ELCHE. Este martes el Centro de Congresos de Elche ha acogido la tercera edición de Conecoo, un congreso para abordar los retos de la economía circular, así como conocer las experiencias que se desarrollan en el territorio. Tras el primer evento en 2022 y otra gran acogida el pasado año, la jornada se ha convertido en una cita obligatoria para conocer lo que se está moviendo en el ámbito de la circularidad, un nicho que explotar no solo en las industrias, también en sectores como el primario. Con dos mesas, una sobre el hidrógeno renovable, otra de nuevo sobre la actual legislación europea, y casos de éxito rurales en el Camp d'Elx, la cita mostró una visión holística de este campo.
En la jornada, organizada por Cedelco, Elche Parque Empresarial, el Parque Científico de la UMH y la firma ilicitana Greene, la tradicional apertura tuvo lugar a cargo del alcalde Pablo Ruz, dialogando con la directora de la Entidad Urbanística de Conservación (EUC) del Parque Empresarial, Raquel Rosique. El regidor puso en valor el 100% de reutilización en el municipio gracias a las depuradoras y su uso para irrigación, repasando la historia de Elche con su uso del agua siendo una zona de sequía. Donde entraban la red de acequias, y proyectos en marcha como la conexión de la depuradora con la Acequia Mayor para regar huertos históricos y jardines de la margen izquierda, la recuperación de huertos como el Hort de Dins o aprobaciones recientes como el plan de dinamización del Camp d'Elx, que creará una oficina del agricultor para asesorar, entre otras cuestiones, en materias de tributación.
Junto a Rosique, también hablaron de la importancia del reciclaje o la puesta en marcha del contenedor marrón, uno de los primeros de la provincia. Con todo, ambos incidieron en la necesidad de reducir trabas burocráticas para el impulso de estos proyectos, la concienciación ciudadana o el impacto que tiene esa economía circular en Elche por su historia. Y el potencial de las tres universidades para este desarrollo. "Estamos en el buen camino", apostillaba Ruz.
En cuanto a la primera mesa, moderada por Ruth García, directora de Comunicación de Greene Enterprise, participaron Juan Manuel Martínez, director de Desarrollo de Negocio de Greene; Felipe Carrasco, secretario autonómico de Industria, Comercio y Consumo; y Antonio Pérez, presidente de la Asociación Valle del Hidrógeno de Alicante (Vahia). Este último iniciaba el debate exponiendo que la necesidad del hidrógeno renovable, también conocido como 'hidrógeno verde', surge al comprobar desde el mundo de las energías renovables que la energía solar no va a ser suficiente para el ambicioso objetivo de electrificar la economía para reducir emisiones y ganar en autonomía.
Al disociar, el agua, el oxígeno y el hidrógeno, "este se puede quemar como el gas natural", explicaba, de ahí el enorme nicho que se abre en el ámbito energético el que va al hidrógeno verde, al ser una energía limpia. Así, firmas petroleras —que utilizan el hidrógeno 'azul' para limpiar las refinerías— y gasísticas, competidoras, se ponen de acuerdo para el desarrollo de este hidrógeno renovable. Un contexto espoleado especialmente tras la invasión Rusia de Ucrania por la alta dependencia de muchos países de Europa al gas ruso.
Una energía cuyo proceso no solo afecta a la mera producción de carbono, sino a las 'cuatro huellas': la de carbono, la hídrica —"donde Alicante es punta de lanza a nivel mundial, por delante de Israel, pero aquí se presume poco", aclara Pérez—, la social y la biodiversidad. "En 2030 necesitaremos diez millones de toneladas de hidrógeno para Europa. Lo importante es hacerlo, da igual si es para 2035", añade el presidente de Vahia, destacando que la Península Ibérica cumple todos los requisitos para su desarrollo e implantación de megaparques: viento, agua, tierra y sol. Algo que señala que con la masa crítica, permitirá proyección internacional y reducir costes de la industria nacional. Trabajando esto con la conciencia social sobre esta energía, nace la asociación que preside, "para integrar todo".
Desde el ámbito institucional también se ve a esta energía como fundamental para la descarbonización. "Producir hidrógeno verde aún no es rentable, por tanto el papel de lo público es clave", señalaba Carrasco, aludiendo al Green Deal europeo. "Tenemos que ponernos manos a la obra para alcanzarla", agregando que si hay regiones europeas que no lo entienden, "supone competitividad ya para sus pymes, no alcanzará los objetivos, y no podrá ofrecer oportunidades a sus industrias. Va a estar en carencia competitiva con el resto de territorios". Indica que desde el Ejecutivo valenciano se ha entendido y trabajan para que tenga un papel importante dentro del pool energético, "en función de las industrias y los agentes económicos del territorio".
