ELCHE. Tras lo fructífero del I foro de Economía Circular Conecoo el año pasado, que abordó los retos de la descarbonización en la industria y la gestión de la empresa en todo lo relativo a lo sostenible, este martes el Centro de Congresos ha acogido la segunda edición de Conecoo, organizado de nuevo por Cedelco, Elche Parque Empresarial, el Parque Científico de la UMH y la firma ilicitana Greene. Se han abordado en tres mesas conceptos clave para la sostenibilidad, como la reutilización, la valorización y la responsabilidad ampliada del productor desde distintas perspectivas: empresas, administración e instituciones, para cumplir con los objetivos de descarbonización europeos, algo que compete a las compañías, pero que también implica retos para la administración y la sociedad. Un foro con 170 participantes y una pequeña feria de startups de economía circular.
A modo de introducción, la directora de Cedelco, Sol Segura, ha presentado a Tonia Salinas, gerente de la Fundación UMH y a Juan José Cortés, director general de Innovación. Salinas ha hecho un pequeño repaso de todo lo que hacen desde el Parque Científico de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, con la ayuda a las firmas del Parque, ofreciendo a las empresas orientación para la implantación de innovación abierta en sus proyectos, pero también ha hecho un llamamiento al empresariado, presente en el foro. "No todo el talento está en vuestras empresas", en referencia a esa 'cantera' que está en el Parque, diseñando iniciativas con potencial. De hecho, ha puesto el reciente ejemplo de cómo PLD Space se encontraba en esa fase hace 12 años, buscando 100.000 euros para arrancar, y dónde está ahora. Destacaba también que el PCUMH ayuda a mejorar procesos productivos y está implicado activamente en la difusión de la economía circular y otros procesos sostenibles. Con programas también como Innotransfer con esa innovación abierta en colaboración con empresas externas, o el Fondo Vincle para obtener financiación de pymes del Parque.
Por su parte, Cortés habló del papel de la administración para agilizar los trámites que afectan a estos procesos, ya que es un tema que conoce al venir del ámbito de las consultorías. Habló del reto que hay encima de la mesa ahora por ejemplo con las fotovoltaicas y cómo con la Inteligencia Artificial se puede avanzar en un mejor uso aprovechando los excedentes de energía generada, además de la necesidad de explorar la colaboración público-privada de proyectos, recordando los proyectos autonómicos en materia de innovación con Aitex (textil) o Inescoop (calzado), entre otros.
La primera mesa, sobre la economía circular del agua y su reutilización, estuvo moderada por Juan Manuel Martínez, director de desarrollo de negocio de Greene, quien preguntó a los ponentes por qué entender de ese ciclo circular en la gestión del agua. Antes de nada, José Navarro Pedreño, catedrático de Edafología y Química Agrícola de la UMH, destacó que no toda el agua del ciclo hídrico está en la economía circular, que sí está por ejemplo en las grises y negras. "La economía circular del agua será darle una nueva vida al agua, pero a cuáles, a aquellas que podemos utilizar para abastecimiento urbano o la industria", apunta, avanzando que queda mucho por hacer aún en ámbitos como la agricultura.
Desde Facsa, Rubén García, técnico de I+D, ponía el foco en que aplicando la economía circular, "los residuos dejan de ser considerados como tal y pasan a ser materias primas", y que aplicando esto al agua, "surgen múltiples opciones para su reutilización, aprovechando no solo las corrientes". Precisamente en este ámbito, Javier Prieto, gerente de Aigües d'Elx, destacaba cómo desde la empresa mixta dan un segundo uso al agua mediante la regeneración de las aguas residuales de las depuradoras. "Un ejemplo de segundo eso es el riego agrícola o el baldeo y parques y jardines". Y añadía que en la depuradora de Algorós por ejemplo generan biogás a partir de los fangos para la agricultura.
