tal y como describen desde Diten Realities, "el software con el que interaccionan los guantes memoriza los datos del paciente, emite un diagnóstico de presunción, ofrece las pruebas complementarias que permite verificar o descartar dicho diagnóstico y establece de forma objetiva un valor basal dentro del entorno de enfermedades que cursan con temblor".

¿Cómo surgió?

El origen de Ditengloves está en una experiencia personal de Hernández. Sospechaba de una posible dolencia de un ser querido por un tipo de temblor que presentaba. El doctor planteó a más familiares su idea de crear un guante para poder determinar el diagnóstico a partir de temblores. Ellos, con experiencia en ingeniería e informática le dijeron ¿cómo te ayudamos? De esa unión surgió el primer prototipo de Ditengloves, con fondos y medios propios. 

Estos familiares trabajaban en Perfilstone, una empresa especializada en diseño y fijación para fachadas con elementos de piedra y porcelánicos. No era un sector relacionado con la medicina, pero sí conocían y manejaban distintas clases de chips. El primer prototipo de guante que desarrollaron tenía un chip para cada dedo y el dorso de la mano. Con la ayuda de la programación empezaron a trabajar el software y el algoritmo que recoge datos sobre los movimientos de las manos, normales o no. Poco a poco, ese prototipo fue evolucionando y mejorando y empezó a reconocer síntomas de Parkinson o temblores esenciales. Ahora es capaz de determinar muchas más causas y también usan más sensores, más sofisticados para ese primer diagnóstico. 

Los retos por delante

Lo que Hernández quiere conseguir ahora es avanzar hacia el deep learning y poder gestionar datos mucho más profundamente. También quiere que el Sistema Público de Salud se abra a colaborar para usar este dispositivo en la Atención Primaria. 

Además, ya con su guante terminado, están en pleno trabajo para conseguir la validación clínica. Para ello, probarán -al menos- en tres hospitales de referencia en Unidades de Parkinson este dispositivo. En principio, barajan en Hospital General Universitario de Elche, en el Hospital Sant Pau de Barcelona y algún centro hospitalario en Madrid o Toledo. Eso sí, quieren abrirse a más enclaves, como el Hospital General Universitario Dr. Balmis en Alicante. Así, esperan probarlo con unos 300 pacientes. Asimismo, les gustaría también hacer la prueba en diez centros de salud, en Atención Primaria y barajan el Departamento de Elda. 

Quieren empezar en enero de 2023 ese ensayo clínico y esperan que pueda estar listo en unos tres o cuatro meses. Sus planes pasan por conseguir la validación clínica y poder poner en el mercado su invención en el verano de 2023.

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