El secretario autonómico ve una gran oportunidad en el hidrógeno para puertos, también para la alimentación, y para industrias como la azulejera, "que aún no ha llegado a ese punto económico para que pueda sustituir el gas natural, pero llegará". Y destaca el papel público para facilitar y agilizar trámites, para ser eficientes. "El hecho energético no puede ir desligado del industrial", apuntaba, por lo que el Consell quiere liderar el impulso del hidrógeno verde, estimularlo y aprobar ayudas para su despliegue.
Desde Greene, Juan Manuel Martínez ponía de relieve que la compañía ilicitana lleva tiempo "aportando al entorno energético" con su tecnología integral de pirólisis para obtener nuevos productos químicos y materia prima de los residuos. Productos de alto valor añadido como los aceites de pirólisis "para hacer plásticos sin crearlos directamente desde el petróleo". Recuerda que la compañía ha creado una spin-off, Greene W2H2, para estudiar alternativas de almacenaje del hidrógeno renovable, uno de los problemas y retos de la misma. Están terminando de desarrollar la tecnología, con vistas a que en unos cuatro años puedan tener la primera planta industrial operando "donde dar una vuelta al punto en el que están ahora los grandes players, el del coste de producir hidrógeno verde".
Ese almacenaje será un punto clave para que la generación sea a un precio más competitivo. Asimismo, Greene también está en la planta piloto está procesando 100 kilos por hora de residuo para generar 10 kilos a la hora de hidrógeno. "Pero nosotros hacemos una versión holística, después tendremos que ver qué hacemos con el hidrógeno", que es donde entran esas alternativas de almacenaje mientras llega "el tubo", que decía coloquialmente, en referencia al proyecto H2med, el primer gran corredor de hidrógeno verde de Europa. El director de Desarrollo de Negocio explicaba que en cualquier caso el futuro pasará por varias nuevas tecnologías, como su gasificación desde la biomasa, y que Greene puede integrar con otras tecnologías, "es donde tenemos la ventaja competitiva". E incluía un factor importante para zonas como la alicantina, y es que la generación del hidrógeno renovable requiere de electrólisis, "y estamos en una región donde no hay agua, salvo que haya muchas desaladoras. Es un equilibrio difícil".
Sobre esa convivencia de varias tecnologías, el secretario autonómico lo tiene claro. "Tenemos que avanzar en el biogás, hemos implementado un plan de choque de la energía solar, tenemos que retomar el plan eólico...". Y recuerda que están trabajando con un centenar de partners para dar forma al ecosistema de hidrógeno verde en la GV, "y después elevarlo al resto de comunidades". Quieren que la Comunitat lidere el sector y que se generen sinergias con sus industrias. El presidente de Vahia, Antonio Pérez, añade que "van a convivir muchos sistemas y varias tecnologías durante muchos años", de hecho esgrime que aún hay mucho uso del carbón en Europa para la generación eléctrica, y los últimos años han aumentado las emisiones un 10%.
En cualquier caso, incide en que hay que compaginar "actuaciones micro y macro", esto último sobre el H2med, del que destaca que la guerra en el Este ha desatado el interés, con 600 compañías mostrando el interés en participar en su desarrollo, declarado proyecto estratégico europeo. A España y Francia se han sumado Portugal y Alemania. "Seguirá su proceso, pero es algo que se está moviendo", explica Pérez.
De hecho Felipe Carrasco asevera que es una "extraordinaria oportunidad autonómica", y que el Consell estudia para corresponder con el presupuesto que el proyecto necesita, de unos 575 millones de euros por los 470 kilómetros de territorio valenciano que ocuparía. Entienden que en esos clientes de salida estarían los puertos, aeropuertos, clústers e industrias tradicionales. "El Gobierno valenciano está implicado para engancharse a él", decía, destacando también que quieren adherirse a la conexión estatal de los valles de hidrógeno verde "para tener una única voz aparte de las iniciativas particulares que existen y que puedan llegar". Ese proyecto de conexión de valles estará financiado con uno de los Pertes europeos y en él también está implicado Greene. En definitiva, para Antonio Pérez, la oportunidad del hidrógeno renovable es comparable a la revolución industrial que supuso la introducción de la máquina de vapor. "Y Alicante ataca aquí temas críticos: la energía, el agua y la IA".