Para el moderador, Juan Manuel Martínez, un cambio evidente ahora es que el lodo siempre se ha desechado en el ciclo del agua. Para Pedreño, "el cambio fundamental es entender que el agua no es solo un recurso", poniendo de relieve que hay nuevos procesos para abaratar coste de materiales, pero también de tratamiento. Añadía que es fundamental "ver estos ciclos del agua integralmente", y ponía de ejemplo el impulso de las bioturbinas en Francia, para obtener agua por metalización. García cree que también se ha avanzado este tiempo mucho en legislación y cambios de mentalidad. "Vemos una mejora en la tradicional gestión lineal del agua".
Prieto recuerda cómo hace años las aguas residuales no se depuraban, "se vertían y ya". Pone en valor que "vivimos en zonas de recursos con poca agua, y es prioritario tener agua de calidad para beber". Advierte que esperan legislaciones más restrictivas por exigencias europeas, y que la Epsar ya está planificando nuevas depuradoras como la de Algorós con esa nueva legislación. En todo caso, apunta, como se destacó durante toda la jornada, que hay que mejorar el proceso de trámites de reutilización, "son lentos ". El técnico de Facsa apuntaba que estos movimientos "gigantes" son en general lentos. "Con las aguas regeneradas es lógico que cada vez se sea más exigente porque se ofrece una mayor calidad para evitar patógenos".
En todo caso, el catedrático de la UMH señala que uno de los problemas es que la directiva marco del agua está obsoleta, diseñada para una economía lineal. "Al tiempo, se pide que entremos en una economía circular, pero no está legislado cómo entrar, están regulados los servicios del agua y poco más". Y añade que de hecho en Países Bajos y otros nórdicos no están concienciados porque no hay necesidad, al revés que aquí. Para él los principales desafíos, aparte del administrativo, es el tecnológico. "Y hay otro desafío social, evitar empeorar la calidad de las aguas. Si no, más caro será luego el proceso para reutilizar, porque paga el ciudadano". Y recomendaba intentar impulsar tratamientos de bajo consumo energético, "hay que replicar energías nuevas", recomendando bioturbinas como en Francia.
Para Rubén García, es importante creerse la posibilidad de la economía circular y "deshacernos de la psicosis de los residuos". Y ponía como ejemplo la producción de biogás, biocarbón y otros métodos de generación de energía con concentraciones de nutrientes. Pero es vital, reconocía, trabajarlo en origen. El gerente de Aigües d'Elx opinaba también que la concienciación ciudadana es clave para contaminar lo menos posible cuando se utiliza el agua potable. La empresa mixta se lo aplica con energía fotovoltaica, la reutilización del agua y la cogeneración en la depuradora. En Elche se ha reducido a 108 litros de agua el consumo anual.
La segunda mesa, sobre la tecnología aplicable a la valorización material de residuos en la empresas, como el año pasado, coordinó la mesa el CEO de Desinope, Pascual Martínez, que estuvo acompañado de Juan José Hernández, CEO de Greene, Leone Scalco, responsable de I+D de Zahonero, y Eduardo Fernández, director de Innovación de Urbaser. Abordaron el reto de la valorización en la industria, responsable del 75% de las 105.000 toneladas de residuos que genera España al año. Cada uno de los tres ponentes habló de las problemáticas o retos en su empresa y sector, muy distintas.
Desde Urbaser apuntaban que es fundamental el pretratamiento de los residuos, lo que ellos hacen tras la recogida. "Somos demostradores de tecnología", añadía, destacando que la compañía dispone de cualquier tecnología de tratamiento urbano con soluciones innovadoras "que permiten la disminución de costes y residuos". Tienen su centro de innovación en Zaragoza en el que colaboran con universidades con tecnologías de tratamiento. Y son referentes en biorefinería al haber participado en diversos proyectos.
