ALICANTE. Apenas una semana después de poner fin en el Mutua Madrid Open 2019 a su carrera como tenista profesional, David Ferrer visitaba La Nucía para conocer de primera mano el avance de las obras de la que será la segunda sede de su Academia.
Lo hacía acompañado del alcalde de la localidad, Bernabé Cano, y de Roland Herfel, supervisor de la ATP (y antiguo árbitro en no pocos encuentros en los que Ferrer fue uno de los contendientes, tal y como confesaba el javiense) que debía dar el visto bueno a las instalaciones para que estas puedan acoger en otoño el torneo ATP Challenger que llevará su nombre.
En el polideportivo Camilo Cano, junto a las obras del futuro hotel de deportistas y el nuevo estadio de atletismo, el tenista de Xàbia, plano en mano y entre un ir y venir de máquinas, repasaba junto a Cano y Herfel el avance de los trabajos y las características de una infraestructura cuya pista central ya se intuía.
Ferrer no escondía su satisfacción por la evolución de los trabajos y, en definitiva, el crecimiento de su Academia que contará ahora con dos sedes (ya está implantada en su localidad natal); se mostraba ilusionado con la nueva etapa que inicia ahora, "dedicado a la formación" de jóvenes valores junto a su hermano y "poder disfrutar de la familia" después de una tan dilatada como prolífica carrera que le ha obligado a pasar "la mayor parte del tiempo fuera de casa".
Una inversión privada de medio millón de euros
El complejo de tenis que se construye en el Camilo Cano ocupa un espacio de 20.000 metros cuadrados y está integrado por seis pistas de tierra batida y tres de cemento, además de vestuarios, gimnasio, zonas comunes. La pista central será una de las de tierra batida y contará con un gran graderío perimetral de dos mil localidades.
La inversión (de capital privado) asciende a casi medio millón de euros, concretamente 491.000.