Y de esos proyectos de calado internacional a largo plazo a iniciativas más modestas, pero de mucha importancia para la industria local, con otro ejemplo de economía circular para los productos de cercanía. El empresario Juan Pascual, de Quesos Cantó, expuso su colaboración con la Granja Cabrera, donde Marta Gilabert, veterinaria y ganadera. La problemática es que aunque no es muy conocido, en la zona de Elche y entorno hay entre 7 y 10 productores de queso que generan a diario 6.000 kilos de este producto, lo que requiere entre 30 y 35.000 litros de leche diarios. Con la carestía de los piensos o los cereales, también como consecuencia de la guerra por el peso de Ucrania en este ámbito, la compañía de Pascual se ha tenido que abastecer de ganado en un radio de 50 kilómetros, y de leche hasta casi Almería.
De esta forma, se ha aliado con la mencionada granja, a la que apoya con infraestructura y materias primas locales, mientras que utiliza sus cabras, del Camp d'Elx, para ir surtiéndose de leche. Pascual destaca que además de los dátiles que se desechan, que serían muy útiles para los rumiantes, "en Elche se genera mucho residuo de palma y hay otro subproducto de la alcachofa o el melón que se podría aprovechar, además de los humedales como El Hondo, con todo el carrizal que genera, y que estamos viendo cómo convertir en cama para los ganados".
En este sentido, por lo que le compete, Gilabert destaca que con la leche de su ganado y proyectos como este, "aporta para formar un modelo sostenible, lo que hemos estado probando los últimos años". Pone de relieve que el nivel de recursos del Camp d'Elx "es fascinante"; y no solo el palmeral. De hecho, considera que el campo se está desertizando "porque no se está utilizando bien, no se están utilizando los imputs correctos, sin meter químicos; es una tierra muy fértil". En ese aspecto, con el suelo que les han cedido están mejorando su fertilidad a través del compost y estiércol madurado, "es un enriquecimiento de la tierra, para que por ejemplo estas lluvias se aprovechen y se queden en el suelo. Y todo con productos de nuestra ganadería".
Por ejemplo, las palmas que los animales se comen, salvo el raquis, suponen un residuo infraexplotado. Se le puede añadir al estiércol, que se utiliza después para enriquecer el suelo y por ende después los cultivos. Las palmas más pequeñas también se pueden utilizar para carbón o el cultivo de forraje. En la granja están utilizando además otras alternativas de alimentación para reducir costes, "que es siempre lo más caro", explica Gilabert.
Con las podas de dátiles, naranjo o palma que hasta hace poco no se podía ni quemar, el sobrante se puede utilizar para los animales, y para el bienestar animal, ayudando a las cabras a que se eleven para encontrar ese alimento, como si estuviesen en un entorno en libertad. "Ayuda a los agricultores y a la ganadería a reducir costes". Cada vez les llegan más esos restos de podas que después derivan en subproductos y que podrían utilizar como almacenaje para pequeñas ganaderías y distribuir a gran escala.
La última mesa, moderada por Idoia Martínez, abordó la actual legislación europea que hay que implementar respecto a la sostenibilidad. En ella participaron, Cristina Pérez, CEP de Ros&Wet; José Manuel Soto, Consejero de Medio Ambiente de la Diputación de Granada y Enrique Bayone, director del Clúster de la Energía de la Comunitat Valenciana. Por su parte, Cristina Pérez que de todo el "tsunami regulatorio" de la sostenibilidad, la directiva más importante es la CSRD, la nueva legislación de la UE que obliga a todas las grandes empresas a publicar informes periódicos sobre sus actividades de impacto ambiental y social.
Lo que indica, "por fin unifica estándares de empresas con unos mismos indicadores", lo que facilita la comparación de objetivos, sectores, etc. Esta normativa incluirá a un amplio número de empresas, pero también ayudas e incentivos a las pymes, "que aunque no están obligadas a esta normativa, les afecta al estar dentro de la cadena, estarán implicadas indirectamente". Y trae dos nuevos conceptos: análisis de doble materialidad, es decir análisis exhaustivo de la empresa e impactos globales como sociales; y una segunda pata, la financiera, "para ver cómo está afectando a la empresa". Con todos estos ítems identificados, la empresa puede medir qué hacer con los residuos, su gestión, valorización, etc. En general, recomienda a las firmas crear un plan estratégico. Apunta que la Agenda 2030 o los ODS guían en esa descarbonización.
Por su parte, el consejero de Granada exponía cómo les afecta y puede afectar la Ley 7/2022 sobre la reutilización, reparación y reciclado de residuos. La Diputación gestiona la planta provincial de tratamiento de residuos, de las más grandes de España, con 450.000 toneladas de RSU, lo que permite una economía de escala "y ser muy competitivos en coste". Unas instalaciones relativamente 'nuevas', de 2011. Sin embargo, la entrada de esta legislación pone en jaque la rentabilidad de las mismas. Actualmente gastan 9 millones de euros anuales por el tratamiento de los residuos, les cuesta algo más de 20 euros la tonelada. Ahora con el impuesto, se pagarán 30 euros por la tonelada.
