ELCHE. En las últimas fechas distintos colectivos, así como partidos, han criticado los proyectos de rehabilitación del Hort del Gat como casal fester, así como el Convento de la Merced como hotel. Volem Palmerar manifestaba su decepción con Ayuntamiento y Conselleria al esperar una aplicación diferente de la Ley del Palmeral, creyendo más conveniente su propuesta de centro de recepción turística y de investigación del bien. En cuanto al hotel de Clarisas, tanto el Partido Popular como el Institut d'Estudis Comarcals del Baix Vinalopó (IECBV) venían también criticando el uso hotelero que el bipartito ve con buenos ojos. El alcalde Carlos González defiende que en el primer caso se cumple con la Ley del Palmeral y en el segundo que es un proyecto "interesante" y que está condicionado a una actuación "estrictamente rigurosa con su valor".
Así, del proyecto del Hort del Gat apunta que la decisión se adoptó hace cinco años "cuando se decidió rehabilitar la casa del Hort del Gat tras el abandono de 2011 con el PP". Señala que se ha formado un debate "interesante" sobre su uso, pero que "La Ley del Palmeral nace aquí y se gesta por el impulso del equipo de gobierno del Ayuntamiento, y el uso social y cultural que se le va a dar está perfectamente amparado en la ley". El alcalde vale defiende que se ha cambiado menos de un 5% del redactado original y que no hay incompatibilidades con la ley. "Que haya usos culturales y vinculados a las fiestas es perfectamente compatible y la actuación va en armonía con lo que queremos para los huertos y su potenciación". Señala que pueden convivir con la dinámica cultural y social "que puedan dar los entes festeros y culturales".
Sobre el Convento de la Merced, el regidor recuerda que el proyecto de Wel Hoteles "está condicionado a un respeto estricto y escrupuloso del valor patrimonial histórico y cultural del edificio" y señalaba que la iniciativa de rehabilitación y reconversión en un hotel histórico no es algo nuevo. "Hay en todas las comunidades edificios con usos de alojamiento turístico en auténticas joyas patrimoniales rehabilitadas por la iniciativa privada". González añade que también es un debate interesante el que se ha generado sobre sus usos, "sin hiperventilar" —en referencia al líder del PP Pablo Ruz—, pero confía en que el proyecto puede tener repercusión turística.
Defiende que "puede tener uso hotelero y uso cultural y no vulnera el espíritu del convenio ni la escritura de permuta de 2004, ambos pueden estar perfectamente vinculados". Si la iniciativa prospera, observa, "tiene que ser estrictamente respetuosa con el valor patrimonial histórico y cultural del edificio, tiene gravísimas patologías y requiere inversión que rehabilite el inmueble". Este martes el PP informaba del convenio por la permuta. El uso cultural se circunscribía a un compromiso político, pero no era una de las cláusulas convenidas entre ambas partes. Eso sí, se aprobó en pleno la permuta y por tanto la compra para un uso cultural, como manifestó el entonces equipo de gobierno del exalcalde Diego Macià en 2004 y que ratificó el PP en 2011.