ELCHE. L’Institut d’Estudis Comarcals del Baix Vinalopó (IECBV) envió una misiva al primer edil Carlos González el pasado 5 de enero para pedirle que reconsidere la propuesta del hotel en el Convento de La Merced, cosa que el alcalde ve con buenos ojos. La carta se refiere al cambio del uso del suelo que el equipo de gobierno ha impulsado y apela a la Ley de Patrimonio valenciano, ya que considera que estos cambios "son contrarios a la conservación del patrimonio valenciano y la función pública que se espera que tengan".
En ese sentido, la entidad refiere que la mencionada legislación indica que «cualquier que tenga conocimiento del peligro de destrucción, deterioro o perturbación en la función social de un bien patrimonial cultural, o de la consumación de hecho, lo tendrá que comunicar inmediatamente a la administración de la Generalitat o en el ayuntamiento correspondiente, los cuales adoptarán sin más dilación las medidas procedentes en cumplimiento de la presente ley», por lo que entienden que el uso hotelero cuadraría en esa 'perturbación de la función social'.
La carta, rubricada por el secretario del instituto, Joaquim Serrano, también incide en el compromiso en 2004 del entonces alcalde Diego Macià con las hermanas Clarisas sobre el compromiso del uso cultural del inmueble. También rechazan el argumento de la cesión por la falta de fondos para rehabilitar el inmueble: "El argumento resultaría aceptable si no fuera público y notorio, que desde la permuta del edificio, el Ayuntamiento ha obtenido y no tramitado, al menos, dos ayudas para la restauración completa del edificio. Ayudas que no se han ejecutado por motivos desconocidos para la ciudadanía". Y señala Serrano que "el equipo de gobierno que usted preside acaba de anunciar la investigación de ayudas para emprender la intervención prevista en el edificio del antiguo Mercado Central, por lo cual resulta incompresible que no se actúe del mismo modo en este caso y se deje la intervención en manos de la iniciativa privada, perdiendo el carácter público del patrimonio por medio siglo como mínimo".
Finalizando la carta, desde l'Institut invocan de nuevo la legislación valenciana, ya que según esgrimen, "no deja espacio a la ambigüedad: Las entidades locales están obligadas a proteger y dar a conocer los valores del patrimonio cultural existente en su ámbito territorial respectivo". Por otros artículos de la Ley apelan a la obligatoriedad de los propietarios de bienes en el Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano "de conservarlos y a mantener la integridad de su valor cultural". Opinan que esto no es será "difícilmente posible cuando el edificio sea de gestión privada" y creen que "la justificación de que el establecimiento estará abierto a la ciudadanía parece una broma, está claro, si eres cliente del hotel".
En resumidas cuentas, creen que corresponde a las administraciones "redactar y ejecutar los proyectos necesarios porque el edificio pueda ser legado a las generaciones futuras en las mejores condiciones, sin perder la condición de gestión pública. Delegar a la iniciativa privada esta operación a cambio de una concesión de explotación hotelera, además del reconocimiento del fracaso de la misma gestión, se puede considerar como un agravio comparativo ante otros municipios que han sabido preservar el patrimonio a través de fondos propios o, cuando no ha estado posible, a través de ayudas otras instituciones públicas". Creen que es difícil de justificar "la inversión millonaria hecha por nuestro ayuntamiento en la construcción del nuevo convento al lado del río, y las intervenciones hechas en el convento de los mercedarios, con fondo procedente de nuestros impuestos, acabo en una cesión a la iniciativa privada y se pierda el uso público del edificio".
Se ofrecen por último a colaborar para reconsiderar el uso del espacio y piden también varios documentos como el convenio entre Ayuntamiento y la orden para la permuta de 2004, así como la justificación de las subvenciones perdidas hace años o los informes patrimoniales de los hallazgos en la parte baja del antiguo presbiterio. Además del IECBV firman la carta Asociación Amigos de Ilici-La Alcudia (Asadila), Associació d’Arquitectes Ruskin Coffee, Volem Palmerar y Margalló-Ecologistes en Acció.