Para soto, hay una clara "hiperregulación" y "no se ha previsto la inversión finalista del impuesto". En su caso, el coste de la planta se duplicará, pasando a pagar 18 millones de euros al año. Además del impuesto al vertedero del doble, se deben cumplir una serie de objetivos "de los cuales estamos años luz de cumplir". En 2025 tendría que llegar el primer hito, que el vertido máximo sea del 40%, "y estamos en el 68%". La cifra solo la podrá cumplir aquellas zonas con incineradoras, lo que requiere una gran inversión. Y como una corre de transmisión, el no cumplir estos hitos desencadena sanciones. No cumplir los ítems supone una sanción de la Comunidad Autónoma, derivada del Gobierno, a quien se la ha derivado Europa por no cumplir esas cifras. Y en 2035 solo el 10% del residuo puede ir al vertedero, así que "no se va a cumplir, hay hiperregulación pero no financiación".
Por lo pronto, en el caso de la planta andaluza, van a invertir 100 millones de euros hasta final de legislatura para construir una planta de biomecanización para tratar los rechazos (restos) de los plásticos, que después entrarán en una segunda planta donde aún quedará resto, y lo que sobre irá a pirólisis. "Lo que finalmente quede o vertedero o incineradora, y en 2028 o 2030 a ver cómo estamos con qué porcentaje estamos". En todo caso, para el responsable público lo principal es una buena separación de inicio, por parte de la ciudadanía. "Bajaría el residuo de forma drástica". Señala que la recogida selectiva "ha fallado" con porcentajes muy bajos del contenedor amarillo y que es preciso invertir más en concienciación y comunicación, además de fórmulas posibles como "contenedores inteligentes, identificadores de usuario...". Sentencia que el proceso es mucho más caro si no se recicla el residuo, "una pequeña actuación del ciudadano maneja cifras escandalosas".
Sobre esta cuestión, mientras que la moderadora introducía que en España apenas hay unas pocas incineradoras industriales, Enrique Bayone añadía que tan solo hay una docena de plantas de biogás y biometanización, aisladas y sin conectar a la red, aunque hay 700 en proyecto. "Es un avance importante para reutilizar los residuos", pero añade que "por qué se ha esperado tanto". A veces sin nada si no hay incentivos o ayudas a proyectos. Y que llevan años de trámites. "Hasta ahora estas compañías han trabajado fuera de España, porque aquí no había apoyo ni apuesta por ello, cuando el problema del residuo está aquí, con industrias con demandas muy importantes como el azulejo, que podría utilizar biometano", indica, aclarando que además no precisa cambio de equipos. "Se han hecho pruebas con electrificación y hornos continuos, pero no es tan eficiente como el biogás o biometano, tan solo hay que inyectarlo".
Bayone subraya que hasta que no se ha disparado la energía no se ha movido el panorama. De hecho esgrime que "apenas se ha inyectado el 0,1% del biometano en la red, cuando los estudios señalan que el potencial da para cubrir el 50% de la demanda". El presidente del clúster lo ve como una posible solución al tratamiento de los residuos y reducción de la factura energética. Eso sí, en varios meses se han aprobado proyectos con 700 MW de potencia aprobados, más que en cinco años anteriores. Lo que hace referencia a la "sobrecarga burocrática de la energía, elaboración del plan de residuos, impacto ambiental, desarrollo… lo de las plantas va para largo plazo". Por eso se queda con el mensaje de que hay que educar y concienciar, "la economía no circular tiene un coste".
Para finalizar la jornada, precisamente sobre estas labores, el divulgador Javier Martínez Molina (periodista ambiental y director del programa Ecogestiona) hablaba de la importancia de difundir también desde las empresas, concienciando con el Cambio Climático y siendo honestos para evitar el greenwashing. "Para que así el periodista no haga de policía; que transmita la información. Se premia mucho más cuando las empresas son transparentes", decía hablando de lo noticioso de los avances sostenibles en las compañías, así como un 'marketing verde' con productos reutilizados. Y el impacto que tiene en los consumidores.
Para acabar, se entregaban los premios a proyectos del reto Conecoo, reconociendo iniciativas innovadoras en economía circular presentadas en vídeos, para implicar a jóvenes de centros educativos y concienciarles con este ámbito. El vídeo ganador ha sido 'Viaje de una botella' del grupo 'Botellines'.