En el caso de Zahonero, es una empresa química, proveedora de materiales para un calzado que apuesat por el ecodiseño. Una cuestión de peso en el sector ya que los zapatos pueden estar hechos de hasta 15 materiales diferentes, lo que supone un reciclaje y reutilización dífcil. El grupo aplica esa circularidad, y como explicaba Leone Scalco, su responsable de I+D, colaboran con institutos como Inescoop para el ecodiseño, para que se más fácil el reciclado. "Empezamos a ver que hay un residuo que se forma en la fabricación, trabajamos con ellos para ver cómo reducir y reciclar este residuo". A través de reciclados químicos utilizan caucho y poliuretanos que permiten reutilizar materiales. "Es complejo", reconoce, "pero tiene un impacto ambiental mucho más reducido". Hasta un 20% de material en el proceso de fabricación de zapatos se pierde. Y hay mucho adhesivo difícil de separar, pero "se va avanzando en materiales que se pensaba que no se podían reutilizar".
Y en el caso de Greene, Juanjo Hernández destaca que "el mercado de la valorización ya está cambiando", por ejemplo con el éxito de conseguir que el aceite de pirólisis sea reconocido como un material más, y no un residuo. Eso sí, lamenta que este tipo de trámites para la obtención, así como las autorizaciones ambientales integradas, se pueden demorar unos dos años. Algo que están viviendo con las trabas de tres plantas de valorización de residuos en Zamora, Galicia y Toledo actualmente. "Con un tiempo de medio de dos años y medio para tramitar el permiso ambiental para alinearse con la directriz europea que marca en 2030 el final del vertedero, y con 30 millones de euros de inversión y 0 de subvención". Hernández cree que hay un problema de entendimiento de la instituciones públicas de cómo funcionan estos proyectos. Pide que dejen a las compañías que ya son una "realidad", se les deje investigar e invertir; "más facilidades".
El director de Innovación de Urbaser destaca que en efecto los trámites son muy largos para estas instalaciones, ya que ellos generan más de 50 plantas de gestión de residuos. Aunque añade que ha subido la formación en general entre la administración con estos proyectos, si bien "va por delante la investigación, un caso es el de nuevas tecnologías donde ahí sí hay más desconocimiento". Cree que se deben buscar otros sistemas que lo apoyen. Y recuerda cómo están los fondos europeos Next Generation. "Llevamos 3 años hablando de los Perte, para el de economía circular se querían impulsar 60.000 millones de inversión, pero se han licitado 192 millones, y aún estamos pendientes de otros 300". Coincide con el CEO de Greene en que los vertederos son fundamentales para descarbonizar por el potencial de materia orgánica. Pero no están en los Perte.
Y sobre esta cuestión, el responsable de Zahonero apunta a que se habla de grandes corrientes de residuos que son más fáciles de gestionar, "pero hay muchos nichos, como el calzado, que son un agujero negro a regular", y añade que en efecto la huella de carbono "es un indicador ambiental", pero hay otra veintena, por lo que se puede dar la paradoja de compañías que cumplen con esta pero "son malos en otros indicadores". Por eso enfatizaba en avanzar en un conjunto de procedimientos integrales, en una "visión más sistemática para avanzar", evitar fórmulas viables ahora que en el futuro pueden ser "tóxicas".
Hernández destaca que durante 13 años de actividad, desarrollando tecnología, han estado centrados en reutilizar el residuo que queda en el vertedero, de los que por otra parte recuerda que hay que evitar los "fraudes" que aún se comenten en ellos. "No todo el residuo es valorizable, gran porcentaje que acaba en el vertedero, seguramente por encima del 40%". Y materiales como los plásticos muy degradados, que son muy complejos de reducir. "Ya no vale enterrar y se da prioridad a reutilizar". Cada vez hay más opciones de reutilizar o reciclar, y ellos han llegado a acuerdos también con petroquímicas para petróleos refinados.
Por último, volvía a ser protagonista la responsabilidad ampliada al productor del producto, moderada por el abogado Antonio Gonzálvez, de Gonzálvez y Albaladejo Abogados. En su mesa participaron Rafael Reolid, de Responsabilidad Social Corporativa y Sostenibilidad de Grupo Pikolinos, Jaime Aznar, gerente de Proyecto Lázaro y Sheim Guerrero, secretario jurídico de Ecotextil. Esta responsabilidad, como decía Reolid, es básicamente que "el que contamina, paga", que tendrá que hacerse responsable de su recogida y revalorización del residuo. Un término que ya se abordó en Conecoo el año pasado y que viene por una directiva europea. Precisamente Reolid es el encargado de dirigir el primer SCRAP del calzado, un consorcio que se hace cargo de esas "ecocontribuciones" y que busca ser lo más rentable posible para evitar que el producto, en este caso el zapato, acabe en el vertedero.
Sheim Guerrero explica que con esta transposición europea para que cada vez se responsabilice más a cada productor, se deben provocar también hábitos en el consumidor; más concienciación. "Es un concepto sencillo pero de aplicación compleja", indica, añadiendo que esto ha generado que la economía circular vaya desarrollándose paralelamente a la legislación. En su caso, el gerente de Proyecto Lázaro, Jaime Aznar, apunta a que ellos no son estrictamente 'circulares', "somos circulares dentro de una economía lineal, nos llega ropa para usar y tirar, y le damos una reutilización mientras el reciclaje en textil no exista".
En este aspecto, Aznar añade que esta directriz, que ahora obliga a reutilizar porcentajes cada vez mayores. Les podría perjudicar si Europa considera que son ellos los gestores del residuo de la ropa. "Estamos al final de la cadena, si se nos exige como propietarios del residuo que nos hagamos responsables, bajará nuestra capacidad de reutilización. Si nos hacemos cargo de algo que el empresario no ha ecodiseñado, es este quien tiene que hacerse responsable". Ellos están profesionalizados en la reutilización de ropa, que es lo que tiene salida, no el reciclaje. También hay problemas con el pasaporte digital porque hay etiquetaje defectuoso, cuando no falso, que no permite comprobar qué tipo de textil les llega para la venta.
Problemas constantes de acuerdo a las 200.000 toneladas de residuo textil que se generan en España anualmente, según apuntaba Guerrero. "Por lo que también hay que evitar el greenwashing". Hasta ahora, señala, que hay que apostar por productos monocapa, y que hasta ahora ha habido más impulso social que económico en materia circular en el textil. "Pero cuando la legislación obliga al productor, se genera una oportunidad de mercado y se habla de uniones de elementos, de mayor ecodiseño, de producción más sostenible del principio", variables clave.
Reolid también manifiesta que la administración debe financiar campañas de concienciación, "hablar de los Scrap que hay", indica, y explicar para qué se destina, ya que la ciudadanía también tendrá que sufragar finalmente parte de estos ya que se considera inevitable que una parte de este proceso se repercuta al consumidor. Asimismo, también explica que "hay que controlar que no se exporte el residuo fuera sabiendo que hay un Scrap aquí, porque la clave es el volumen, si no hay, poco Scrap puede haber". Por tanto, esa salida de residuo "perjudica a lo que transmite Europa". Desde Ecotextil, su secretario jurídico añade que es la administración quien tiene que subrayar quién tiene que pagar y por qué productos. "Es el primer gran obstáculo. Cuando la valorización sea rentable, avanzará el scrap individual (de cada sector)".
Por último, y sobre esos análisis, Reolid esgrimía que es necesario "implantar en las empresas sistemas de medición, cómo y qué materiales pones. Cuanto menos piezas mejor y por ejemplo si es pegado sin disolvente, la empresa pagará menos". Pero advierte, "hacen falta consultorías especializadas, y centradas en el calzado hay poco".
Para acabar, Javier Clemente, fundador de Todos Somos Reciclaje, ofrecía una pequeña ponencia sobre el papel del ecodiseño, los problemas de los tratamientos de residuos o el impacto que genera el día a día. Zanjaba la mañana de nuevo la directora de Cedelco, Sol Segura, haciendo suyo aquello de que "el mejor residuo es el que no se genera".